Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Las desgracias, al igual que la fortuna, sólo llegan cuando
las hemos buscado con nuestros actos.
Confucio
Las tragedias como la ocurrida en Tlahuelilpan, Hidalgo, por desgracia, han ocurrido en otros puntos de la geografía nacional. Se recuerda la explosión en Guadalajara, Jalisco; lo sucedido en San Juanico, Estado de México; la infinidad de ocasiones en las cuales se han registrado decesos por el manejo de pólvora y, también, en otros puntos donde los ductos y otras instalaciones de Pemex han estallado. Sin embargo, los sucesos del pasado viernes tienen otros puntos para ser debidamente analizados, para ir seccionando uno a uno los factores que condujeron a tal drama y, para una vez más, percatarnos del grado al cual llegó la corrupción que en el presente combate López Obrador, pero también los límites rebasados por una sociedad cuya actuación resulta inexplicable todavía.
Corrupción, trasfondo
Conforme avanza la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador es más visible la corrupción que solapó y promovió el primer círculo del poder del país, desde la propia Presidencia de la República y su gabinete legal y ampliado. El despojo de la riqueza de la nación ha generado algunos multimillonarios pero también pobreza y miseria y, como lo vimos este fin de semana, muerte. La tragedia de Hidalgo, donde 89 personas han muerto a causa de la explosión de una toma clandestina de combustible, se hubiera evitado si no hubiera corrupción en el país, señaló el titular del Ejecutivo federal.
Donde quiera que se le rasque surge la pus, la podredumbre y se acumulan las pruebas contra ex funcionarios y ex gobernantes ligados tanto al PRI como al PAN e incluso el PRD. En esos casos, como en otros, donde ya hay denuncias presentadas, investigaciones judiciales avanzadas y conocidos prófugos de la justicia no habrá borrón y cuenta nueva, habrá justicia. Es el caso de la fraudulenta administración en Pemex de Emilio Lozoya y del gobierno corrupto del priísta César Duarte en Chihuahua, donde se le ha documentado un fraude más.
“No vamos a permitir la corrupción. Tenemos muy claro el diagnóstico. Todas estas tragedias se originan por la corrupción y hay que atender las causas y nos va a alcanzar el tiempo”, advirtió el político tabasqueño, quien agregó: “Si no actuamos y seguimos tolerando estas prácticas por comodidad o por complicidad, o por negligencia, o por lo que sea, entonces nunca va a cambiar el país, vamos a seguir en lo mismo”, indicó este lunes en su conferencia de prensa mañanera.
Y los ciudadanos esperan justicia, sobre todo en el caso de Pemex. Hay confianza pues López Obrador ya reportó se castigará un fraude de 400 millones de pesos cometido en contra de la petrolera por la compra de 700 carros auto-tanques que nunca fueron entregados. Además, hay una denuncia en curso de la transacción para la compra de los auto-tanques la cual inició hace cinco años y, apenas en octubre o noviembre del 2018, la autoridad judicial local determinó que no había pruebas suficientes para fincar responsabilidades.
Ahí se cometieron una serie de irregularidades en el proceso judicial. Para empezar, a pesar de que se cometió un delito federal, Pemex interpuso una denuncia con autoridades locales. Se acudió al Poder Judicial de la Ciudad de México, al Tribunal de Justicia de la capital de la República, cuando se trataba de un delito federal. Ante esto, advirtió López Obrador, no habrá impunidad.
En el caso de Pemex, el Presidente de la República precisó el domingo que de existir denuncias contra el dirigente petrolero, Carlos Romero Deschamps, no se van a detener. “No vamos a dar impunidad a nadie y si existen denuncias se va a proceder en lo que a nosotros corresponde”. Fue explícito sobre el proceder gubernamental en el caso de haber denuncias contra Romero Deschamps. “También deben existir las denuncias, sería muy bueno que en este caso se sepan, y como está planteando, lo voy a solicitar. Si existen denuncias, para tener elementos: que se dé a conocer cuándo se presentaron, que no sea sólo la nota periodística, con todo respeto, que haya papeles”.
López Obrador confió que con los cambios en la Fiscalía General de la República (FGR), todo esto se va a ir mejorando, “no va a haber la impunidad esta que existe de 99 por ciento, que es una vergüenza”. El mandatario reivindicó la importancia que tiene para el país el combate a la impunidad y la corrupción: “Vamos a limpiar al país y que de una vez se sepa, no va a haber ni un paso atrás en el combate a la corrupción. No luché ni me apoyó la gente para llegar a convertirme en alcahuete de corruptos”.
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