IRAPUATO, Guanajuato, 12 de mayo (POPLab/ SinEmbargo).- Mientras emitía duras condenas y críticas a políticos y funcionarios, incluso a ciudadanos, por fallas en el Gobierno y falta de cultura cívica, la Diócesis de Irapuato, encabezada por José de Jesús Martínez Zepeda, manejaba millones de pesos, en medio de gran desorden y sin pagar impuestos; ahora pretende culpar a empleados de desfalco. Una de ellas, Paloma, trabajó durante 24 años para la Iglesia católica, los últimos 13 en la Diócesis de Irapuato como contador público y ahora es señalada por un fraude por 18 millones de pesos, durante el periodo 2012-2016.
La mujer denunció ante la prensa hostigamiento luego de ser testigo de “una estrategia fiscal” para evadir el pago de impuestos por concepto de rifas, diezmos, donaciones y servicios religiosos y de que una auditoría sacara a la luz el faltante a fines de 2016; pese al cargo que tenía, no se le permitió participar en ese proceso.
No obstante, el escándalo estalló hasta este miércoles, cuando Paloma hizo la denuncia pública ante la prensa y apuntó a los excesos de los sacerdotes de la Diócesis, que no han sido investigados para no “incomodarlos”, algunos de los cuales tienen propiedades millonarias pese a su sueldo como religiosos no pasa de 15 mil pesos por mes.
La mujer también asegura que ha habido violaciones a sus derechos humanos, por lo que existe justicia, porque pese a que buscó conversar con el actual obispo, Enrique Díaz, este buscaría encubrir el hecho.
El juicio en su contra, de su esposo y de un ex compañero de trabajo, por el presunto delito de robo calificado de 18 millones 603 mil pesos, será el próximo 15 de mayo.
Destapan cloaca en diócesis
La presunta evasión de impuestos, desvío de recursos y el enriquecimiento ilícito del apoderado legal de la Diócesis de Irapuato, monseñor José Gerardo Velázquez Solís y algunos de sus sacerdotes quedan al descubierto, tras una denuncia penal que presentó la Diócesis de Irapuato por presunto robo calificado de 18 millones 603 mil pesos contra dos exempleados a quienes denunciaron se les violaron sus derechos legales y humanos y hoy evidencian el presunto encubrimiento del Ministerio Público a favor del clero católico, pues se ha negado a investigar a fondo.
Paloma, una de las agraviadas, denunció públicamente la evasión de impuestos de la Diócesis, entonces a cargo de Martínez Zepeda (actualmente obispo hemérito), así como el enriquecimiento y la opulencia en la que vive el sacerdote José Gerardo Velázquez Solís, pues en tan sólo unos años pasó a tener acciones, cuentas de banco y comprarse al menos 12 propiedades, dos de ellas valuadas en más de 10 millones de pesos, cada una, en Guanajuato y Michoacán, aun cuando el sueldo de un sacerdote no supera los 15 mil pesos mensuales.
Inversiones y evasiones fiscales
El sacerdote José Gerardo Velázquez Solís no sólo compró propiedades de la noche a la mañana, también invirtió dinero en la bolsa usando de prestanombres a su empleada doméstica, declaró Paloma.
En Vector Casa de Bolsa, ubicada en la ciudad de San Pedro Garza, Nuevo León, el sacerdote, a través de su empleada doméstica Juana Correa Sánchez, quien labora con él desde hace más de 20 años, el religioso habría metido varios millones de pesos, aun cuando a la empleada sólo le paga mil pesos por semana.
Los desvíos de recursos no habrían parado ahí: en la casa de bolsa Interacciones Casa de Bolsa S.A. de .C.V. el sacerdote tiene una cuenta de 8 millones de pesos con el número 100066089 a su nombre con un corredor de bolsa en Michoacán de nombre Gustavo Rayón, con dinero que, asegura, Velázquez Solís le ordenó a ella, Paloma, que depositara a dicha cuenta de los “dineros extras de la parroquia”.
La denunciante asegura que el padre José Gerardo además cuenta con otras cuentas en banco Bancrea, en Nuevo León y Actinver, en la Ciudad de México.
Regalan lujosa residencia a Martínez Zepeda
En el año 2004, cuando inició la Diócesis, “la empezamos a través de una contabilidad no fiscal porque para hacer Diócesis se hace trámite ante Relaciones Exteriores, cuando autorizan el permiso se empieza a notariar, esos dos años los manejamos a través de las cuentas personales de José Gerardo Velázquez Solís y luego de los ecónomos siguientes padre Miguel Castañeda Vázquez y el Padre Rubén Herrera Luna, cuando se hacía cambio de ecónomo se hacía cambio de todo y se entregaban cuentas”, dijo la ex contadora.
Al cumplir los 75 años de edad, José de Jesús Martínez Zepeda presentó su renuncia al obispado a cargo de la Diócesis de Irapuato, para luego fungir, a partir de marzo de 2017 como Obispo Emérito. La Iglesia Católica le compró una casa de 2.5 millones de pesos en Villas de Irapuato, por el servicio que brindó a la comunidad.
Este dato ya se manejaba entre los católicos luego que Martínez Zepeda se retirara, pero hoy la ex empleada confirmó. Esto, aun cuando los sacerdotes hacen un votos de pobreza, obediencia y castidad.
Diócesis evade a la prensa
La Diócesis de Irapuato, ya a cargo del Obispo Enrique Díaz Díaz, ha callado ante el presunto enriquecimiento ilícito de sus sacerdotes, el robo de dinero del interior, desvío de recursos y la evasión de impuestos, escudándose a través del sacerdote José de Jesús Flores, a cargo del semanario Emaús de la Diócesis de Irapuato, el cual únicamente argumentó que esperaron la resolución de la investigación.
“Sólo comentar al respecto que hay una carpeta de investigación ante la autoridad correspondiente y se espera que la resolución sea conforme a la verdad y a la justicia para las partes”, fue el comentario.