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CIUDAD DE MEXICO, 26 de febrero (SinEmbargo/EFE).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador no descartó este martes celebrar en México una mesa de diálogo sobre Venezuela si lo piden las partes, en la que serían invitados tanto el Papa Francisco como diplomáticos de renombre mundial.

“Si nos lo piden las partes, México siempre estará en condiciones de ayudar en la realización de un diálogo. Para conseguir la paz en cualquier nación están abiertas las puertas de nuestro territorio para que se dialogue”, apuntó el Mandatario en la rueda de prensa matutina.

Desde Palacio Nacional, explicó que de configurarse esta mesa de diálogo se invitaría, en el papel de “intermediario”, a diplomáticos de “prestigio mundial”, a las Naciones Unidas (ONU) o a Uruguay, país que sostiene una postura parecida a la de México ante la crisis venezolana.

“Incluso hasta el Papa Francisco (podría ser mediador), pues ya lo ha hecho”, dijo el presidente, que recordó que el pontífice había intervenido en asuntos sobre Cuba o la pacificación de Colombia.

Al principio de la conferencia matutina, López Obrador llamó al diálogo en Venezuela para lograr una “solución pacífica” entre las partes y defendió la libertad de expresión tras el suceso acontecido en las últimas horas con un equipo de Univisión.

“Convoco respetuosamente a las partes en conflicto a que se sientan a dialogar y a buscar una solución pacífica”, dijo el Presidente y líder del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) en la conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional.

Cuestionado sobre la petición del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, para que el Gobierno mexicano tome partido entre Nicolás Maduro o Juan Guaidó, López Obrador se limitó a remarcar el “respeto” existente entre Estados Unidos y México.

“No hemos tenido ningún tipo de presión”, apuntó el mandatario, que instó a evitar la polarización, la confrontación y la manipulación.

Sin abandonar su postura de no intervención, López Obrador llamó a las “partes en conflicto” en Venezuela a sentarse dialogar de manera pacífica y dejó abierta la posibilidad de que México sea el escenario para ello.

“Convoco respetuosamente a las partes en conflicto a que se sienten a dialogar y a buscar una salida pacífica”, dijo el mandatario, al destacar que la Constitución no le prohíbe hacer estos llamados.

“Eso sí lo puedo hacer, porque nuestra Constitución habla de la solución pacifica de las controversias”, comentó.

Aclaró que la oferta depende de si el Gobierno y la oposición venezolana le piden a México que sea sede del diálogo.

“México siempre estaría en condiciones de ayudar en la realización de un diálogo para conseguir la paz en cualquier nación. Están abiertas las puertas de nuestro territorio para que se dé el diálogo”, afirmó.

No obstante, destacó que el papel de mediación también lo podría desempeñar Uruguay, país que también se ha mantenido al margen de la crisis en Venezuela, o un “diplomático de prestigio mundial, la ONU, incluso el Papa Francisco”, dijo.

López Obrador omitió pronunciarse sobre el llamado a México que hizo ayer el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, a reconocer al autoproclamado presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, como el mandatario legítimo de ese país.

El tabasqueño se limitó a insistir en la buena relación de respeto con Estados Unidos, aunque –sin mencionar a ese país, que ha encabezado el envío de ayuda humanitaria a Venezuela—se pronunció por dejar esa tarea a organismos internacionales como la ONU y la Cruz Roja para que no se politice ese tema.

Asimismo, exhortó a los gobiernos a actuar con responsabilidad, “no en función de la carga ideológica o en función de los intereses hegemónicos, sino en el interés de los ciudadanos y el interés general, de manera auténtica y real”, expresó al referirse a “algunas cosas que ofenden la inteligencia, me refiero a algunos pronunciamientos, hasta allí la dejamos”, puntualizó.

Sobre el caso de Venezuela, AMLO afirmó que “no quiero meterme en opiniones de ninguna índole. La postura está lo suficientemente clara, está en la Constitución”, concluyó.

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