Una “escaramuza golpista” en apoyo al opositor Juan Guaidó se diluyó ayer al no lograr la expulsión del Presidente venezolano, Nicolás Maduro, a quien el alto mando reiteró lealtad pese a un ultimátum de Estados Unidos
CARACAS, Venezuela, 30 de abril (AFP).- El Presidente venezolano, Nicolás Maduro, proclamó este martes la “derrota” de un sublevación militar en su contra, que definió como una “escaramuza golpista”, y advirtió que están preparándose “acusaciones penales” contra los responsables.
En su primera aparición desde el alzamiento a favor del opositor Juan Guaidó, Maduro felicitó a la Fuerza Armada por la “derrota del pequeño grupo que pretendió llenar de violencia” a Venezuela “en la escaramuza golpista”.
Según el mandatario, cinco militares y tres policías resultaron heridos de bala durante enfrentamientos.
En una alocución transmitida en cadena de radio y televisión, Maduro -acompañado por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, el alto mando de la Fuerza Armada y funcionarios gubernamentales- advirtió que habrá acciones penales contra los líderes del alzamiento y los militares involucrados.
“Eso no puede quedar impune, he hablado con el fiscal general (Tarek William Saab). Ha designado tres fiscales (...) que ya están interrogando a todos los involucrados” y “están dirigiendo acusaciones penales por los graves delitos contra la Constitución, el estado de derecho y el derecho a la paz”, apuntó.
El gobernante socialista aseguró que los insurrectos buscaban “una tragedia”, con “50, 100 o 200 muertos”; pero que las fuerzas leales pudieron controlar la situación.
“Todas las bases militares estuvieron en alerta total, leales absolutamente a la revolución, al comandante en jefe y a la Constitución”, expresó.
Maduro, además, desmintió al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien aseguró que planeaba huir a Cuba al estallar la sublevación.
“Hasta dónde llega la falta de seriedad, la insensatez, la locura, la mentira, la manipulación. Decía Mike Pompeo que (...) Maduro tenía un avión prendido para irse a Cuba, huir, y que los rusos lo bajaron del avión y le prohibieron que saliera del país. Señor Pompeo, por favor, qué falta de seriedad”, dijo.
Se diluyó la intentona
Una “escaramuza golpista” en apoyo al opositor Juan Guaidó se diluyó este martes al no lograr la expulsión del Presidente venezolano, Nicolás Maduro, a quien el alto mando reiteró lealtad pese a un ultimátum de Estados Unidos.
Un grupo de insurrectos pidió asilo en la embajada de Brasil en Caracas, mientras Leopoldo López se refugió con su familia en la de Chile tras encabezar la rebelión junto a Guaidó, reconocido como mandatario interino por medio centenar de países.
Poco después,
Una multitud de chavistas, en tanto, cantaba “victoria popular” frente al Palacio Presidencial de Miraflores, mientras que manifestantes opositores permanecían en las inmediaciones de la capitalina base aérea de La Carlota a la espera de noticias.
Reconociendo que la sublevación no pudo quebrar el respaldo del alto mando a Maduro, Estados Unidos, principal aliado de Guaidó, advirtió al ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, que está ante la “última oportunidad” de romper con el líder socialista.
Según John Bolton, asesor de seguridad nacional estadounidense, Padrino, el presidente la Suprema Corte, Maikel Moreno, y el jefe de la guardia presidencial, Iván Hernández, se habían comprometido a “apoyar el derrocamiento de Maduro”.
“Él tenía un avión en la pista, estaba listo para irse esta mañana, por lo que sabemos, y los rusos le dijeron que debería quedarse”, dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo, a CNN, indicando que el mandatario planeaba huir a La Habana.
La Casa Blanca, que no descarta una acción armada, reiteró que todas las opciones están sobre la mesa.
A la espera de Maduro y Guaidó
Acompañado por la cúpula de la Fuerza Armada, Padrino afirmó temprano que el alzamiento fue un intento “burdo e inútil” de golpe de Estado. “Han hecho el ridículo nuevamente y eso nos va a fortalecer”, sostuvo.
Guaidó anunció el inicio de la rebelión la madrugada del martes en La Carlota, en un video grabado junto a un pequeño grupo de militares y López, quien afirmó haber sido liberado por los uniformados de su prisión domiciliaria.
Se ignora cuántos efectivos se sublevaron.
“Hoy, valientes soldados (...) han acudido a nuestro llamado”, dijo el jefe parlamentario, quien llamó a toda la Fuerza Armada a sumarse al movimiento y a sus partidarios a tomar las calles “sin retorno” hasta la caída de Maduro.
Miles de opositores se concentraron en los alrededores de La Carlota, donde comenzaron disturbios que dejaron unos 69 heridos, según servicios médicos locales. Un grupo fue arrollado por un blindado militar.
Una nutrida marcha intentó dirigirse al centro, donde está Miraflores, pero fue repelida con gases lacrimógenos y perdigones de goma, observó la AFP.
Durante la jornada, Guaidó recorrió distintos puntos de la ciudad junto con los insurrectos y López, detenido en el 2014 y quien cumplía desde el 2017, en arresto domiciliario, una condena de casi 14 años por “incitación a la violencia”.
Al anochecer se desconocía el paradero de Guaidó, quien hará un pronunciamiento según su equipo.
Maduro tampoco había aparecido en público. Su única referencia a la crisis fue un tuit en el que pedía “nervios de acero” y aseguraba haber recibido el apoyo de todos los jefes militares regionales.
“Están completamente derrotados los golpistas, huyendo a embajadas, escondidos, nadie da la cara, sólo el imperialismo sale buscando excusas”, celebró el poderoso dirigente chavista Diosdado Cabello.