Integrantes de colectivos feministas y activistas sociales compartieron propuestas y acciones que han realizado para apoyar a las mujeres de sus comunidades mediante redes de apoyo que actúen ante cualquier tipo de maltrato
ALTAMIRANO, Chiapas, 29 de diciembre (NTX).- Luego de que la víspera, las asistentes al Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan narraran sus historias de violencia de género, las organizadoras del evento convocaron a una mesa de diálogo para compartir iniciativas que aporten al llamado zapatista de “mantenernos vivas”.
Integrantes de colectivos feministas, activistas sociales, abogadas, estudiantes y emprendedoras compartieron propuestas y acciones que han realizado para apoyar a las mujeres de sus comunidades mediante redes de apoyo que actúen ante cualquier tipo de maltrato.
“Las escucho todo el tiempo en estos procesos tan dolorosos cuando nos pasan estas violencias, pero también en los procesos de denuncias, por eso sugiero que nos unamos varias compañeras y creemos manuales con cosas que nos han servido para sanar para que otras mujeres puedan tener esas herramientas”, sostuvo “Mafasa” Solís, de la Ciudad de México.
La psicóloga quien labora en Sorece, Asociación de Psicólogas Feministas, planteó además la creación de un directorio nacional de especialistas que simpaticen con la defensa de la mujer, pues aseguró que la terapia con un enfoque feminista es muy diferente a la tradicional.
Por su parte, Verónica Beltrán, de la Brigada Ignacio Martín Baró en Jalisco, señaló que su equipo implementó un proyecto que busca difundir entre la población los derechos sexuales y reproductivos de las ciudadanas.
“Hacemos acompañamiento principalmente de violencia contra las mujeres y tenemos un grupo de aproximadamente 30 psicólogas quienes trabajamos desde un enfoque de género en la psicoterapia”, mencionó.
En su participación, Vanessa, de la colectiva poblana “Coatlicue Siempre Viva”, comentó que junto con sus compañeras, crearon un albergue donde le dan asilo a “hermanas” violentadas.
“El lugar se mantiene de donaciones y recibe a compañeras trans, migrantes o lesbianas que salieron de sus casas porque sus familias no las querían o las empezaban a tratar mal”, dijo.
Destacó que el espacio donde se encuentra el recinto que tendrá una matriz en la Ciudad de México, fue “tomado” por activistas, ya que no estaban dispuestas “a esperar apoyo o justicia de las instituciones”.
Asimismo, aseveró que también trabajan en el aborto legal en Puebla, ya que tienen dos iniciativas en el congreso del estado, una por la despenalización y otra por la legalización del aborto.
Ninguna de las valientes que se atrevió a contar su testimonio, terminó su narración sin que el llanto se apoderara de ella. Con la voz entrecortada, las sobrevivientes recordaron el día o los días que fueron violentadas sexualmente.
Durante el evento, las presentes pudieron compartir en un ambiente de empatía y confianza, las agresiones a las que han sido sometidas por parte de familiares, amigos y desconocidos.
Pararse delante de cientos de mujeres, tomar un micrófono y platicar el momento más desgarrador de su vida, no fue sencillo para las valientes que se atrevieron a relatar sus casos y las acciones para sanar.
Carolina, una joven de la Ciudad de México, describió el día en que sin saber que había pasado amaneció en la habitación de un hotel, desnuda y adolorida de su cuerpo.
Ella al igual que muchas otras víctimas fue drogada por su agresor en una fiesta y trasladada a un hotel para ser violada. Lo último que recuerda es estar divirtiéndose con amigos. Cuando despertó su dolor le confirmó lo que había sucedido.
“Ahora sigo recuperándome, no es fácil a diario lucho con esto, pero no me dejo vencer, sigo adelante y seguiré”, dijo.
“No estás sola, no estás sola” fue el grito al unísono que las mujeres le dedicaron a Carolina a quien también abrazaron y aplaudieron.
Mientras la oriunda de Ciudad de México se limpiaba las lágrimas, Mónica de Jalisco se ponía de pie y suspiraba profundamente.
Sin dejar de mirar el piso, Mónica narró que después de la violación que sufrió hace dos meses lo único que quería era morirse.
“A mi me sirvió tener una plática con mi espiritualidad, escuché una voz que me decía ‘no te preocupes es solo cuerpo tú alma no se toca’ y eso me dio mucha fuerza; de sentirme como en la muerte eso me dio mucha vida”, describió con la voz entrecortada.
Agregó que luego de la experiencia que tuvo y el ejercicio que realizó para seguir adelante, no comparte el tema de la revictimización ya que dice, “eso debilita a las personas y yo estoy muy a favor de todo lo que me dé fuerza.
“También intenté comprender a la otra persona, aprender a perdonar y perdonarme porque eso también sana mi alma y también lo perdone a él, intenté comprender su contexto socio histórico y cultural, sin justificar el acto”, apuntó.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública desde 2015 hasta septiembre del 2019, las fiscalías a nivel nacional tenían el registro de 66 mil 865 carpetas de investigación por los delitos de violación simple y violación equiparada.
De enero a septiembre de este año la cifra de carpetas de investigación es de 12 mil 905.