El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció este lunes que no nombrará a un primer ministro proveniente de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP), a pesar de que este bloque obtuvo la mayor cantidad de diputados en las recientes elecciones legislativas. La decisión se basa en el riesgo de que un gobierno liderado por el NFP no sobreviviría a las mociones de censura de otros grupos parlamentarios, lo que podría poner en peligro la estabilidad institucional del país.
En un comunicado, Macron explicó que un gobierno basado exclusivamente en el programa y los partidos del NFP "sería inmediatamente censurado" en la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento francés. El mandatario subrayó que, aunque el NFP fue la fuerza más votada en las legislativas, no ha mostrado disposición para cooperar con otras fuerzas políticas, lo que complica la formación de un gobierno estable.
Noticia destacada
Emmanuel Macron mantiene a Gabriel Attal como primer ministro tras sorpresiva victoria de la izquierda
"Les corresponde hacerlo", indicó el Elíseo en referencia a la alianza que agrupa al Partido Socialista (PS), los comunistas, los ecologistas y el partido más radical, La Francia Insumisa (LFI).
Nueva ronda de consultas políticas
Ante este escenario, Macron convocó una nueva ronda de consultas con partidos y personalidades influyentes para explorar posibles soluciones al bloqueo político. Según fuentes de la Presidencia, otros partidos, incluidos aquellos que integran el macronismo, han esbozado vías para formar coaliciones y trabajar en conjunto, mostrando apertura a apoyar un gobierno encabezado por una figura independiente de sus filas.
Macron espera ahora dialogar con líderes de partidos y figuras destacadas con experiencia en el servicio público para encontrar una salida viable.
Resistencia del Nuevo Frente Popular
Antes del anuncio de la Presidencia, el NFP ya había advertido que solo volvería a reunirse con Macron para discutir los detalles de un gobierno de cohabitación liderado por su candidata, Lucie Castets. El NFP, que logró 193 escaños en la Asamblea Nacional, se mantiene firme en su postura de que les corresponde liderar el gobierno, dado su triunfo en las elecciones.
Antecedentes electorales
La situación política en Francia se intensificó después de que Macron convocara elecciones legislativas anticipadas los pasados 30 de junio y 7 de julio, casi tres años antes de lo previsto. La medida buscaba una "aclaración" del panorama político tras la victoria de la ultraderecha en las elecciones europeas. Sin embargo, el resultado dejó a Francia con un Parlamento fragmentado, donde ninguna fuerza política tiene una mayoría clara, lo que complica la gobernabilidad.
En las elecciones legislativas, el NFP se impuso con 193 diputados, seguido de la alianza centroderechista de Macron, que obtuvo 166 escaños. La tercera fuerza más votada fue el partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y sus aliados, con 142 diputados, mientras que el partido de derecha tradicional, Los Republicanos (LR), consiguió 47 escaños.
Macron ahora enfrenta el desafío de formar un gobierno que pueda navegar en un Parlamento profundamente dividido y evitar que Francia caiga en una crisis política prolongada.
IO