México

MONTERREY, N.L., 19 de noviembre (apro).- Los hijos de los fallecidos Luis Donaldo Colosio y Diana Laura Riojas pusieron en subasta centenares de artículos personales, de su propiedad, para recaudar fondos para la lucha contra el cáncer.

Luis Donaldo hijo informó que los objetos de la pareja son ofrecidos entre los días lunes y martes por la Casa de Subastas GIMAU, para que la suma obtenida sea canalizada a una organización, aún por definir, que se dedique a ayudar a padres y madres que padecen esta enfermedad.

El también diputado local por Movimiento Ciudadano señaló que es su hermana Mariana, radicada, como él, en Nuevo León, la que se encargó de manejar el evento, efectuado para conmemorar el 25 aniversario luctuoso de Diana Laura, quien pereció de cáncer el 18 de noviembre de 1994, meses después que su marido, quien fue asesinado ese año.

Colosio Riojas señaló que desconocía cuánto se recaudó en el primer día de la oferta, aunque versiones de prensa señalaron que se alcanzaron los 300 mil pesos, con la compra de los 174 objetos que salieron en puja.

Dijo que no se había involucrado en la organización del evento para no politizarlo, aunque señaló que también se alejó de la oferta porque temía que le ganaran los sentimientos por recordar alguno de los 604 objetos de los que consta la colección.

“Procuro no apegarme mucho a lo material, porque me desapega mucho de la memoria. Personalmente lo hago con mucho gusto, aunque también quise mantenerme al margen, porque si me pongo a ver los artículos luego me trae sentimientos y no me quiero despegar, pero es el recuerdo y la memoria de mis padres y el gusto de compartir esta partecita de ellos con más gente”, dijo hoy en entrevista.

En el primer día de la subasta, efectuado en la sede de GIMAU, en San Pedro, llamó la atención la venta de un bodegón que tuvo precio de salida de mil 500 pesos y que fue vendido en 9 mil.

Entre los objetos que estuvieron ofertados hubo pinturas que pertenecieron a la familia, reconocimientos, credenciales, discursos y hasta la cartera que portaba Colosio Murrieta el día en que fue asesinado en Tijuana, Baja California, el 23 de marzo de 1994.