México

Gerardo, legalmente casado con Irvin, tuvo su bebé. Pero no puede registrarlo como hijo de ambos

Ciudad Juárez, 18 de abril (La Verdad).– Con su bebé  en brazos, Gerardo y su esposo Irvin iniciaron una batalla contra la burocracia jurídica del estado de Chihuahua  que les impide el registro civil  de la niña como hija de los dos.

La bebé, a la que llaman Sonia, nació por parto natural el 13 de abril en el hospital de la Familia de Femap. Es la primera hija de Gerardo, un transgénero  de 26 años de edad, quien al nacer fue mujer de sexo y con trámites legales obtuvo su reconocimiento como hombre; e Irvin, un hombre bisexual de 34 años.

“Desde que Gerardo quedó embarazado han sido muchas las peripecias que hemos enfrentado”, dice su marido. Ahora dan la batalla a la burocracia jurídica del estado para defender el derecho de identidad de su hija.

En la oficina del Registro Civil, ubicada en edificio sede de dependencias estatales conocido como El Pueblito, en Ciudad Juárez, les negaron el registro de la bebé.

“Nos dijeron que no podían registrar una menor como hija de dos hombres o dos mujeres”, dice Gerardo, quien hasta el año pasado se llamaba Rubí Aracely.

“El martes venimos y nos formamos, dijimos que queríamos una cita para registrar a la niña, nos dieron una hoja para llenar con los datos, pero ahí decía nombre del padre y de la madre… ahí inició el problema”, explicó Gerardo con su bebé dormida en su regazo en el exterior del Registro Civil, a donde acudieron este miércoles a solicitar por escrito que se expida el acta de nacimiento de su hija.

En el documento que entregaron, dirigido a Inés Aurora Martínez Bernal, directora del Registro Civil, el matrimonio mencionó que el 16 de abril se les negó el registro por la supuesta razón de que ambos son masculinos, algo que impugnan porque consideran no fundamenta la negativa y atenta contra el derecho de identidad de su hija.

Cuestionado sobre esta situación, Julio Brito Saucedo, oficial de la Oficina de Registro Civil que recibió la solicitud de Gerardo e Irvin, asegura que no hay sustento legal en el estado de Chihuahua para registrar a una persona con padres del mismo género.

“No depende de nosotros, así está en Código Civil del estado, donde se establece que se registra al niño o niña con un padre y una madre”, dice.

Si las personas no cumplen con los requisitos que establece la ley se deben seguir otros caminos, y en este caso lo que se debe seguir es un juicio civil o tramitar un amparo, agrega el oficial del Registro Civil.

Señala que hay otro caso en la ciudad donde dos mujeres solicitaron el registro de su hijo, las que recurrieron al amparo y ahora están por hacer la inscripción de su niño.

“No podemos ir más allá de lo que establece la ley”, asegura.

Sin embargo, Nasho Díaz, coordinador del Movimiento Integración de la Diversidad, advierte que, en este caso, hay una franca violación a los derechos de identidad de la niña.

Dice que casos como el que enfrentan Gerardo e Irvin implican que aún se debe seguir trabajando e insistiendo para que los códigos en materia civil, o de matrimonio, se actualicen acorde a las necesidades de población en general, para que se respeten derechos como el de este asunto, de una persona transgénero.

Díaz comenta que conocen a este matrimonio porque los apoyan desde que se les negó la rectificación del acta de matrimonio –luego de que Gerardo logró ser hombre de manera legal– y ahora, que no les quieren registrar a la niña como hija de ambos.

El matrimonio dice que ha enfrentado una serie de discriminaciones y no quieren eso para su hija, por eso hoy enfrentan esta batalla por su derecho a la identidad, necesario para brindarse de otros derechos.

Como ejemplo citan que sin el registro no pueden dar de alta a la bebé en el Seguro Social. “En el IMSS nos dicen que si no traes el acta de nacimiento de tu hija le vamos a negar el servicio, eso nos preocupa”, dice Irvin.

Gerardo dice que su embarazo fue planeado. Lo vivió sin complicaciones y con el respaldo de sus familias. Sin embargo, agrega, que en la calle la gente lo veía con cara de asombro, hasta con morbo.

Las dificultades las enfrentó hasta en la clínica del IMSS, en La Chaveña, donde se atendía.

“La doctora no me pudo dar citas prenatales, ni nada de eso, porque sus sistemas no lo permiten, porque estoy registrado como varón, sólo me permitieron citas con médico familiar…me trataban mal porque soy diferente”, asegura el hombre transgénero que hace cuatro días tubo un parto natural sin complicaciones.

“La niña nació saludable y tuve un parto natural”, dice Gerardo. La bebé pesó 3.815 kilos y midió 52 centímetros, agrega, mientras mira a la pequeña que duerme entre sus brazos entre el bullicio de las personas que realizan trámites en las oficinas estatales.

Irvin dice que conoció a Gerardo en un centro de reclutamiento en una tienda de supermercado. Ambos buscaban trabajo. Con la convivencia se enamoraron y se casaron, aunque en ese entonces Gerardo aún no realizaba el cambio legal de su identidad, la cual logró en la Ciudad de México hasta el año pasado, cuando rectificaron su acta de matrimonio, con el apoyo del bufete jurídico de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.

Nosotros somos un matrimonio, ya somos papás, tenemos una hija, dice Irvin.