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* Debemos trabajar unidos con el espíritu de cuerpo que caracteriza al soldado mexicano, debemos resguardar y promover la unidad nacional y una cultura de servicio basada en la honestidad, en el cumplimiento de la ley, en el respeto y en la promoción de los Derechos Humanos
* Ningún soldado espera reconocimiento alguno, porque su mística se sustenta en el servicio desinteresado a la sociedad, en el patriotismo, en la lealtad y en los demás valores que se inculcan desde el momento en que se entrega a la carrera de las armas como una forma de vida
* El Ejército nació para defender la Democracia, para preservar las instituciones legalmente establecidas y para respaldar las aspiraciones y objetivos nacionales. Así se ha mantenido por 106 años y así seguirá
SALTILLO, Coahuila, 19 de febrero (Gobierno de México).- El General de División DEM Luis Cresencio Sandoval González, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), aseguró que el Ejército ha estado presente por 106 años en la vida política y social del país y es una institución que se ha edificado con el sacrificio de miles de mujeres y hombres. El instituto armado, dijo, tiene su origen en el pueblo al que sirve.
En Saltillo, Coahuila, el General Sandoval González afirmó que la corporación nació para defender la democracia, “así ha sido por 106 años y así seguirá”.
Sus ejes rectores son disciplina, valor, honor, lealtad, patriotismo, abnegación y espíritu, añadió Sandoval. En estos años se ha puesto especial atención a la profesionalización y además en el respeto de los derechos humanos y la transparencia, así como su apertura a las mujeres.
“El Ejército nació para defender la democracia. Así se ha mantenido por 106 años y así seguirá. Actualmente nuestro Ejército cuenta con la capacidad de responder a los desafíos que enfrenta el país”, destacó la tarde de este martes.
Reconozco, indicó, que ningún soldado se niega al trabajo ni espera reconocimiento alguno, porque su mística se basa en la lealtad. Y son las mismas familias mexicanas las que reconocen al soldado y llama al Ejército para su cuidado, agregó el General Secretario.
Sabemos que el trabajo es mucho, pero somos conscientes de que ese camino lo seguimos por convicción, expuso. Además, una motivación es el orgullo que sienten nuestras familias por lo que hacemos y representamos, aseveró.
El discurso
Muy buenas tardes y gracias por su presencia.
Coahuila, tierra que vio nacer a nuestro Ejército Mexicano, tierra de ilustres coahuilenses como Francisco I. Madero y Venustiano Carranza, entre muchos otros.
Tierra de gente franca y trabajadora que inspira a los soldados de México y que siempre los ha cobijado con calidez.
Por ello, el gusto de estar aquí, en la cuna de nuestra institución, y el agradecimiento a nuestro comandante supremo y a todos ustedes por su presencia en esta celebración del 106 aniversario del nacimiento del Ejército Mexicano.
El Ejército ha estado presente en cada transformación que ha tenido nuestro país, aunque con diferentes denominaciones, siempre abrazando las mejores causas de libertad, justicia e igualdad.
El Ejército fue el componente fundamental para consolidar la Independencia, la Reforma y la Revolución.
Producto de esta última etapa, y ante la situación inestable que se vivía en el país, el 19 de febrero de 1913, conforme a las facultades de extraordinarias concedidas por el Congreso del estado de Coahuila al entonces gobernador de la entidad, don Venustiano Carranza, inició la organización de fuerzas para sostener el orden constitucional amenazado, acción que se vio consolidada el 26 de marzo de 1913 con la firma del Plan de Guadalupe, en la hacienda del mismo nombre, a unos cuantos kilómetros de esta ciudad de Saltillo.
Dicho plan le dio a Carranza el carácter de primer jefe y, a las fuerzas revolucionarias surgidas del pueblo el nombre de Ejército Constitucionalista, que tiempo después recibiría el nombre de Ejército Nacional, para adoptar por último la denominación de Ejército Mexicano como hoy se conoce.
Apreciable concurrencia:
Las instituciones nacionales se edificaron con la visión, esfuerzo y sacrificio de varias generaciones de mujeres y hombres.
En ese marco, el Ejército Mexicano se ha forjado con la voluntad, el valor y el trabajo de muchos ciudadanos que, portando con orgullo el uniforme que nos ha concedido nuestro México, han dado solidez, cohesión y prestigio a nuestra institución.
Hoy, al celebrar sus 106 aniversario, afirmamos que el instituto armado tiene su origen en el pueblo al que sirve, en la historia de la nación y en los ideales de la Revolución.
Todo lo antes expuesto hace constar que, desde su gestación, hasta nuestros días, el Ejército Mexicano ha sido garante de la vida institucional de nuestro país.
El Ejército nació para defender la Democracia, para preservar las instituciones legalmente establecidas y para respaldar las aspiraciones y objetivos nacionales. Así se ha mantenido por 106 años y así seguirá.
Enfatizo que actualmente nuestro Ejército cuenta con capacidades para responder a los retos y desafíos que enfrenta nuestro país, un Ejército en el que se expresa nuestra diversidad étnica, regional y cultural, porque sus integrantes provienen de todos los estados, municipios y comunidades del territorio nacional.
Un Ejército cuyos ejes rectores en el servicio a la Patria son: Disciplina, Honor, Valor, Lealtad, Patriotismo, Honradez, Abnegación y Espíritu de Cuerpo; principios axiológicos que de manera integral, racional y patriótica cimientan la formación militar y la actuación del soldado mexicano.
Destaco que en estos 106 años de existencia el Ejército Mexicano ha vivido su propio proceso evolutivo en el que, entre otros aspectos, se ha puesto especial atención en la profesionalización, una profesionalización continua de sus integrantes, en un mayor acercamiento del soldado al pueblo, en el respeto a los derechos humanos, en la transparencia y rendición de cuentas, y en una mayor apertura hacia las mujeres que tiene vocación de servicio, siendo más de 25 mil las que actualmente forman parte de nuestra institución.
Esta evolución ha tenido como resultado la confianza creciente que la ciudadanía le brinda al soldado, confianza que forma un vínculo indisoluble entre las Fuerzas Armadas y el pueblo.
Señores generales, jefes, oficiales, personal de tropa:
El servicio a la patria desde las Fuerzas Armadas es voluntario y su práctica demanda entrega y compromiso, virtudes que reconozco en ustedes y en quienes se encuentran desplegados en todo el país o cumpliendo alguna tarea fuera de él.
Reconozco también que ningún hombre o mujer del Ejército Mexicano se intimida ante el trabajo y cada uno aporta lo mejor de sí para cumplirle a México y a los mexicanos.
Ningún soldado espera reconocimiento alguno, porque su mística se sustenta en el servicio desinteresado a la sociedad, en el patriotismo, en la lealtad y en los demás valores que se inculcan desde el momento en que se entrega a la carrera de las armas como una forma de vida.
Son las propias familias mexicanas las que reconocen el esfuerzo del soldado y demandan su presencia para sentir su protección ante todo tipo de amenazas que ponen en riesgo su integridad física o su patrimonio.
Esa es nuestra mayor motivación para seguir sirviéndoles con lealtad y patriotismo, lo hacemos solidariamente para contribuir a su tranquilidad y con la premisa ineludible de actuar siempre con apego a las leyes, respetando los derechos humanos.
Conocido es por todos que las misiones que cumplimos los soldados implican nuestra presencia en toda la geografía del país, aún en los lugares más apartados de nuestra nación.
El solado vive alejado de su familia por meses cumpliendo misiones y que debido a la exigencia de su profesión vive en la distancia fechas importantes, trascendentales, en el ámbito familiar.
En resumen, sabemos que el trabajo es mucho, pero somos conscientes de que ese camino elegimos y que lo seguimos por convicción, sabemos que trabajamos por nuestro México, con la satisfacción y el honor del deber cumplido en el servicio a los demás.
También una motivación importante es el orgullo que sienten nuestras familias por lo que somos y hacemos. Siempre están ahí para apoyarnos.
En cumplimiento a las instrucciones del comandante supremo de las Fuerzas Armadas, de fomentar el equilibrio entre las obligaciones militares y las responsabilidades familiares, se han implementado medidas diversas para fortalecer la moral y la disciplina en el Ejército y Fuerza Aérea, con el único fin de alcanzar el bienestar de los miembros del instituto armado y sus familias.
Ejemplo de ello es la derogación del artículo 16 del Reglamento de la Ley del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas, con lo cual restituye el derecho de portar las insignias del grado que es conferido para efectos de retiro.
Gracias, señor presidente, por este acto de reconocimiento y justicia con los miembros de las Fuerzas Armadas.
Los soldados de México agradecemos su apoyo, comprensión y sentido humano, pero sobre todo su confianza y expresión pública sobre la lealtad del Ejército y el reconocimiento a nuestros orígenes. Eso nos motiva y nos compromete a no fallarle al país, a no fallarle a usted y a no fallarle al pueblo de México.
Nuestro Ejército seguirá siendo leal a sus principios y valores que le dan solidez y que lo colocan como una institución fundamental al servicio de la democracia y de la república.
Asimismo, seguirá contribuyendo en la construcción de la paz por la seguridad de la sociedad conforme a la estrategia trazada por su gobierno.
Compañeros de armas:
Fechas significativas como las de hoy nos permiten entender el papel que el Ejército ha tenido en la historia nacional.
Sabemos que el país, hoy más que nunca, requiere de sus soldados y eso nos compromete a seguir desempeñándonos con alto sentido del deber en cada encomienda que se nos asigne.
Si bien es cierto que tenemos misiones orgánicas definidas, también es cierto que dentro de las mismas están implícitas otras tareas que tienen como finalidad el bienestar y el desarrollo de nuestro pueblo.
Por ello, debemos trabajar unidos con el espíritu de cuerpo que caracteriza al soldado mexicano, debemos resguardar y promover la unidad nacional y una cultura de servicio basada en la honestidad, en el cumplimiento de la ley, en el respeto y en la promoción de los Derechos Humanos. Somos un Ejército cuya única aspiración es servir con profesionalismo, honor y lealtad a México.
Un Ejército que hace equipo con la Armada y la Fuerza Aérea en el servicio a la nación.
Un Ejército que da todo por la patria y es aliado de la transformación que ha emprendido el gobierno de México para lograr el desarrollo, la paz y el bienestar social de los mexicanos y las mexicanas.
Felicidades al pueblo de México y a su Ejército.
El Ejército de todos los mexicanos.
Muchas gracias.