Guadalajara, 24 de noviembre (SinEmbargo).- La 32 Feria Internacional del Libro en Guadalajara dio inicio hoy con la clara postura opositora de su presidente Raúl Padilla López , quien en su discurso habló de que todos “votaron por el cambio”, pero “sin embargo los graves problemas de México no deben enfrentarse poniendo sin vulnerar los derechos y los contrapesos la democracia que tanto nos costó construir”.
“No se pone en duda la legitimidad del Gobierno de México, pero queremos expresar nuestra inquietud por las leyes recién instituidas y que atentan contra la armonía y manifestamos que la creación de una guardia militar debe de ser analizada”, dijo el también presidente del Premio en Lenguas Romances, que este año fue para la poeta uruguaya Ida Vitale .
“Debemos descentralizar la cultura, pero de verdad, no las instituciones de alta cultura a otros estados”, fue la intervención de Padilla, varias veces aplaudido por un Estado panista, que ha elegido a Enrique Alfaro como próximo Gobernador de Jalisco, allí presente en la sala. Raúl Padilla López optaba además en la presidencia por Enrique Anaya, de quien hizo el plan cultural.
La próxima secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero , escuchó todo pacientemente, aunque fue muy aplaudida cuando a último momento se sentó en la mesa central, dando quizás por inaugurado lo que serán los próximos seis años en la Feria.
Esta quizá fue la inauguración de la Feria más politizada de los últimos tiempos, aunque hay que decir que el año pasado fue el propio Raúl Padilla López, quien denunció el recorte del presupuesto de Cultura.
Recordó también a Fernando del Paso (1935-2018), tras lo cual se proyectó un documental en su memoria, donde el propio escritor de Palinuro de México , Noticias del Imperio y José Trigo dijo textualmente: “me fui dos semanas antes de la FIL, para sacarles la nota”.
En una mesa larga, donde estaban la Secretaria de Cultura, María Cristina Cepeda; el director del FCE, José Carreño y el titular de la UNAM, Enrique Graue, habló el director de la Universidad de Guadalajara, Miguel Ángel Navarro Navarro, para decir, entre otras cosas, que en la Feria del Libro, “si la multiculturalidad se hace posible, aquí se hace presente”.
Invitado de honor es Portugal, cuya ministra de Cultura, Gracia Fonseca, habló de “la cultura como la diplomacia, la economía y la educación”, antes de lo cual el editor y escritor Aurelio Major hizo una semblanza de la poeta Ida Vitale.
“Es una voz delgada y firme de la poesía. El poeta alcanza el mayor título de nobleza de la dictadura. Quien lea sus poemas tendrán el placer que no se sospechaba”, dijo al presentar a Ida Vitale, quien improvisó un discurso en homenaje a México, país en el que vivió durante su exilio unos 10 años, casada con el poeta recientemente fallecido Enrique Fierro.
“Por estupendos que sean los premios, hay algo que lo supera y eso son los amigos viejos y los amigos nuevos”, dijo la poeta que recientemente también ha recibido el Cervantes, que obtendrá el año que viene, a los 96 años.
“La felicidad del exilio es que el país donde vas te deje ser parte de su cultura. Los gestos de generosidad de México son infinitos e inolvidables. Yo quería leer. Yo quería escribir y México me dio la oportunidad”, afirmó Ida Vitale.
En una conferencia de prensa posterior al otorgamiento del premio por 150 mil dólares, la poeta calificó de “irracional” a la pregunta sobre su primer marido, Ángel Rama (1926-1983), uno de los teóricos más importantes de la literatura latinoamericana y que muriera en el “famoso accidente” en Madrid, donde también muriera su esposa Marta Traba y nuestro escritor, Jorge Ibargüengoitia.
“No hablo de él porque me divorcié y lo único que me dejó fue a dos hijos”, dijo, mientras en el público estaba Amparo Rama, quien manifestó “haber tenido dos padres y dos madres, nunca me jugué por ninguno de los dos”.