México

* De acuerdo con una investigación de Pie de Página, Taula por México y Eldiario.es, las 47 filiales de ACS (Actividades de Construcción y Servicios) en México, obtuvieron 16 contratos del Gobierno de Fox (2001-2006) por 6 mil 339 millones de pesos* En el sexenio de Calderón (2006-2012) existen registros de 43 contratos, por 44 mil 291 millones de pesos* El Gobierno de Peña Nieto les otorgó al menos 27 contratos, por un monto total de 84 mil 709 millones de pesos. En total, más de 6 mil millones de euros sólo en contratos públicos en tres mandatos  

CIUDAD DE MEXICO, 23 de junio (Pie de Página).- ACS (Actividades de Construcción y Servicios) es una empresa emblemática en España, habitual en las primeras posiciones del ranking mundial de constructoras, que recibe contratos públicos de la Generalitat (Gobierno catalán). Se presenta al mundo como una empresa comprometida con el medio ambiente y ha firmado el Pacto de Responsabilidad Empresarial de las Naciones Unidas.

Pero la multinacional, propiedad del exitoso dueño del equipo de futbol Real Madrid, Florentino Pérez, multiplica en México denuncias por malas prácticas y vulneraciones de Derechos Humanos, así como sobreexplotación de recursos naturales e incumplimiento de la legislación local.

Por otra parte, España es el segundo inversor extranjero en México, después de Estados Unidos. En las últimas tres décadas, el Estado mexicano flexibilizó leyes para permitir la ampliación de capital privado en sectores claves del desarrollo: el campo, el sector energético y otros bienes naturales. La última Reforma Energética, aprobada por el ex Presidente Enrique Peña Nieto determinó que los proyectos extractivos son actividades preferentes y el Gobierno actual de Andrés Manuel López Obrador muestra señales contradictorias.

Este trabajo fue realizado gracias a la beca Devreporter para la Justicia Global 2018, auspiciada por Lafede.cat y forma parte de una cobertura más amplia y sostenida sobre un modelo de desarrollo que expulsa a millones de personas de las posibilidades de una vida digna, así como las resistencias de muchas comunidades en México.

Es también la continuación de una investigación previa sobre el papel de las multinacionales de matriz española, que han aprovechado las relaciones culturales, económicas y políticas históricas para sacar ventaja en todo el continente.

Partimos de la idea de que el capitalismo global ha convertido el mundo entero en un sólo territorio de explotación de recursos y acumulación de capital para unos cuantos.

La investigación fue coordinada por un equipo de la Taula per Méxic, quien convocó a Pie de Página, Proceso y Eldiario.es, así como a periodistas independientes, para la realización de cuatro reportajes que tienen la visión desde los dos países.

El primero es un perfil del empresario y los otros tres están enfocados, cada uno en proyectos que ACS lleva a cabo en México, junto con otras compañías españolas y catalanas, en distintas áreas del desarrollo: gas, energía verde y construcción. La serie tiene la intención de identificar patrones de actuación de la multinacional en relación con afectaciones al medio ambiente y vulneración de derechos colectivos.

La investigación muestra también las relaciones económicas y comerciales de estas empresas con el poder mexicano y cómo se vinculan sus actuaciones en el territorio con la alarmante situación de violencia e impunidad que se vive en el país que le supone a ACS más de 600 mil millones de euros anuales.

Los inicios de Florentino Pérez

Un grupo de niños y niñas juegan al balón en una cancha de cemento en Unión Hidalgo, en el Istmo de Tehuantepec, en la parte más estrecha de México, esta cintura de tierra entre dos océanos mide sólo doscientos kilómetros. En el horizonte se erigen filas de aerogeneradores de energía eléctrica, que bautizan a los jugadores como “aerogubiños”, una contracción de “aero” y “gubiños”, gentilicio de este pueblo de Oaxaca.

En esta cancha modesta y sin redes en las porterías ni césped en el campo juegan al fútbol 527 niñas, niños y jóvenes vestidos con el uniforme blanco oficial del equipo más rico del mundo, el Real Madrid. Las camisetas contrastan en una región donde todavía se ven los estragos del terremoto que arrasó México en septiembre del 2017, y donde 6 de cada 10 de sus habitantes viven bajo el umbral de la pobreza.

Esta cancha es una de las escuelas sociodeportivas de la Fundación Real Madrid que, presidida por el empresario Florentino Pérez Rodríguez, promueve siete proyectos de escuelas de futbol en México para las poblaciones desfavorecidas. Una gran campaña de mercadotecnia para el club, en los mismos lugares donde el holding Actividades de Construcción y Servicios (ACS), que también dirige Florentino Pérez, tiene inversiones millonarias.

Si se debiera buscar un ejemplo para ilustrar el consabido concepto de “hombre hecho a sí mismo”, sin duda, Florentino Pérez, sería un buen nombre. El que fue hijo de un barrio humilde de Madrid, criado por los propietarios de una perfumería, ha acabado siendo el hijo pródigo del mundo empresarial del estado español. Un conseguidor, con todas las letras, Florentino Pérez, es el mejor máximo ejecutivo de España, según la revista Forbes y la niña de sus ojos, el Real Madrid, el club más valioso del mundo, según la misma publicación.

Es conocido, principalmente, por la presidencia de este club deportivo que en el 2018 estaba valorado en 3 mil 440 millones de dólares. Pero Florentino no pone todos los huevos en la misma cesta y su gallina de oro es el grupo empresarial Actividades de Construcción y Servicios (ACS), la mayor constructora de España y la que lidera el ranking de constructoras con más negocio internacional. ACS acabó EL 2018 con un beneficio neto de 94 millones de euros, de los cuales los negocios en España sólo suponen un 11 por ciento.

Los millones

Pérez se ha hecho famoso por presidir el equipo blanco, que según Forbes es “el club más valioso del mundo”, valorado en 3 mil 800 millones de euros (81 mil 563 millones 580 mil pesos) -en mayo de 2019- , con ingresos anuales de 751 millones de euros y beneficios de 94 millones. Migajas, comparado con la otra cartera de Florentino. ACS es la principal concesionaria española en el mundo y según sus últimas cuentas públicas (marzo 2019) su cartera asciende a 72 mil millones de euros. Tan sólo un dato: cuando Florentino se convirtió en presidente del Real Madrid en el año 2000, ACS era la quinta constructora de España, seis años después ya era la primera. Hoy no hay quien le haga sombra.

Una de las operaciones más importantes para este crecimiento fue la adquisición en el 2003 del Grupo Dragados, que catapultó a ACS al número de España y tercero a nivel europeo; también, la adquisición de una participación que le dio el control de la compañía alemana Hochtief, en el 2007 y, el último pelotazo lo dio en el 2018, con la compra de Abertis.

Ya hay ríos de tinta sobre las relaciones político-empresariales que se tejen en los asientos VIP de los grandes equipos de futbol. Al palco presidencial del Santiago Bernabéu se invita a la plana mayor del futbol, la política y los negocios españoles e internacionales. Desde el rey de España, Felipe VI, hasta Angélica Rivera, la esposa del entonces Presidente mexicano Enrique Peña Nieto, que en mayo del 2014 presenció allí un partido del Real Madrid.

Un año antes, el 9 de julio del 2013, Florentino Pérez se reunió en la residencia oficial de Los Pinos con el entonces Presidente Peña Nieto. A la reunión también asistieron los secretarios mexicanos de Energía, Comunicaciones y Transportes, y Medio Ambiente y Recursos Naturales. También los directores de las empresas públicas PEMEX y el de la Comisión Federal de Electricidad, con quién ACS tiene convenios en México. A través de un boletín de Presidencia, se informó poco después de esta reunión que Dragados, filial de ACS, firmó el contrato de un gran proyecto de construcción de plataformas marinas en los yacimientos petroleros de Campeche.

Si bien en los viajes oficiales del ejecutivo español a México u otros países es habitual que a los políticos les acompañen un grupo de grandes empresarios y la patronal, no lo son las visitas unilaterales entre un solo empresario y un Presidente de un Gobierno extranjero. En cambio el Real Madrid parece tener carta blanca.

“¿Qué Presidente desde México y hasta la Patagonia no le tomaría el teléfono o recibiría a Florentino Pérez como presidente de Grupo ACS, si además es el presidente del Real Madrid, que es una marca global de enorme influencia y, sin duda, la mayor del futbol español? La respuesta es más que obvia”, asegura en entrevista el ejecutivo de un despacho madrileño que promueve inversiones entre España y México, y que prefiere salvaguardar su anonimato. “Su poder traspasa fronteras, evidentemente”, subraya sobre Florentino Pérez.

Puertas giratorias

Si el propio Florentino Pérez es el ejemplo del éxito de las puertas giratorias –empezó en la política a los 28 años como concejal en el Ayuntamiento de Madrid por la extinta UCD y fundó un partido político que no tuvo éxito de la mano del político y abogado de grandes empresas y de la familia real, Miquel Roca i Junyent, también consejero independiente en ACS–, sigue aplicando esta práctica en sus negocios para asegurarse buenas relaciones en las administraciones públicas.

El actual presidente de Avanzia, una de las marcas que agrupa una docena de filiales de ACS en México, es Francisco Gil Díaz, quien fuera Subsecretario de Hacienda y subgobernador del Banco de México en los 90 y seguidamente Secretario de Hacienda entre 2000 y 2006.

Pero las puertas, no pararon de girar: desde el 2006 y hasta el 2012, cuando ACS e Iberdrola se asociaron, esta última tuvo en su consejo de administración a Georgina Kessel Martínez, quien fue Secretaria de Energía con el PAN y titular de la Comisión Reguladora de Energía. También a Jesús Ramírez Stabros, quien era al mismo tiempo coordinador de vinculación de la Oficina de la Presidencia de la República de Peña Nieto. Y como director a Sergio Manuel Alcocer Martínez, ex Subsecretario de Energía y que posteriormente fue Subsecretario de Relaciones Exteriores en el Gobierno de Felipe Calderón. De hecho, este ex Presidente mexicano fue contratado en el 2016 en Avangrid, filial estadounidense de Iberdrola.

Con estas credenciales, las 47 filiales de ACS en México, obtuvieron 16 contratos del Gobierno de Fox (2001-2006) por 6 mil 339 millones de pesos; en el sexenio de Calderón (2006-2012) existen registros de 43 contratos, por 44 mil 291 millones de pesos; y el Gobierno de Peña Nieto les otorgó al menos 27 contratos, por un monto total de 84 mil 709 millones de pesos, según una investigación de Proceso, medio mexicano colaborador de esta serie de reportajes. En total, más de 6 mil millones de euros sólo en contratos públicos en tres mandatos.

Bajo sospecha en el Gobierno de López Obrador

A finales de marzo del 2019, ACS se convirtió en la empresa española con más multas por amañar contratos, ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y en México hay al menos dos investigaciones abiertas en el nuevo Gobierno de Andrés Manuel López Obrador por contratos en los que está involucrada Avanzia. Sólo un mes después de la investidura del nuevo Presidente de México, el pasado 1 de diciembre, se hizo público un expediente que inhabilitaba a Avanzia para concursar en proyectos públicos en la Ciudad de México por un año y tres meses. Esta sanción fue a raíz del concurso de la empresa española para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), en la que la empresa española habría cometido “irregularidades” en la documentación presentada en los procesos de licitación, que tuvieron lugar en el 2016.

Acusaciones de corrupción también han cruzado el charco. La compañía Cobra se habría beneficiado en el mandato de Enrique Peña Nieto de la compra a sobreprecio de unas plantas de la empresa Agro Nitrogenados a Altos Hornos de México (AHMSA), propiedad del multimillonario Alonso Ancira Elizondo.