México

Peña puso a su escolta para garantizar el robo

CIUDAD DE MÉXICO, 8 de enero (SinEmbargo).- El 21 de noviembre de 2012, apenas nueve días antes de que el priista Enrique Peña Nieto asumiera la Presidencia de México, el panista Felipe Calderón Hinojosa –aún Jefe del Ejecutivo federal– propuso al Senado de la República promover el ascenso de 200 militares, entre ellos estaba el entonces coronel Eduardo León Trauwitz, quien hasta ese momento había fungido como Jefe de Seguridad del Presidente electo: Peña Nieto.

Para entonces, León Trauwitz -quien fue promovido a General Brigadier Diplomado del Estado Mayor Presidencial (EMP)- tenía dos años trabajando codo a codo con Peña en el Estado de México, donde el político de Atlacomulco era Gobernador.

Antes de ser el encargado de la seguridad de Peña en el Edomex, León se desempeñó como Subjefe de la Sección Quinta en el Estado Mayor Presidencial, durante la administración federal del panista Vicente Fox Quesada.

De ese puesto fue que, en 2010, pidió licencia para ser jefe de seguridad del Gobernador Peña Nieto y luego lo acompañó durante la campaña presidencial del priista, en 2012.

La promoción de Eduardo León a General Brigadier, en noviembre de 2012, no estuvo exenta de reclamos internos dentro de las filas castrenses, de acuerdo con analistas especializados. Su ascenso rompió el orden tradicional, pues no obtuvo el grado por análisis y decisión del titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sino por orden del entonces Presidente Calderón Hinojosa, a petición de quien lo relevaría en Los Pinos: Peña Nieto.

De acuerdo con Estado Mayor, blog de información militar y seguridad nacional, en 2012, León Trauwitz, entonces Coronel con licencia, “no cumplía con los cuatro años obligatorios de ejercicio del rango para ascender”, aun así el escolta del ex Gobernador mexiquense obtuvo el rango de General Brigadier.

Los planes apuntaban a que Eduardo León sería entonces el Jefe del Estado Mayor Presidencial, pero el descontento interno lo impidió y se nombró entonces al General Roberto Miranda Sánchez.

Al asumir la Presidencia, y como premio de consolación, Peña Nieto nombró a su escolta Eduardo León Trauwitz como titular de la Gerencia de Servicios de Seguridad Física (GSSF) de Petróleos Mexicanos (PEMEX), cargo que ocupó hasta el 14 de marzo de 2014, cuando el Consejo de Administración de PEMEX aprobó la creación de la Subdirección de Salvaguarda Estratégica (SSE) –“con el objetivo de fortalecer las políticas de seguridad para la protección de las instalaciones, bienes y valores” de la petrolera–,que le fue entregada al General Brigadier hasta el cierre del sexenio peñista, el de la peor crisis de robo de combustible, explosiones y accidentes en la llamada Empresa Productiva del Estado.

Este martes, en el marco de la estrategia desplegada para combatir el huachicoleoen México, el Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que León Trauwitz está ya bajo investigación por el saqueo de combustibles a PEMEX.

“Está [el General de Brigada] en una lista de personas que se investigan con relación a esto, sin que haya todavía nada definitivo. Se está investigando a todos los que tienen que ver o tuvieron que ver”, dijo López Obrador en su conferencia matutina.

El explosivo paso

por PEMEX

La hoja de vida del General León –quien tiene 51 años de edad– dice que es egresado del Colegio Militar en 1986 y obtuvo la licenciatura en Administración Militar en la Escuela Superior de Guerra en 1994. También que obtuvo la licenciatura en Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 2009.

Su primer fracaso como titular de la Gerencia de Servicios de Seguridad Física de Petróleos Mexicanos se dio el 31 de 2013, apenas dos meses después de haber asumido el cargo, cuando a las 15:45 horas se registró una explosión en en el Edificio B2 de la sede de Petróleos Mexicanos en la Ciudad de México.

La detonación cobró la vida de 37 personas y dejó con lesiones a otras 126, así como importantes daños materiales en el edificio, pero también puso en evidencia las deficiencias en la seguridad corporativa de la empresa.

De acuerdo con una investigación del periodista Jorge Carrasco, publicada en la revista Proceso, a la explosión mortal en la sede de PEMEX, al General León Trauwitz se le entregaron cuantiosos recursos para aumentar la seguridad en la entonces paraestatal, incluido gastos para combatir a los huachicoleros.

Él mismo, en una entrevista con la revista Armas [número 488], explicó el despliegue de elementos del Ejército en la lucha contra el huachicol.

“Hoy tenemos desplegados permanentemente más de 2 mil 500 elementos de las Fuerzas Armadas y de PEMEX a lo largo de 60 kilómetros de ductos, quienes se encuentran permanentemente combatiendo este ilícito”, afirmó. De acuerdo con sus propias estimaciones, el delito había pasado entonces de 19 mil millones de pesos a 30 mil millones de pesos al año. Pero el General Brigadier, involucrado también en escándalos relacionados con Emilio Lozoya Austin, ex director general de PEMEX, entre otros, se quedó muy corto.

Al final del Gobierno de Peña Nieto, el robo de combustibles en México ascendió a 60 mil millones de pesos.

La crisis de violencia desatada por esa práctica, así como las pérdidas que hicieron mella en las finanzas de la petrolera mexicana, obligaron al nuevo Gobierno federal a desplegar una estrategia a nivel nacional.

El 27 de diciembre pasado, el Presidente López Obrador anunció el Plan Conjunto de Atención a las Instalaciones Estratégicas de PEMEX y

que fuerzas conjuntas del Gobierno federal mexicano habían intervenido n el sistema de monitoreo para detener el robo de combustible; también dijo que había tres funcionarios directamente involucrados y que ya estaban bajo proceso penal.