COATZACOALCOS, Veracruz, 9 de diciembre (Sayda Chiñas Córdova, corresponsal de POR ESTO!).- Los efectos de la nube tóxica que se formó tras la explosión de Clorados III está afectando a la población, ya que en la zona han incrementado los casos de linfomas y otros cánceres agresivos en niños y jóvenes.
Lorenzo Manuel Bozadas Robles, biólogo investigador en medio ambiente del sur de Veracruz, dijo que se documentó con Greenpeace, que la explosión en esa planta produjo una ceniza muy tóxica que afectó a los municipios de Coatzacoalcos, Nanchital, Ixhuatlán y Moloacán.
Anotó que aparte de las 32 víctimas que murieron en la explosión y los heridos en ese evento, se le tiene que sumar la población que presenta problemas de salud, por haber respirado la ceniza o comido los productos del río.
El investigador de la contaminación del sur indicó que en los municipios aledaños han ido incrementando los casos de cáncer, sobre todo en niños pequeños y jóvenes, con cuadros clínicos que son muy agresivos, lo que es resultado de la falta de remediación que hubo tras el accidente.
Bozadas indicó que el caso del accidente de Clorados va a quedar en el olvido, ya que no hay voluntad de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) o la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) de tener una mayor regulación y revisión de las empresas locales, para que cumplan con las leyes y normas de la materia.