En las últimas 48 horas, al menos 11 sacerdotes y diáconos han sido secuestrados en Nicaragua por la dictadura de Daniel Ortega. La organización Universitarios Católicos de Nicaragua identificó a las víctimas, que incluyen a Monseñor Ulises René Vega, Monseñor Edgar Sacasa, el Padre Jairo Pravia, el Padre Víctor Godoy, el Padre Marlon Velásquez, el Diácono Ervin Aguirre, el Fray Silvio José Romero, el Fray Ramón Morras, y los Padres Antonio López, Raúl Francisco Villegas y Salvador de las Calabazas.
De acuerdo con Universitarios Católicos, la represión de la Iglesia Católica por parte del régimen Ortega-Murillo está en su peor etapa desde las protestas de abril de 2018. La abogada y defensora de derechos humanos Martha Molina declaró que la Iglesia está viviendo "la peor etapa de la represión Ortega-Murillo desde abril de 2018."
El párroco exiliado Edwing Román acusó al régimen de aprovechar la atención mundial en Venezuela para intensificar la persecución a la Iglesia Católica en Nicaragua.
Silencio del régimen y condiciones de detención
Hasta el momento, ni el régimen de Nicaragua ni la Policía Nacional han brindado declaraciones sobre estas detenciones. Mientras tanto, se inician en Managua las fiestas en honor a Santo Domingo de Guzmán, una de las pocas actividades religiosas permitidas bajo la estricta supervisión de las autoridades.
Denuncias de tortura y tratos crueles
El Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua de la ONU informó recientemente que los sacerdotes encarcelados han sido sometidos a "desnudez forzada" y torturas, entre otros tratos crueles y degradantes, en centros de detención como "El Nuevo Chipote" y "La Modelo".
Estos actos, documentados en el reporte titulado "Violaciones y abusos de los derechos humanos contra miembros de la Iglesia Católica y otras denominaciones cristianas en Nicaragua," incluyen largos interrogatorios, amenazas, condiciones de aislamiento, y alimentación inadecuada.
Caso de Monseñor Rolando Álvarez
El informe destacó el caso de Monseñor Rolando Álvarez, quien estuvo detenido por más de 11 meses en régimen de aislamiento en la sección de máxima seguridad de la cárcel La Modelo, en una zona conocida como "El Infiernillo". Álvarez fue condenado a más de 26 años de prisión por "traición a la patria" y liberado en enero tras un acuerdo entre Managua y la Santa Sede.
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