CIUDAD DE MEXICO, 26 de diciembre (EFE).- La Suprema Corte de Justicia de la Nación informó este jueves que actualizó el delito de violación contra menores de edad, pues ahora se considerará que tiene lugar independientemente de la forma en que ocurra el abuso. “Es decir, tanto si es el agresor quien penetra a la víctima u la obliga a que esta lo penetre”, indicó el órgano en un boletín.
El organismo detalló que se estableció que, independientemente de la forma en que se realice la agresión, se vulnera la libertad sexual de la víctima porque “se le priva del derecho a decidir con quién, cuándo y cómo desarrollar su actividad sexual”. Además, apuntó, se “transgrede su seguridad sexual”, pues en el caso especial de los menores de edad, estos no tienen la “capacidad” para decidir sobre actos sexuales.
Esta resolución se presenta luego de que la Primera Sala del Supremo estableciera una contradicción de tesis entre tribunales, pues uno sostuvo que no se actualiza el delito de violación cuando una persona se hace penetrar por un menor de edad. Esto, debido a que el tipo penal solo admite como perpetrador del delito a la persona que realiza el abuso.
Mientras que otro tribunal interpretó que sí se actualiza la violación, porque en términos del artículo 174 del Código Penal para el Distrito Federal, el delito se “configura indistintamente”. Así, no importa si el agresor penetra u obliga a que lo penetren.
Finalmente, la Primera Sala de la SCJN determinó que a la persona que se hace penetrar por un menor de edad se le debe atribuir el delito de violación ya que “el agresor se aprovecha de la edad de la víctima, vulnera sus bienes jurídicos tutelados, consistentes en su libertad y seguridad sexual”.
De acuerdo con estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el primer lugar en abuso sexual infantil con 4.5 millones de casos al año, aunque la cifra podría ser poco realista ya que solo 1 de cada 100 casos es denunciado.
Según un estudio del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, los principales agresores sexuales de los niños son familiares, luego maestros y después sacerdotes.
En 30 por ciento los abusadores son los abuelos o padrastros, 13 por ciento tíos, 11 por ciento padres biológicos, 10 por ciento primos, 8 por ciento vecinos, 7 por ciento maestros y 3 por ciento hermanos.