México

CIUDAD DE MEXICO, 20 de septiembre (SinEmbargo).- De mentira en mentira o de verdades a medias, así ha ido creciendo, hasta alcanzar dimensión internacional, el escándalo por el peregrinar de restos humanos descompuestos en Jalisco.

El ir y venir de un tráiler que contenía 157 cuerpos supuestamente en refrigeración, más las condiciones en las que se encuentran más de 100 restos humanos en otro vehículo apostado el patio del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), han puesto al Gobierno de Jalisco, que lidera el priista Aristóteles Sandoval Díaz, en el ojo del huracán, y como ejemplo de la negligencia y falta de capacidad de los gobiernos para ocuparse integralmente del tema de la violencia, acusaron organizaciones civiles y de padres de desaparecidos.

Los choferes encargados de trasladar los restos humanos por tres municipios de la entidad fueron advertidos que era una operación ilegal, y les pidieron que “cerraran el hocico”.

Sabía el Fiscal de Jalisco, Raúl Sánchez Jiménez, ahora destituido. Sabía el Gobernador Aristóteles Sandoval. Recibían instrucciones directas de la Fiscalía para mover los cadáveres de un lado a otro, dijo uno de los choferes, que ayudó al traslado de cuerpos, a periodistas del sitio jalisciense Cabecera.mx.

–En algún momento, ¿alguien les dijo que se mantuvieran sigilosos porque se estaba procediendo de una manera inadecuada? –le preguntó al chofer un reportero.

–Sí, claro. Por eso es que le digo que a mí me da miedo platicar esto. A nosotros nos hicieron saber que si abríamos el hocico, algo nos podría pasar. Así nos lo dijeron, con esas palabras. Nos lo hicieron notar unos tipos de una camioneta de la Fiscalía. “Ustedes cállense, cierren el hocico, se les va a pagar bien”.

Sin embargo, el Gobernador de Jalisco no ha reconocido responsabilidad alguna.

“No estoy dispuesto a tolerar este tipo de errores que sacuden y horrorizan a la opinión pública. La acumulación de cuerpos en las instalaciones del Instituto tiene una lógica de negligencia, indolencia falta de coordinación y nula capacidad de gestión. Las determinaciones que he tomado estos últimos días buscan ser sanciones que se ajusten a la dimensión de estas anomalías”, dijo Sandoval Díaz ayer, al anunciar el cese de Raúl Sánchez Jiménez, Fiscal General de la entidad.

Dos días antes, el Gobernador había despedido a Luis Octavio Cotero Bernal, quien fungía como director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCG).

El Gobernador dijo también que no sabía de las condiciones en que se encontraban las instalaciones del IJCF.

“No estoy dispuesto a tolerar estos errores. La acumulación de cuerpos en las instalaciones tiene una lógica: negligencia”, dijo el 19 de septiembre.

Sin embargo, Cotero Bernal dijo que él alertó tanto a la Fiscalía General como la Secretaría de Gobierno la urgencia de construir un espacio donde se pudieran inhumar los cuerpos porque eran demasiados.