“Están planteando que pueda haber un especie de supervisión sobre el cumplimiento de la ley. Nosotros no aceptamos eso, que haya una especie de inspectores para ver si una empresa cumple con la ley”, dijo López Obrador en su conferencia matutina
MEXICO, 3 de diciembre (EFE).- El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó este martes una propuesta de Estados Unidos de inspeccionar, directamente en el país, el cumplimiento de la reforma laboral, pero promovió la integración de un panel para dar cauce a controversias.
Cuestionado por las supuestas demandas “extremas” de Estados Unidos que denunció este lunes la patronal mexicana para consolidar el tratado comercial entre México, EE. UU. y Canadá (el T-MEC), López Obrador reveló que representantes estadounidenses presionan con una especie de inspección a la reforma laboral que México no aceptó.
“Están planteando que pueda haber un especie de supervisión sobre el cumplimiento de la ley. Nosotros no aceptamos eso, que haya una especie de inspectores para ver si una empresa cumple con la ley”, dijo López Obrador en su conferencia diaria en Ciudad de México.
“No se aceptó y lo que se está proponiendo es que, si hay una controversia en una empresa, no en todo el sector empresarial o no en toda la industria de México sino sólo en una empresa, pueda haber un panel”, añadió.
El Mandatario explicó que en ese panel podría participar de manera conjunta un representante de EE. UU., uno de México y un tercero “para que, si no se cumplió con la norma, en un plazo considerable, luego se pueda tener tiempo para reponer el procedimiento”.
Así, dijo, “sino se repone el procedimiento en un plazo, estos panelistas que son como jueces decidan si realmente hubo una violación o un incumplimiento en materia laboral”.
“Esto es lo estamos viendo en estos días porque queremos que se apruebe el tratado y no queremos que pase más tiempo por los efectos que tiene el proceso electoral”, apuntó López Obrador.
El Presidente consideró que es un tema “complejo”, que su gobierno está atendiendo con toda claridad y transparencia y destacó la figura del negociador Jesús Seade en quien confía plenamente “él ya sabe que sí y que no (hacer)”.
“(A Seade) le tenemos toda la confianza, es mi representante y tiene mi confianza para firmar, pero al mismo tiempo ya que él esté satisfecho, antes de firmar le dicho que pida un tiempo para consultar a los senadores mexicanos”, expuso.
El lunes, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de México advirtió que existen demandas “extremas” de Estados Unidos para enmendar el convenio comercial con México y Canadá (T-MEC) y las que consideró “totalmente inaceptables”.
El organismo señaló que estas demandas “podrían afectar severamente la competitividad de México y de sus socios en América del Norte”.
Apenas el domingo, el embajador estadounidense en México, Christopher Landau, apuntó a la posibilidad de que el renovado tratado comercial de América del Norte experimente algunos “cambios” para que lo ratifique la Cámara de Representantes de Estados Unidos durante una charla en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
El 30 de noviembre de 2018, los Gobiernos de México –entonces presidido por Enrique Peña Nieto–, Estados Unidos y Canadá concluyeron la negociación del T-MEC, que debe sustituir el actual Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994, una vez sea ratificado por las legislaturas de los tres países.