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CIUDAD DE MÉXICO, 5 de octubre (apro).- Eduardo Medina Mora prefirió renunciar como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) antes de que la Fiscalía General de la República (FGR) terminara la investigación en su contra por lavado de dinero. Evitó así el escenario de ser sometido a juicio político y al desafuero en caso de que se le encuentre responsabilidad por la triangulación internacional de 102 millones de pesos como alto funcionario del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Sin precedente en la historia reciente de la Suprema Corte, y sin expresar causa alguna, Medina Mora le presentó su renuncia al presidente Andrés Manuel López Obrador. El jefe del Ejecutivo la aceptó de inmediato. La propia SCJN prefirió guardar silencio.

Fuentes judiciales dijeron a Apro que la FGR abrió desde hace meses una carpeta de investigación contra Medina Mora a petición de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda, luego de que se dio a conocer el movimiento de recursos a través de una empresa familiar, contratista de los gobiernos del PAN y del PRI, de los que fue alto funcionario.

El viernes 4 Santiago Nieto confirmó que desde hace dos meses la UIF, que él encabeza, presentó la denuncia contra Medina Mora por lavado de dinero. De paso, cuestionó que el aún ministro haya “cercenado buena parte” de las atribuciones de la Unidad de Inteligencia Financiera con el propósito de proteger a grupos o personas relacionadas con el gobierno de Peña Nieto.

Explicó que uno de los criterios de Medina Mora fue la improcedencia de que una autoridad mexicana solicitara el congelamiento de cuentas bancarias, salvo cuando se trata de peticiones de gobiernos extranjeros.

Ese criterio utilizó para permitir que su amigo, el abogado Juan Collado, preso también por lavado de dinero, moviera 10 millones de euros de sus cuentas antes de ser arrestado por la FGR, según publicó el jueves el columnista Salvador García Soto, quien en junio pasado reveló las millonarias cuentas y transferencias del ministro desde México a Gran Bretaña y Washington a través del banco HSBC, entre 2016 y 2018.

Medina Mora, además, resolvió a finales del año pasado que el expresidente Peña Nieto no puede ser investigado en el caso de los desvíos de recursos del PRI en las elecciones intermedias de 2015 y que afectaron los ingresos del estado de Chihuahua.

La carrera burocrática de Medina Mora, de 62 años, concluye de forma abrupta con su renuncia. Se caracterizó siempre por la improvisación. Quedó marcada por pifias, como la Operación Limpieza, los granadazos en Morelia o el michoacanazo en la entonces Procuraduría General de la República (PGR).

En su trayectoria pública también está registrada la represión de la desaparecida Policía Federal Preventiva en Atenco y Oaxaca, en 2006; y su salida de la embajada de México en Washington, en 2015, en pleno ascenso de Donald Trump a costa de agresiones a México para llegar a la SCJN.

Durante toda su trayectoria en altas posiciones del Estado, Medina Mora se distinguió por la opacidad. Según consta en la página de servidores públicos de la Secretaría de la Función Pública, en ninguno de sus cargos estuvo dispuesto a manifestar su patrimonio, incluida su participación en la empresa Compusoluciones y Asociados, que es objeto de las investigaciones de la UIF y de la FGR.

Su riqueza fue expuesta en la prensa en junio pasado y no se justifica con sus ingresos, de por sí altos, como ministro de la Corte.

El choque con AMLO

“El presidente aceptó la renuncia horas antes de que trascendiera públicamente”, dijeron las fuentes de este semanario. Aunque en ese momento no se habían aclarado las “causas graves” que establece el artículo 98 de la Constitución para que el presidente acepte la renuncia de un ministro de la Corte y la apruebe el Senado de la República.

A pesar de que su renuncia ya había sido aceptada por el presidente, la SCJN pretendió darse por no enterada. La tarde del jueves 3, cuando la noticia ya se había extendido, el máximo tribunal publicó en su cuenta de Twitter que estaba en espera de la confirmación de la renuncia.

La oficina de comunicación social de la SCJN dijo que carecía de elementos para confirmarla “y se mantiene a la espera del trámite” que, en su caso, realicen el Poder Ejecutivo y el Senado de la República.