México

Cartel de Sinaloa pagó cientos de millones de dólares en sobornos a Peña y Calderón

* La defensa legal del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera acusó de narco-corrupción al Presidente Enrique Peña Nieto, a su antecesor, Felipe Calderón; a todo el Gobierno de México y a las agencias federales de Estados Unidos como la DEA* “Hay otro lado de esta historia, el lado que el Gobierno de Estados Unidos y de México no quieren que ustedes conozcan (...) sobre cómo funcionarios del Gobierno pueden ser sobornados, y pueden conspirar para cometer los crímenes más serios”, dijo al jurado Jeffrey Lichtman, un experimentado abogado que salvó de la cárcel a John Gotti Jr, hijo de un capo de la mafia neoyorquina* “La verdad es que ‘El Chapo’ no controlaba nada, Mayo Zambada lo hacía”, dijo Lichtman en la Corte. “Mayo puede lograr que la gente sea arrestada y que el Ejército y la Policía de México mate a quien él quiera”

[gallery columns="6" link="file" size="large" jnewsslider="true" jnewsslider_ads="true" ids="92903,92904,92905,92906,92907,92908"]

NUEVA YORK, EE.UU., 13 de noviembre (AFP/APRO).- La defensa de “El Chapo” Guzmán aseguró el martes que el mítico capo del narcotráfico juzgado en Nueva York es un chivo expiatorio del Gobierno de México, y acusó a Enrique Peña Nieto y a Felipe Calderón de recibir cientos de millones de dólares en sobornos de su mayor socio, “El Mayo” Zambada, en el Cartel de Sinaloa.

“Hay otro lado de esta historia, el lado que el Gobierno de Estados Unidos y de México no quieren que ustedes conozcan (...) sobre cómo funcionarios del Gobierno pueden ser sobornados, y pueden conspirar para cometer los crímenes más serios”, dijo al jurado Jeffrey Lichtman, un experimentado abogado que salvó de la cárcel a John Gotti Jr, hijo de un capo de la mafia neoyorquina.

Lichtman aseguró que el verdadero jefe del cartel de Sinaloa es el co-acusado de “El Chapo”, Ismael “Mayo” Zambada, de 70 años, que nunca pasó un día en prisión y sigue prófugo, y que ha pagado “al actual y al anterior presidente de México”, Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, “cientos de millones de dólares en sobornos”.

Un vocero de Peña Nieto y también el propio Calderón negaron inmediatamente las acusaciones en Twitter.

“La verdad es que ‘El Chapo’ no controlaba nada, Mayo Zambada lo hacía”, dijo Lichtman en la Corte. “Mayo puede lograr que la gente sea arrestada y que el Ejército y la Policía de México mate a quien él quiera”.

La defensa legal del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera acusó de narco-corrupción al Presidente Enrique Peña Nieto, a su antecesor, Felipe Calderón; a todo el gobierno de México y a las agencias federales de Estados Unidos como la DEA.

“Todo el gobierno de México, hasta el actual Presidente (Peña Nieto) y el anterior (Calderón), reciben cientos de millones de dólares del narcotráfico”, declaró Jeffrey Lichtman, integrante del equipo de abogados de “El Chapo” Guzmán, al iniciar la presentación de argumentos en el juicio del narcotraficante mexicano ante la Corte Federal del Distrito Este, en Brooklyn, Nueva York.

Para abundar en su afirmación y en defensa de su cliente, al cual el Gobierno de Estados Unidos identifica y acusa como criminal número uno y el más peligroso del crimen organizado, Litchman indicó que el encargado de corromper a las autoridades de México a todos los niveles es Ismael “El Mayo” Zambada García.

“El Gobierno de Estados Unidos sólo pretende que busca capturar a ‘El Mayo’ (…) la DEA permite que los capos de la droga funcionen, obstruye la justicia y le paga a otros (como informantes)”, acotó el abogado, dirigiéndose al jurado respecto a lo que demostrará durante el proceso para desmentir los cargos que el Departamento de Justicia le imputa al narcotraficante mexicano más famoso en el mundo entero.

El equipo de la defensa de “El Chapo”, integrado por cuatro abogados que encabeza Eduardo Balarezo, apuntó que la Administración Federal Antidrogas de Estados Unidos (DEA) creó un mito respecto a las actividades criminales del mexicano nacido en La Tuna, Sinaloa.

“Ni siquiera es el gran capo de las drogas de México, el verdadero capo tiene 70 años, lleva 40 años de carrera criminal y se llama Ismael ‘El Mayo’ Zambada García”, enfatizó Litchman en la sala de la Corte en Brooklyn bajo la tutela del juez federal Brian Cogan.

Estados Unidos acusa a Guzmán de 11 delitos federales, que van desde narcotráfico, lavado de dinero y portación de armas ilegales.

Al arranque del juicio, la defensa de quien fuera líder de una de las fracciones del Cartel de Sinaloa argumentó que existe otra parte de la historia que oculta el gobierno de Estados Unidos en concordancia con el de México.

En este sentido, Litchman explicó al jurado que los gobiernos federales de estos dos países se coluden para exagerar las acusaciones contra su cliente por defender los intereses criminales de “El Mayo” Zambada.

“Lo que les estoy diciendo”, subrayó el abogado hablándole directamente el jurado, “viene directamente de los testigos que la parte acusadora usará para acusar falsamente a mi cliente, quienes todos los días mienten y cometen delitos; no pueden confiar en que los testigos del gobierno digan la verdad”, subrayó el abogado de Guzmán Loera.

La versión de la defensa, para anular a la del Departamento de Justicia que acusa al narcotraficante mexicano, establece que es imposible pensar que su cliente sea el gran criminal y el más peligroso del mundo, cuando desde 1993 hasta el 2017 se ha mantenido huyendo de la justicia o en prisión.

En este sentido le pidió al jurado que reflexionara en el hecho de que mientras su cliente era perseguido por la justicia estadunidense y mexicana, cómo era posible que el Cartel de Sinaloa continuara siendo la organización que más drogas exportaba y exporta al mercado estadunidense.

“Es falso, no es verdad (…) es un mito y una leyenda creada por la DEA”, insistió el abogado estadunidense, descalificando a los testigos que presentará el Departamento de Justicia durante el juicio que el mismo juez declaró que será largo y tedioso.

Los testigos de la parte acusada son narcotraficantes mexicanos, hondureños y colombianos que en algún momento de la historia criminal de Guzmán Loera fueron sus socios, lugartenientes, sicarios o enemigos integrantes de otros cárteles. A estos testigos protegidos por el gobierno de Estados Unidos, el Departamento de Justicia los utilizará para intentar demostrar la culpabilidad de “El Chapo” en los delitos federales que le imputan, a cambio de privilegios como reducirles las sentencias o cargos que enfrentan en la Unión Americana, donde han sido extraditados, para darles una nueva identidad.

“No los quiero espantar”, dijo al jurado Litcham, “pero a estos testigos el gobierno les dará visa para quedarse a vivir entre nosotros o les reducirá sus sentencias para que un día se queden a vivir entre nosotros”.

De los testigos que serán interrogados a lo largo del juicio -que algunas calculan que durará posiblemente hasta cuatro meses-, los abogados de “El Chapo” enfatizaron que muchos, además de narcotraficantes, son asesinos o secuestradores confesos.

Al inicio de la presentación de los argumentos de la defensa, Litchman aseguró que su cliente proviene de una familia muy humilde y campesina, que siendo niño vendía frutas y verduras en su pueblo, pero que en La Tuna, la siembra de amapola y mariguana es otro modo de vida para salir de la pobreza y sobrevivir.

Según el abogado, la mala fortuna de “El Chapo” y el contubernio entre el gobierno de Estados Unidos y el de México comenzó el 24 de mayo de 1993 en el aeropuerto de Guadalajara, Jalisco, con el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

Litchman, quien fue interrumpido en dos ocasiones por el juez Cogan cuando hacía la narrativa del asesinato del cardenal para que se concentrara en sus argumentos de la defensa, dijo que es falsa la versión del gobierno mexicano de que el Cártel de Tijuana, de los Arellano Félix, confundió al Cardenal con su cliente.

“Querían un chivo expiatorio”, agregó el abogado del narcotraficante.

A la audiencia Guzmán Loera llegó sin bigote y ataviado con un traje azul y una corbata a rayas. La sesión -suspendida durante cinco horas por el remplazo de dos de los integrantes del jurado- fue atestiguada por un más de un centenar de reporteros que tuvieron que ser repartidos en dos salas, y quienes dentro de la corte quedaron encerrados e incomunicados desde la mañana hasta la tarde, por cuestiones de seguridad.

Al entrar a la sala, “El Chapo” saludó con la mano a su esposa Emma Coronel, quien llegó vestida de negro y se sentó entre los pocos civiles que se desmañanaron para poder asistir a la histórica sesión.

Al entrar a la corte, “El Chapo”, vestido de traje oscuro, camisa blanca y corbata, tiró un beso a su joven esposa Emma Coronel, de 29 años, sentada entre el público. El juez Brian Cogan no le permitió saludarla hoy con un abrazo, como el Chapo había pedido.

Coronel se sacó varias selfies con fans al salir de la Corte.

La Fiscalía prepara el testimonio de decenas de testigos para intentar probar los crímenes cometidos por “El Chapo”, muchos de ellos ex rivales o socios del capo narcotraficante y a quienes la defensa intentó desacreditar este martes.

“Estos testigos han matado a fiscales, han intentado matar a presidentes (...) Cuando escuchen a estas personas se les pondrá la piel de gallina”, dijo Jeffrey Lichtman al jurado.

“¿Por qué el Gobierno está yendo tan lejos, dándoles visados para que permanezcan en este país?”, preguntó.

“Porque el Chapo es el mayor premio con el cual la fiscalía ha soñado, y está soñando con esto desde hace años”, respondió el abogado de “El Chapo”.

Pero pese a su arresto y extradición, la guerra contra las drogas “obviamente no ha logrado nada”, estimó Lichtman. “El flujo no ha parado. El negocio continúa como siempre” y Estados Unidos sigue consumiendo “más drogas que cualquier otro país del planeta”.

Lichtman acusó también que los Gobiernos de México y Estados Unidos confabularon con “El Mayo” “para incriminar” a Guzmán Loera como líder del Cartel de Sinaloa. Asimismo, aseguró que el sinaloense es “un chivo expiatorio” utilizado desde 1993 para cubrir al Cartel de los Arellano Félix y al propio Zambada García.

El alegato afirma que en 1993, el Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo fue asesinado en confabulación entre los Arellano Félix y el Gobierno mexicano porque tenía información sobre la corrupción gubernamental y el homicidio fue usado para incriminar a “El Chapo”.

Lichtman describió a Guzmán como un hombre “sin importancia” dentro del negocio del tráfico de drogas, cuya imagen ha sido elevada a la de un mito para desviar la atención de “El Mayo”, quien, dijo, es el verdadero líder del cartel.

El abogado defensor de “El Chapo” se refirió a Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, y a otros testigos de la Fiscalía, como “degenerados, criminales, violentos”, cuyo testimonio no debe ser tomado en cuenta, ni por el Gobierno estadounidense, ni por el jurado.

La Fiscalía, no obstante, lo presentó como un despiadado asesino que durante 25 años envió a Estados Unidos toda la droga que quiso, más de 155 toneladas.

El fiscal Adam Fels detalló ante el jurado un puñado de envíos que totalizaron 41 toneladas de cocaína. “Hay suficiente cocaína en esas 41 toneladas como para 328 millones de rayas de cocaína. Eso es más que una raya por cada persona en Estados Unidos”, afirmó en su argumento de apertura.

Los argumentos de apertura comenzaron con más de cinco horas de retraso luego de la retirada de dos jurados que debieron ser reemplazados: una mujer hispana que aseguró que el proceso le está provocando problemas de salud, y un hombre que dijo que no podría mantenerse si deja de trabajar durante más de cuatro meses, la duración estimada del juicio.

“El Chapo”, uno de los jefes del narcotráfico más famosos del mundo, es acusado de 11 delitos. Si es hallado culpable puede ser condenado a cadena perpetua.

“Dinero, drogas, asesinato”

La Fiscalía presentó a “El Chapo” como un temible y astuto narcotraficante que lideraba el Cartel de Sinaloa, traficaba “cantidades masivas de cocaína” en aviones, barcos pesqueros y hasta submarinos, y no dudaba en matar ni a sus familiares para ampliar su negocio o evitar ser atrapado.

“Dinero, drogas, asesinato, una vasta organización de narcotráfico: de esto se trata este juicio, y lo probaremos con las evidencias”, dijo el fiscal Fels.

La Fiscalía, que prepara el caso desde hace años, asegura que el imperio criminal de “El Chapo”, con tentáculos en las Américas, Asia y Europa, facturó unos 14,000 millones de dólares. Las autoridades nunca pudieron incautar nada de esa fortuna.

Fels aseguró que “El Chapo” era propietario de un AK-47 bañado en oro y de una pistola incrustada con diamantes con sus iniciales, y que “tenía su propio ejército privado de cientos de hombres armados con rifles de asalto en las montañas de Sinaloa”.

Hizo hincapié en los montones de evidencias acumulados por el gobierno, que incluyen mensajes de texto de “El Chapo” encriptados y “un video de Guzmán y sus sicarios interrogando a miembros de carteles rivales” y donde se vería al capo “apretar el gatillo”.

Aunque el Chapo no está acusado de homicidio, la fiscalía asegura que posee pruebas de al menos 33 asesinatos cometidos u ordenados por él.

Para preservar su seguridad, los jurados serán escoltados por alguaciles armados cada día a la corte y sus nombres son mantenidos en el anonimato.

Con perros entrenados y aparatos para detectar gas y explosivos, decenas de policías refuerzan la vigilancia en el tribunal de Brooklyn.

Por su parte, la Fiscalía alegó que, desde que cumplió 15 años de edad, Guzmán Loera se dedicó a la producción de marihuana y amapola. Además, el fiscal Adam Fels lo describió como un genio criminal que empezó desde una comunidad pobre de Sinaloa hasta convertirse en un líder mundial del tráfico de droga.

Los alegatos iniciales en el juicio contra el narcotraficante sinaloense habían sido aplazados esta misma mañana, debido a un problema para completar el jurado, ya que uno de los seleccionados para el panel fue excusado. En vez de seguir el caso con sólo 11 jurados, la Corte decidió escoger un jurado nuevo de un panel de 10 potenciales candidatos.

Se trata de la misma jurado que lloró durante el proceso inicial de selección y que había dicho sufría de ansiedad, por lo que finalmente fue excusada por el juez Brian Cogan, quien decidió junto a los abogados de defensa y la Fiscalía, que no la reemplazaría por ninguno de los seis jurados suplentes.

Los 12 titulares y seis suplentes fueron seleccionados la semana pasada, tras varios interrogatorios en los cuales al menos cinco personas fueron descartadas porque temían por su vida y una sufrió un ataque de pánico que la dejó en el hospital.

Emma Coronel Aispuro llegó “tarde” para escuchar los alegatos iniciales. Por considerar que puede escapar u ordenar ataques contra testigos que colaboran con el Gobierno estadounidense, el juez federal Brian Cogan rechazó la solicitud de “El Chapo” para saludar y dar “quizás un abrazo” de unos segundos a su joven esposa este martes, antes de comenzar el proceso.

“El Chapo” estuvo presente en el proceso, vestido de traje color azul oscuro, camisa blanca y corbata de rayas azules y plateadas.