CIUDAD DE MEXICO, 29 de agosto (EL UNIVERSAL).- Una fuerte tormenta y caída de granizo azotó la Ciudad de México provocando inundaciones, la evacuación de pobladores y el deslave de un cerro.
En la Ciudad de México policías locales ayudaron a alumnos y padres de familia a salir de colegios en la colonia San Miguel Topilejo, en Tlalpan, tras una inundación.
La anegación ocurrió en las calles Cruz Blanca y Margaritas y en privada Tetenco y Santa Cruz. Además, por los altavoces de las cámaras de Ciudad Segura se recomendó a la población no acercarse a las caídas de agua que se formaron para evitar accidentes.
Las inundaciones se registraron en Morelos y Aldama; avenida Cuauhtémoc y Cruz Blanca; José María Morelos y Ayocatitla; 16 de Septiembre y avenida Morelos; Santa Cruz y Progreso; Mirador Chapultepec y Prolongación Las Cruces; y en Cruz Blanca a la altura de Tejocotes y Cuauhtémoc.
En la delegación Azcapotzalco, los vecinos sacaron con palas el granizo que se acumuló en sus patios y en las entradas de sus domicilios.
Se desgaja cerro
En Naucalpan el deslave de un cerro y un alud de lodo y tierra arrastraron numerosos vehículos en la colonia Valle Dorado. Tres casas resultaron afectadas sin que se reportaran víctimas.
La tormenta que cayó cerca de las 16:30 horas reblandeció la tierra y provocó el desgajamiento del cerro en las calles Barranca 2 y Pípila.
Al mismo tiempo un alud de tierra, lodo y agua, arrastró varios vehículos en la calle Barranca 2.
Personal de Protección Civil y de análisis de riesgos llegaron al sitio a fin de acordonar la zona y determinar si hay peligro de nuevos desgajamientos.
Los gobiernos municipales de Nezahualcóyotl y Chimalhuacán colocaron costales de arena en el límite de ambas localidades para evitar el desbordamiento del Río de La Compañía, que elevó su nivel.
El alcalde de Nezahualcóyotl, Juan Hugo de la Rosa, dijo que se colocaron 80 metros lineales de costales para que no se filtraran las aguas negras de 15 municipios de la zona oriente que traslada el canal a lo largo de 30 kilómetros.
El mayor riesgo se detectó atrás de la unidad habitacional Rey Neza, por lo que empleados, vecinos y personal del Ejército laboraron durante ocho horas para instalar la barrera temporal que evitó que se desparramaran las aguas residuales hacia las colonias que están por debajo del cauce.