El expresidente de Bolivia, Evo Morales, continúa este jueves 19 de septiembre encabezando el tercer día de una marcha que exige el respeto a su candidatura para las elecciones generales de 2025. Aunque el propio Morales había anunciado previamente su retiro de la movilización para evitar que el gobierno de Luis Arce la criminalizara, regresó tras el pedido de sus seguidores.
La marcha, que inició el martes en la localidad de Caracollo, en Oruro, llegó el miércoles a Lahuachaca, a 125 kilómetros de La Paz. Morales y sus aliados sindicales decidieron continuar la caminata hasta la capital boliviana, donde esperan llegar el 23 de septiembre.
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Objetivos de la marcha
El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) señaló que el objetivo de la marcha es luchar por Bolivia, la democracia y la revolución. Morales destacó en redes sociales que la movilización no se trata solo de su candidatura, sino de defender los intereses del pueblo boliviano ante problemas económicos como la escasez de dólares, combustible y el encarecimiento de productos básicos.
En un congreso realizado en 2022 en el Trópico de Cochabamba, el bastión político de Morales, se definió su candidatura para las elecciones de 2025. Sin embargo, el Tribunal Electoral anuló dicho congreso, lo que ha intensificado las tensiones internas dentro del MAS.
Conflicto interno en el MAS
El gobierno de Luis Arce ha interpretado la marcha como un intento de desestabilización política. Según el Ejecutivo, Morales busca posicionar al presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, quien es cercano al expresidente, para facilitar su postulación.
Las tensiones entre Morales y Arce, que comenzaron en 2021, han generado divisiones dentro del partido oficialista. Mientras los seguidores de Morales defienden su derecho a postularse nuevamente, el gobierno de Arce insiste en que el expresidente ya no puede aspirar al cargo.
La marcha continúa su avance hacia La Paz, en medio de un clima de creciente polarización dentro del MAS y del panorama político boliviano.
IO
