* Anuncian un paro nacional y el cierre de las principales avenidas de la Ciudad de México el próximo 3 de junio por la competencia desleal de Uber y otras plataformas digitales, con el respaldo de gobiernos locales
CIUDAD DE MEXICO, 29 de abril (SinEmbargo/NOTIMEX).- Taxistas anunciaron el cierre de las principales avenidas de la capital del país el próximo 3 de junio y un paro nacional en reclamo por la operación de aplicaciones como Uber y DiDi, con el respaldo de gobiernos locales.
Integrantes del Movimiento Nacional Taxista, que integra a más de 20 mil transportistas en la Ciudad de México y a 200 mil a nivel nacional, afirmaron que las autoridades han impulsado la competencia desleal del servicio con quienes lo dan con aplicaciones.
En conferencia de prensa, los taxistas argumentaron que los que trabajan con aplicaciones no tienen que pagar, por ejemplo, una concesión de 40 mil pesos, y sólo se les cobra 713 pesos; por la revista el precio es de mil 635 pesos, pero los conductores de plataformas no tienen que liquidar ese concepto.
Además, los taxis deben pagar una licencia y tomar un curso que cuesta dos mil 565 pesos y sus contrapartes no; por la cromática el precio es de dos mil 500 pesos, mientras que las plataformas no tienen que pintar de manera específica sus autos; además los taxistas tradicionales tienen una tarifa fija mientras que los de las aplicaciones pueden hacer cobros dinámicos o libres a los usuarios.
Explicaron que al no tener un registro ante las autoridades, los transportistas de las plataformas no garantizan la seguridad de sus usuarios y como muestra, aseguraron que el año pasado se reportaron casi 400 delitos en las unidades, entre ellos, violaciones, lo que va contra su publicidad que calificaron como «engañosa».
A decir del dirigente de los taxistas, Ignacio Rodríguez Mejía, éstos son tratados en la capital con discriminación e inequidad y calificaron a las autoridades como aliados de las aplicaciones.
Además, se quejaron de la falta de atención del secretario de Movilidad capitalino, Andrés Lajous Loaeza.
Aunque reconocen que el cierre de calles afectará a los usuarios y a toda la ciudadanía, agregaron que es la única opción que considera posible ante la falta de atención de las autoridades.
Líderes del Movimiento Nacional de Taxistas anunciaron este lunes que realizarán un paro el próximo 3 de junio en la Ciudad de México pues acusaron que las nuevas disposiciones de la Ley de Movilidad, anunciadas por la administración de Claudia Sheinbaum Pardo, no garantizan el piso parejo entre el sector y los servicios que brindan las aplicaciones.
“Quiero informar que el primer lunes del mes de junio habrá un paro nacional de taxistas y ofrezco anticipadas disculpas a los ciudadanos de la Ciudad de México porque vamos a interrumpir el tráfico de las vialidades más importantes que tenga la ciudad el 3 de junio. La pretensión es cerrar el ingreso a la ciudad”, anunció Ángel Morales, líder del Movimiento en una conferencia de prensa hoy frente al Palacio del Ayutamiento, sede del Gobierno de la Ciudad de México.
Aseguró que serán cerradas las entradas de Querétaro, de Puebla, de Pachuca, Toluca, y de Guerrero y que en el paro participarán unos 20 mil taxistas.
“Es el acuerdo que hemos llegado a nivel nacional, porque no vamos a permitir que con argucias legaloides, la administración de la ciudad pretenda desaparecer el servicio de los taxistas”, añadió.
El Movimiento Nacional de Taxistas denunció que las nuevas disposiciones del Gobierno capitalino no contemplan que los taxistas sí deben pagar una concesión de 40 mil pesos; así como una licencia y tomar un curso que cuesta 2 mil 565 pesos. Mientras los conductores de aplicaciones no deben de cumplir con estos requisitos.
Otra de las diferencias que reclamaron es que los conductos de taxis deben de pintar sus autos con una cromática específica, cuyo costo de de 2 mil 500 pesos y además cuentan con una tarifa fija, mientras las aplicaciones pueden utilizar tarifas dinámicas.
También denunciaron que a los conductores de esas empresas se les dará una mayor tiempo para sacar su tarjetón.
“A los conductores de las aplicaciones les van a dar casi todo el año, hasta noviembre, para sacar su tarjetón gratis y a los taxistas no sólo lo cobran, sino que cuando existe una inspección si no lo traen, la multa es de aproximadamente 10 mil pesos”, denunció.
Incluso aseguraron que las autoridades capitalinas son aliados de las aplicaciones.
El movimiento también criticó que al no haber regulación para que los conductores puedan trabajar en una sola aplicación, ellos pueden entrar a trabajar a varias y con ello también crece el número de aplicaciones. Tampoco, añadió, se hará un padrón de autos, ni el origen de sus placas.
“Asimismo se incrementará el número de vehículos de otras entidades como el Estado de México, mientras los servicios para la infraestructura vial los pagamos los ciudadanos de la Ciudad de México”, aseguraron.
Los taxistas de la Ciudad de México, como los de muchas ciudades del país, son una fuerza política que ha servido para movilizar votos al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y, en el centro del país, al de la Revolución Democrática (PRD).
Antes de la llegada de plataformas como Uber, Didi o Cabify, tenían un control sobre la necesidad de transporte de los ciudadanos de a pie, los que no tienen autos. Las tarifas estaba casi siempre a su arbitrio y el servicio era (y sigue siendo) sucio y malo.
Durante años, los taxistas han sido vinculados con el crimen organizado: en la capital mexicana se les relacionó con el llamado “secuestro exprés” durante años; en otras ciudades se les identifica con la venta de droga o con el “halconeo”, una actividad de vigilancia a favor de los criminales.
Los operadores de taxis suelen ser los primeros en violar reglamentos de tránsito, como lo fueron por años los peseros en la Ciudad de México hasta que se les sacó de las rutas principales gracias al crecimiento de la red de transporte público.
Las organizaciones de taxistas ofrecen votos a cambio de votos durante tiempos electorales; muchos de ellos son en realidad operadores de los dueños de concesiones.