El Universal.- Las autoridades de investigación trabajan para determinar cuál es el objetivo de los intentos de secuestro de mujeres en las inmediaciones de las estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y si los agresores operan de manera individual o son una banda.
El domingo pasado, a la procuraduría capitalina llegó una mujer a denunciar que fue víctima, aparentemente, de personas que se dedican a plagiar mujeres afuera del STC. Narró que por la fuerza la metieron a un vehículo Chevy negro y luego de “pasearla” durante media hora por varias calles, mientras le hacían tocamientos, la dejaron ir. La mujer asegura que la cicatriz de su cesárea la salvó.
Según la ficha informativa que documentó la Dirección General de Investigación Criminal en Fiscalías Desconcentradas, de la procuraduría local, el incidente ocurrió el domingo pasado, cuando una joven de 20 años de edad, María Guadalupe “N”, se acercó a una patrulla de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México a pedir ayuda y ésta la trasladó al Ministerio Público.
Ahí relató lo sucedido, pero se negó a ser entrevistada para dar más detalles, porque “tenía mucho miedo”. El hecho ocurrió el domingo pasado, después de las 17:00 horas, afuera de la estación Candelaria; de acuerdo con información proporcionada por la víctima, el sujeto que la metió por la fuerza al vehículo aparentemente la siguió desde adentro del Metro.
Éste fue identificado como un joven de entre 20 y 25 años de edad, de tez morena clara, boca chica y con un tatuaje en el cuello, rasgos que coinciden con el presunto agresor que ha sido denunciado e identificado en por lo menos otras tres ocasiones; las autoridades creen que se trata del mismo sujeto que ha intentado llevarse a igual número de mujeres en las estaciones Miguel Ángel de Quevedo, Ciudad Universitaria y Centro Médico.
“Me levantaron la blusa de la parte delantera y me vieron el abdomen, ahí se dieron cuenta de mi cicatriz de cesárea, luego uno de ellos dijo: ‘Así ya no nos sirve’ y me dejaron ir”, se lee en la narrativa de la denuncia de hechos que la mujer realizó ante las autoridades investigadoras.
La joven detalló que el agresor la tomó por el cuello, luego sintió cómo la jalaron del cabello hasta someterla y meterla en la parte trasera del vehículo compacto. Ya adentro, con unas agujetas le amarraron las manos, luego sintió que estuvieron dando vueltas y la comenzaron a torturar sicológicamente, al tiempo que le decían que no gritara.
“Tus dedos son muy pequeños, te los vamos a cortar para mandárselos a tu familia”, asentó la mujer en la denuncia de hechos. Agregó que un segundo sujeto le levantó la blusa y sintió cómo la “tallaban con un objeto extraño”, que no identificó qué era, luego al revisarla a detalle le encontraron la cicatriz de la cesárea y en ese momento decidieron dejarla ir.