* En el documento de su Sexto y último Informe de su administración federal, Enrique Peña Nieto destaca que “si bien, durante los primeros cuatro años de Gobierno se logró reducir los índices delictivos, gracias a la coordinación interinstitucional y al uso de inteligencia, en los últimos dos años, dichos índices han recuperado los niveles del sexenio pasado. Lo anterior, tiene sus causas en cuestiones muy puntuales, principalmente en la evolución de la dinámica de la actividad delictiva”
CIUDAD DE MEXICO, 2 de septiembre (SinEmbargo).- El Presidente Enrique Peña Nieto asegura, en el documento de su Sexto Informe de Gobierno, que la violencia en México “de ninguna manera (es) una crisis generalizada”, sino que se trata de un fenómeno focalizado en zonas específicas. También destaca que durante los primeros cuatro años de su administración federal se logró reducir los índices delictivos. Sin embargo, bajo su mandato, México ha alcanzado cifras históricas de homicidios, particularmente desde 2017 y 2018, pues mes con mes se han venido reportando alzas récord.
Las cifras de violencia rompieron una nueva marca en julio pasado, que se convirtió ya en el mes con más homicidios dolosos reportados en todo el país, al registrar 3 mil 17 víctimas, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSS). Además, un total de 18 mil 994 víctimas de homicidio doloso se acumularon en los primeros siete meses de este año.
Otro de los picos histórico se alcanzó en 2017, año que cerró como el más violento de la historia reciente del país, con 25 mil 316 asesinatos, según el propio Secretariado. Sin embargo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en cifras preliminares se registraron 31 mil 174 homicidios en México en 2017; esto es equivalente a 25 homicidios por cada 100 mil habitantes y la mayor tasa en una década.
En el apartado “México en Paz”, el documento del Sexto Informe de Gobierno de Peña destaca:
“De ninguna manera se trata de una crisis generalizada; por el contrario, los hechos de violencia se encuentran focalizados en zonas específicas, algunos de estos relacionados estrechamente a los cruces fronterizos”.
El documento agrega que “si bien, durante los primeros cuatro años de Gobierno se logró reducir los índices delictivos, gracias a la coordinación interinstitucional y al uso de inteligencia, en los últimos dos años, dichos índices han recuperado los niveles del sexenio pasado. Lo anterior, tiene sus causas en cuestiones muy puntuales, principalmente en la evolución de la dinámica de la actividad delictiva”.
De acuerdo con los datos del SESNSP, las cifras de homicidio sólo tuvieron un descenso durante los primeros dos año de Gobierno de Peña Nieto. El primero al pasar de 21 mil 459 homicidios en 2012, a 18 mil 106 asesinatos en 2013, y a 15 mil 520, en 2014. A continuación las cifras sangrientas de cada año de este sexenio:
2013 Homicidios: 18,106
2014 Homicidios: 15,520
2015 Homicidios: 16,909
2016 Homicidios: 20,547
2017 Homicidios: 25,316
A julio de 2018 Homicidios: 16,339
En el resumen ejecutivo del Sexto Informe, sólo se detallan la estadística de delitos por cada cien mil habitantes y se comparan los datos de 2012 y de 2017. Esos datos arrojan que 2012 cerró con una tasa de 18.3 homicidios dolosos por cada cien mil habitantes; mientras que 2017 cerró con una tasa de 20.5.
Mientras que la tasa al 31 de julio de este año ya es de 13.10 homicidios por cada cien mil habitantes.
Las causas de la violencia
“Detrás del incremento de los homicidios dolosos hay causas externas e internas”, dice el Sexto Informe y detalla diversas causas:
–A nivel externo, detalla, han influido los cambios en las dinámicas de los mercados ilícitos transnacionales. “Destaca el aumento en la demanda de drogas desde Estados Unidos, especialmente de los opiáceos, lo mismo que el creciente flujo ilícito de dinero y de armas desde esa nación hacia México. Uno de los principales detonadores de la violencia regional es precisamente el ingreso a nuestro territorio de armas de alto poder”.
–En el ámbito interno, agrega, “la mayor incidencia de este delito se explica por dos razones: en primer término, porque prevalece una enorme disparidad entre las capacidades de las instituciones federales y locales, a pesar del gran esfuerzo realizado para impulsar la profesionalización de éstas últimas”. Y detalla que esto es importante porque la mitad de los homicidios están relacionados con delitos del fuero común, como secuestro, robo o pandillerismo.
–La segunda razón con la que el Gobierno federal explica el aumento de los homicidios dolosos es que “México está haciendo frente al crimen organizado con un diseño legal e institucional que data del siglo XX y, en consecuencia, no responde a las realidades del siglo XXI”.
Cambio de mando… y esperanza
Al Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto le quedan tres meses en funciones, y la próxima administración que será encabezada por Andrés Manuel López Obrador ha anunciado que cambiará la actual estrategia en contra de la inseguridad, aunque aún no podrá sacar a las fuerzas armadas de las calles, tal y como exigen organizaciones civiles.
El 24 de agosto pasado, AMLO informó que siendo realistas, y debido a las condiciones en que se encuentra la Policía Federal (PF) y las locales, no es posible prescindir del apoyo del Ejército y la Marina en las tareas de seguridad.
“Quiero ser claro, ser sincero: si no contamos con el Ejército y la Marina, no podríamos implementar el plan [de seguridad y pacificación]”, dijo. “En las circunstancias actuales no podríamos dejar de utilizar al Ejército y a la Marina para atender el problema de la inseguridad y la violencia. La Policía Federal no está preparada para sustituir lo que hacen actualmente los soldados y los marinos”, dijo en conferencia de prensa en su casa de transición.
“Siendo realistas no se ha podido consolidar a la Policía Federal, no se avanzó. No quiero hacer cuestionamientos, pero sí quiero informar con objetividad”, agregó. “Esto desde luego tiene que ser transitorio, añadió. Pero en el inicio del Gobierno “vamos actuar de manera conjunta para que, de acuerdo a mis facultades, se pueda contar con el apoyo del Ejército y la Marina para garantizar la seguridad interior”, afirmó.
El próximo titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Alfonso Durazo Montaño, y la futura titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Olga Sanchez Cordero, son quienes se encuentran al frente del proyecto de pacificación y de lucha al combate organizado para los próximos años.
Por su parte, López Obrador ha dicho que no delegará la responsabilidad de la seguridad en otro funcionario y que será él mismo quien asuma el mando.
Ya dieron inicio los foros por la paz, en la que participan víctimas, académicos, organizaciones de la sociedad civil y representantes de la siguiente administración federal y el Durazo Montaño ha dicho que la estrategia en contra de las organizaciones criminales estará enfocada en los recursos que les permiten operar a gran escala en el país.