* Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad, denunció un esquema perverso en el que la empresa tiene que pagar la renta de siete gasoductos que no están funcionando, y detalló que desde el 2015, esos contratos han costado 62 mil millones de pesos* Mencionó que las empresas asociadas a los siete ductos que formalmente no operan por condiciones adversas, pero cobran a la CFE como si suministraran el gas, son Carso, Ienova y Transcanada* Sostuvo que la empresa estaría obligada a pagar hasta 60 mil millones de dólares si se mantienen estas condiciones de los contratos. Dijo que la compañía corre el riesgo de quebrar si no llega a nuevos términos con las empresas
CIUDAD DE MEXICO, 11 de febrero (SinEmbargo).- Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), denunció esta mañana un esquema perverso en el que la empresa tiene que pagar la renta de siete gasoductos que no están funcionando, y detalló que desde el 2015, esos contratos han costado 62 mil millones de pesos.
Bartlett mencionó que las empresas asociadas a los siete ductos que formalmente no operan por condiciones adversas, pero cobran a la CFE como si suministraran el gas son Carso, Ienova y Transcanada.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador indicó que se buscará renegociar esos contratos con esas empresas.
Bartlett sostuvo que la empresa estaría obligada a pagar hasta 60 mil millones de dólares si se mantiene estas condiciones de los contratos.
Dijo que la compañía corre el riesgo de quebrar si no llega a nuevos términos con las empresas.
Bartlett detalló que por el alquiler de siete ductos varados, la CFE ya tiene una serie de penas, y por ejemplo, el año pasado, pagó 5 mil millones de pesos. Este año estaría pagando otros 16 mil millones de pesos de no negociarse los contratos, que, precisó, fueron firmados durante el Gobierno pasado. Indicó que se investigará quiénes firmaron esos contratos.
Las siete empresas dueñas de esos ductos parados, informó el director de CRE, son: Carso, IEnova y Transcanada.
Carso es del multimillonario mexicano Carlos Slim Helú.
Precisó que la empresa del Estado mexicano tiene que pagar cerca de 70 mil millones en 25 años, por esos contratos. Dijo que desde 2015, la empresa ha pagado unos 62 mil millones de pesos por el alquiler.
“De continuarse estos contratos la CFE está en riesgo de quiebra”, alertó.
El Gobierno acusó al ex presidente Felipe Calderón y a otros ex funcionarios mexicanos de favorecer indebidamente a empresas privadas de energía eléctrica y debilitar a la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Se creó una combinación entre los sectores privados y esas antiguas autoridades, que ha generado que en unos cuantos años, la CFE, esta empresa histórica, se haya reducido a una empresa que genera nada más el 50% de la energía”, dijo en conferencia de prensa el actual director de la CFE, Manuel Bartlett.
Acusó además a los ex funcionarios de conflicto de interés al tener relación laboral con empresas del sector tras dejar su cargo.
La acusación se enmarca en las críticas que ha hecho el gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador a la reforma energética aprobada en el 2013 por la administración anterior, que abrió el sector energético a la inversión privada, tras largos años de monopolio de la estatal Petróleos Mexicanos (PEMEX) y de la CFE, aunque en el caso de ésta última antes había empezado hacer negocios limitados con empresas privadas.
Efectivamente, en este modelo neoliberal han participado funcionarios de diferentes etapas del Gobierno mexicano, con lo que se crea una combinación entre los sectores privados y estas antiguas autoridades, que ha generado lo que se ha descrito: que en unos cuantos años la Comisión Federal de Electricidad, esta empresa histórica que electrificó al país en unos cuantos años se haya reducido a una empresa que genera nada más el 50 por ciento de la energía con toda una serie de mecanismos y, desde luego, con la participación de funcionarios públicos.
Me encarga el Presidente que recordemos quiénes han sido, en este trabajo de destrucción a la CFE, para colocarla de ser absolutamente suficiente en el país y convertirla hoy, hasta hoy digamos, en esta empresa que ha sido reducida por todos estos mecanismos.
Tenemos en el periodo de Carlos Salinas Gortari, promotor de la primera ley que abre a la iniciativa privada, al sector público, a empresas extranjeras, la participación en un mercado que estaba exclusivamente atendido por la empresa pública CFE.
La CRE, que ya mencionó el Presidente, es el organismo rector del sistema eléctrico, autorizó a la CFE crear una filial, porque la CFE está fraccionada, tiene seis subsidiarias: de generación, la transmisión es una empresa, en fin, fue fracturada de tal manera que no pudiera competir.
La CRE le autoriza a la CFE crear una filial, así se llama, una empresa aparte, de energía para que pueda comercializar con combustibles, pero para vender la energía que comercia en el mismo precio a la CFE y también a los competidores privados, lo cual es un poco extraño.
¿Qué es lo que ocurre? Se firman contratos realmente leoninos, que establecen que los consultores privados tienen que pagar todo el tránsito para la construcción de estos ductos, debe de cubrir lo que tienen que pagarle a los propietarios durante el paso de esa construcción. Pero se establece en ese contrato que cualquier causa de fuerza mayor que impida a esa empresa continuar la construcción, le obliga a la CFE a pagar una pena como si estuviera recibiendo el gas sin recibirlo.
Por el alquiler, en esta aplicación tenemos ya una serie de penas. Ya la CFE lleva pagados el año pasado cinco mil millones de pesos y este año, de no negociarse los contratos, estaría pagando otros 16 mil millones de pesos; pero, además, la CFE tiene que pagar el préstamo que se traduce de una inversión de 10 mil millones de dólares tendremos que pagar cerca de 70 mil millones en 25 años.
Por este alquiler llevamos pagados desde el 2015, 62 mil millones de pesos y seguirá así pagándose hasta llegar a 70 mil millones de dólares.