Durante años el gobierno de México logró mantener la existencia
de este video en completo secreto. Era, si acaso, un rumor
CIUDAD DE MEXICO, 5 de febrero.- Fueron cinco los médicos especialistas en medicina forense que realizaron la autopsia al cadáver de Luis Donaldo Colosio Murrieta. Determinaron que la causa de la muerte fue una herida por proyectil de arma de fuego perforante de cráneo. Explican que la lesión que recibió el candidato presidencial en el abdomen no “interesó” ningún órgano vital, sino que fue “en sedal”, es decir, solamente dañó “piel, tejido celular subcutáneo y músculo exclusivamente, sin penetrar a cavidad”. Se aprecia cómo los especialistas miden el orificio de entrada y de salida del proyectil.
En él se observa a los médicos y al menos dos peritos en fotografía y dos videocámaras, quienes registran paso a paso los lugares donde se alojaron los proyectiles de arma de fuego. El perito en fotografía Rubén Filorio Lair señaló en su momento a la Procuraduría General de la República (PGR) que durante la necropsia su trabajo se vio obstruido por la cantidad de gente presente. Se vio impedido para tomar fotografías desde mejores ángulos y para usar la reglilla milimétrica.
Al correr el video se observa cómo los investigadores analizan la trayectoria de las dos heridas de arma de fuego que presenta el cuerpo de Colosio.
Durante la autopsia dan a conocer los detalles de la trayectoria de las balas que salieron del cañón del revólver calibre .38 especial.
Ambas atraviesan el cuerpo del entonces candidato a la presidencia de la República.
Se escuchan los análisis que los investigadores le realizan a las ropas del sonorense, como esa chamarra Burberry que en algún momento fue blanco ostión y que vestía en su último discurso.
Sobre la plancha de cemento se ve el cuerpo boca arriba de Luis Donaldo Colosio.
Los investigadores en medicina forense primero analizan el cráneo, el cual fue dañado severamente. Y cómo la bala pasó por la masa encefálica.
Organización Editorial Mexicana (OEM) da a conocer fragmentos de la necropsia que especialistas en medicina forense le realizaron al cuerpo de quien fuera candidato a la Presidencia de la República del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
A casi 25 años del magnicidio y en exclusiva se hacen públicos además varios videos del mitin de Lomas Taurinas desclasificados por la PGR.
La mayoría de las grabaciones fueron solicitadas por la OEM a través del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai). Se hacen públicas distintas tomas de su último discurso hasta hoy inéditas, la llegada a Tijuana, las horas de caos en el hospital, la detención de Mario Aburto, su traslado y detalles de la colonia Lomas Taurinas.
El videocassette hasta ahora no conocido públicamente de la autopsia del candidato llegó a la redacción de El Sol de México unos días después de que dimos a conocer el “Atentado a Lic. Colosio”, una grabación que solicitamos a la PGR a través del Inai y que fue desclasificada en octubre del año pasado. Se trata de la pieza identificada como “BTC 01” en los archivos del gobierno que hicimos pública en diciembre de 2018.
El videocassette hasta ahora no conocido públicamente de la autopsia del candidato llegó a la redacción de El Sol de México unos días después de que dimos a conocer el “Atentado a Lic. Colosio”, una grabación que solicitamos a la PGR a través del Inai y que fue desclasificada en octubre del año pasado. Se trata de la pieza identificada como “BTC 01” en los archivos del gobierno que hicimos pública en diciembre de 2018.
“Nosotros no le tememos a la competencia política, lo que sí rechazamos es la incompetencia política”, dijo Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato del PRI a la presidencia de la República, la tarde del 23 de marzo de 1994, en su último discurso en Lomas Taurinas.
Ésa, una de las últimas frases que gritó el político priista, forma parte de los 13 videos desclasificados por la Procuraduría General de la República (PGR), grabaciones resguardadas bajo llave durante casi 25 años.
Colosio llegó a Tijuana en un jet, descendió y saludó desde la escalera. Ya lo esperaba mucha gente, tanta que doblaban las rejas para acercarse. Encabezaba las encuestas, se sabía más fuerte que Diego Fernández de Cevallos, del PAN, y Cuauhtémoc Cárdenas, del PRD. Se arremolinaban a su alrededor, querían tocarlo, hablar con él, pedirle algo. Su equipo de seguridad no podía contenerlos. “¡Orden!.. ¡Orden!”, gritaban ansiosos. Les costaba abrirle paso para que abordara la camioneta.
Un joven logra atravesarse en su camino y empieza a decirle antes de que lo arrastren a otra parte: “Señor Colosio esto es resultado de la poca vergüenza y de la falta de sensibilidad humana del gobernador del estado (Ernesto Ruffo Appel) y del presidente municipal de Tijuana (Héctor Osuna Jaime)”. Reclamó entre el tumulto de escoltas que cuidaban al ex secretario de Desarrollo Social (Sedesol). Se refería a información que movía en sus manos, un folder amarillo recibido por el aspirante presidencial.
“Un joven fue herido en la colonia Castillo (de Tijuana) por un policía municipal, cuando fuimos a solicitar un médico el día del informe nos sacaron a golpes y nos mandaron al hospital”, gritó el ciudadano al político del PRI, quien mantuvo sus pasos firmes entre arengas. Sabía quitarse las manos de encima, a las señoras que le tomaban el brazo, a los que querían audiencia, a los que se atravesaban para abrazarlo. Miraba hacia algún punto y levantaba la mano saludando de pronto hacia otro lugar para escapar.
El destape del economista del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) como candidato presidencial se dio el 28 de noviembre de 1993 con todo el respaldo de Fidel Velázquez, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), y Hugo Andrés Araujo, líder de la Confederación Nacional Campesina (CNC).
A Fernando Ortiz Arana, presidente del PRI, le tocó informar que el Comité Ejecutivo, sus sectores agrario, obrero y popular, la coordinación de la mayoría priista en las Cámaras de Diputados y Senadores, las organizaciones femenil y juvenil, el Movimiento Territorial Urbano Popular y el presidente del PRI en el DF apoyaban a Colosio como precandidato a la presidencia de la República.