Los expedientes de homicidios se cruzan, personas que primero declaran como testigos de muertes violentas han terminado convertidos en víctimas de ejecuciones / Las balas han alcanzado lo mismo a quienes han señalado a cabecillas de la venta de droga al menudeo, que a ladrones de autos
TIJUANA, Baja California, 29 de marzo (Investigaciones ZETA).- Bajo la regulación del Nuevo Sistema de Justicia Penal, si los testigos de crímenes mayores desean declarar, quedan en indefensión. A las autoridades locales les resulta muy difícil convencer a las personas que están presentes durante un homicidio de que declaren formalmente, porque la Fiscalía tiene poco qué ofrecer a cambio.
De acuerdo al registro de incidencia de la Secretaría de Seguridad Estatal de Baja California, entre el 18 de junio del 2016 –inicio generalizado del NSJP–, y el 28 de mayo del 2018 se han cometido en el Estado a 6 mil 810 homicidios violentos, de los cuales se han judicializado entre el 15 y 20 por ciento. En el presente año la meta es alcanzar el 30 por ciento.
Estas cifras de efectividad podrían aumentar si, por un lado, se asignaran recursos económicos en el presupuesto de las fiscalías para sostener la figura de los testigos protegidos que no están implicados en los crímenes; o si los diputados modificaran las leyes para ofrecer mayores beneficios a los participantes de un delito, que de manera anexa, atestiguan un asesinato.
“Pero no, cuando se trata de cómplices de un delito y testigos de un asesinato, lo único que les puede ofrecer el Ministerio Público es una reducción mínima de su pena, y por unos pocos años prefieren no arriesgarse”, explicó el subprocurador general del Estado en Tijuana, Jorge Alberto Alvarez.
Siendo subprocurador en Tecate, el hoy exsecretario de Seguridad del Estado, Gerardo Sosa, también comentó a ZETA del peligro que significaba ser testigo bajo el nuevo sistema, dado que ese municipio fue el primero en usar la figura del “testigo protegido” en casos de homicidio.
En aquel primer período del NSJP, dos homicidas fueron procesados y sentenciados en Tecate, durante el tiempo que duró el juicio los testigos fueron llevados y resguardados en una dirección desconocida en Mexicali. Sin embargo, al concluir el proceso, y después de presentarse a declarar contra asesinos en más de una audiencia, estas personas quedaron solas y sin mayor apoyo.
En Tijuana, ciudad donde ocurren el 80.75 por ciento de los asesinatos –498 de 614 en lo que va del año 2019–, y la mayoría de los homicidios están relacionados con narcomenudeo, en un alto porcentaje de las ejecuciones los testigos son también integrantes de células delictivas.
“A pesar de que conocen a los agresores, no es usual que acepten cooperar con la investigación, en las pocas ocasiones que lo hacen es porque los unió algún tipo de relación afectiva con la víctima”, detalló el subprocurador Álvarez.
¿En los informes policiacos recientes ya se empieza a registrar el asesinato de algunos de estos testigos de homicidios?, se le preguntó a Álvarez.
“Sí, ha habido casos en que personas que han sido testigos en unos expedientes han sido asesinados, pero no podemos dejar pasar en el análisis que algunas o varias de estas personas también están involucradas en actividades ilícitas.
”Entonces el móvil puede ser su actividad ilícita, el testimonio o las dos cosas. Pero en este momento no existe un registro pormenorizado en ese sentido”.
Carmen vio al “Cabo 30” asesinar a 2 hombres
Tras reconocer el cadáver de su hija de 18 años asesinada a balazos el 12 de octubre del 2018, el padre de la joven Carmen Guadalupe les dijo a las autoridades que la muchacha de 18 años no tenía problemas, ni adicciones. Pero que seis meses atrás, aun siendo menor de edad, declaró respecto a un doble asesinato que atestiguó.
El 6 de marzo del 2018 la joven vio a Rodolfo López Arellano “Cabo 30”, a “El Pitza” y a su exnovio Luis Ángel Gurrola Carranza “El Mudo” cuando llegaron a un taller mecánico de la Privada Sonora del Fraccionamiento Valles, donde vivía.
Después también los observó cuando dispararon y asesinaron al mecánico Luis Zúñiga Sánchez y a Edwin Osvaldo Escobar Flores, porque, previo al ataque, ella estaba platicando con este último. El arma usada para quitarle la vida a la joven resultó positiva en otras siete carpetas.
Señaló presuntos responsables en asesinato de lideresa
Frente a un edificio en el fraccionamiento Margaritas, en la delegación La Presa, asesinaron a Javier Eduardo Villegas Ruelas el 10 de octubre del 2018.
En mayo del 2017 este hombre adicto había declarado como testigo en la muerte de Aidé Fierro Castro, lideresa del Partido Revolucionario Institucional (PRI), asesinada y calcinada en diciembre del 2016 junto con sus dos hijas de 15 y 10 años.
Dijo que otros adictos del fraccionamiento El Niño habían señalado como responsables a cuatro narcomenudistas conocidos en la colonia: “El Marisquero”, “El Miguelillo”, “El Gestos” y “El Max”.
“Estos cabrones se pasaron, le fueron a cobrar el dinero de un jale que el marido de la señora le debía al Fredy, y como el vato no estaba hicieron eso”, declaró.
Declaró respecto a la célula de “Don Vic” y los Alamillo
El 17 de noviembre del 2017 se reportó una balacera en el interior de una tienda ubicada en la calle central de la colonia Valle Redondo, delegación la Presa Rural que terminó con dos hombres muertos, uno identificado como José Ángel Bernal Ramos.
Roberto Eduardo Tovar Monroy “El Morral”, empleado del local, fue localizado y declarado hasta el 7 de diciembre del 2017.
Detalló que sus jefes vendían cristal, mencionó a “El Primo” y a los hermanos Antonio y Francisco Alamillo Romo como quienes controlan la venta de droga en “el basurero”, y todos delinquen con “Don Vic”.
También explicó que el pleito por la venta de droga con sus jefes había iniciado tres semanas atrás, cuando gente del Cartel Nueva Generación (CNG) llegó a amenazarlos.
“El Morral” fue asesinado el 25 de enero del 2018 en el Rancho Portezuelos del fraccionamiento Valle de Las Palmas.
La familia vendía droga
A Tania Jocelyn “N” la asesinaron el 20 de septiembre del 2017 en la colonia Valle Dorado, la misma zona donde mataron a su mamá Teresa Barajas, y al novio de la madre José Ricardo “El Bigotes”, expedientes en los que la joven de apenas 17 años sirvió de testigo.
“El Mapache” atestigua contra narcomenudista y lo matan
A Edgar Gerardo Vázquez Millán “El Güero Pirata” lo mataron el 4 de abril del 2018 en el hotel Houston, en la zona Centro de Tijuana. Su amigo, Rudy Jesús Maldonado González, “El Mapache”, decidió declarar en el expediente del homicidio.
Explicó que era adicto, vivía y compraba droga en la zona, por eso pudo identificar perfectamente al hombre que mató a Vázquez, porque era uno de sus proveedores.
Con nombre, descripción, y señalamiento en un álbum fotográfico, señaló a Rodolfo García Gómez, “El Grande”, de quien dijo se dedicaba a “cuidar” a los vendedores de droga que operan afuera del hotel Acapulco en la zona norte.
Rudy Maldonado fue asesinado el 28 de abril del 2018 en la recepción del hotel Niza.
Identifica homicida en febrero de 2017 y lo matan en abril
Fernando Acero Mora vio a un hombre sospechoso cerca de su casa, se acercó a preguntarle “¿qué se le ofrecía?” y este le respondió apuntándole con una pistola y la frase “que te valga verga… no sabes ni quién soy”.
Momentos después vio cómo el mismo hombre conversaba con Tomás Alberto Valdez Núñez – actual esposo de su exmujer–, los vio alejarse un poco y después observó cómo el sujeto no identificado mataba a Tomás a balazos y huía. Eso sucedió el 11 de noviembre del 2016.
En una fila de reconocimiento con 5 sujetos, realizada el 17 de febrero del 2017, Acero reconoció a Héctor Jovani Jiménez Romero como el asesino.
Poco más de dos meses después, el 30 de abril la central de radio recibió el informe de que a las 19:52 horas en un camino vecinal de la colonia Lázaro Cárdenas a espaldas de la preparatoria Cecyte en la delegación San Antonio de Los Buenos, las autoridades encontraron un hombre asesinado a balazos, se trataba de Fernando Acero Mora.
Pleito entre roba autos en San Antonio de Los Buenos
En noviembre del 2017, Luis Piña Rodríguez decidió declarar respecto al asesinato de su amigo, Kevin Omar Miramontes ocurrido el 9 de octubre del 2017 cuando circulaba como acompañante a bordo de una Jeep Compass modelo reciente en la colonia Jardines de las Cruces.
Piña relató cómo el día de los hechos vio a bordo de una camioneta Dodge Caravan color uva a sus conocidos, Miguel Ramírez Peña “El Tabaco”, “El Marce” y “El Edgar”, atestiguó cómo estos hombres interceptaron el Jeep en el que viajaba “El Kevin”, “El Marce” se bajó e inició una pelea.
“Qué onda hijo de tu puta madre…” inició una breve discusión que terminó cuando “El Marce” sacó una pistola, metió la mano por la ventana del Jeep y mató a Miramontes.
Al mediodía del 12 de diciembre del 2017, otro reporte policiaco indica que dos hombres, a bordo de una camioneta Chrysler, fueron baleados en la gasolinera ubicada en el kilómetro 7 de la carretera libre Tijuana-Ensenada, en la colonia Tejamen de la delegación San Antonio de Los Buenos. Uno quedó muerto en la escena y se trata precisamente de Luis Piña Rodríguez.
Su compañero de viaje, Eduardo Castillo Verduzco se reportó en calidad de lesionado. Días más tarde, este hombre en calidad de testigo declara y señala como responsables a Miguel Ramírez Peña “El Tabaco” y a Marcelino Cruz García “El Marce”, este último fue capturado en 28 de febrero del 2018.
En la integración del expediente salió a relucir un informe policiaco homologado del 30 de octubre del 2017 en la cual Peña aparece como víctima lesionada a balazos y señala directamente a Miguel Ramírez Peña “El Tabaco”, como su agresor.
En este caso, “El Edgar”, acompañante de los homicidas en la muerte de Kevin Miramontes, también fue testigo en el expediente 18/19954 y víctima en el expediente 18/32689.
Los antecedentes delictivos de los sujetos implicados en los cinco expedientes mencionados son por robo de vehículo, robo a casa habitación, lesiones y violencia intrafamiliar en Tijuana y Ensenada.