COATZACOALCOS, Ver., 30 de abril (Sayda Chiñas Córdova, corresponsal de POR ESTO!).- Familiares de Renato Cruz Mil, Alberto de la Cruz Bocanegra y Edgar Gabriel Ramos López, fusilados en el ejido de Playa Santa en Las Choapas, clamaron por justicia para ellos, ya que aseguran que no se dedicaban a delinquir, ni estaban relacionados con bandas de secuestradores.
En Las Choapas, los familiares hicieron la identificación de las tres personas, las cuales fueron linchadas y después asesinadas por personas armadas, aun cuando en el lugar se encontraban elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía de Justicia de Veracruz.
Señalaron que Renato Cruz Mil, conocido como “El Brujo”, era un joven de 34 años de edad que hacía trabajos de sanación y curaba con hierbas, había llegado a esa población acompañado de dos primos y sus hijos; pero los habitantes entendieron mal la situación y los mataron.
Sus acompañantes eran Bernabé Barradas Méndez, de oficio petrolero en Coatzacoalcos, y Edgar Gabriel Ramos López, de 26 años, oriundo de Jalapa, Tabasco, el taxista Alberto de la Cruz Bocanegra, de 31 años de edad, quien invitó a su novia Estefany Vidal Díaz de 22 años, de Villahermosa, Tabasco.
El viaje a Playa Santa tenía doble propósito, disfrutar de las cascadas de esa comunidad y a la vez realizar un trabajo de sanación en el ojo de agua, como se hacía en tiempos ancestrales; por lo que pidieron un guía, un menor que al no regresar a casa y quedarse con ellos, provocó el linchamiento.
Sus familiares, cuando supieron que estaban retenidos intentaron subir para probar que todos ellos tenían trabajos honorables, pero no los dejaron pasar y les pidieron que salieran del pueblo, horas después les informaron que habían sido asesinados por más de 100 personas armadas que ingresaron a la localidad.
A pesar de que los tres varones pidieron por su vida, las autodefensas decidieron su ejecución y los tres recibieron un balazo en la cabeza.
Por eso, los familiares de estas tres personas exigen a las autoridades que haya castigo contra sus asesinos, ya que su detención y ajusticiamiento está fuera de todo marco legal.
De manera escueta indicaron que la situación de inseguridad es muy fuerte en los Estados del Sureste, pero no se puede permitir que sigan asesinando los grupos de autodefensa.