Las alfombras flotantes de algas casi nunca llegaban a las populares playas alrededor de Cancún hasta 2011, pero ahora afectan gravemente al turismo ya que los visitantes con frecuencia se enfrentan a montículos de sargazo maloliente en las costas.
El incremento en los flujos de nutrientes por la deforestación y los vertidos de fertilizante podrían estar alimentando el desarrollo de algas.
Ciudad de México, 27 de junio (AP).- México ha destinado 17 millones de dólares para retirar más de medio millón de toneladas de sargazo de las playas caribeñas y no hay indicios de que el problema se solucione pronto, dijeron expertos el jueves en una conferencia internacional.
Las alfombras flotantes de algas casi nunca llegaban a las populares playas alrededor de Cancún hasta 2011, pero ahora afectan gravemente al turismo ya que los visitantes con frecuencia se enfrentan a montículos de sargazo maloliente en las costas.
Los primeros informes indicaban que el sargazo llegaba de un área del Atlántico en la costa norte de Brasil, cerca de la desembocadura del río Amazonas. El incremento en los flujos de nutrientes por la deforestación y los vertidos de fertilizante podrían estar alimentando el desarrollo de algas.
Sin embargo, expertos como el oceanógrafo Donald R. Johnson dicen que, “No culpen a los brasileños”. Johnson señala que al parecer que existen otros factores, como flujos de nutrientes del río Congo.
El ascenso de agua profunda cargada de nutrientes en el Atlántico tropical y polvo proveniente de África, también podrían contribuir, según Johnson, investigador en el Laboratorio para la Investigación de la Costa del Golfo de la Universidad del Sur de Mississippi.
Aunque a veces parece que las alfombras de sargazo flotan hacia el oeste con rumbo al Caribe, los expertos dicen que el sargazo en realidad parece ir y venir entre el Caribe y África.
La población local, que depende del turismo, está harta.
“Combatir el sargazo es una tarea de todos los días”, dijo la Alcaldesa de Cancún Mara Lezama. “Las playas por la mañana se limpian, a veces por las tardes, a veces por las noches, y vuelve a llegar y vuelve a llegar, y hay que volver a retirarlo”.
Ricardo del Valle, comerciante en el pueblo turístico de Playa del Carmen, dijo: “Nosotros ofrecemos sol y playa, y eso es lo que vendemos. Y en este momento, estamos engañando a nuestros turistas”.
Su indignación aumentó esta semana cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador visitó la costa y minimizó la seriedad del problema. Recientemente dijo que no contrataría a externos para limpiar el sargazo (o recolectarlo antes de que llegue a la costa), sino que pondrá a cargo a la Marina de México de la construcción de embarcaciones recolectoras para limpiar el mar.
“Yo no he hablado mucho de eso, porque no lo considero que sea, como algunos sostienen, gravísimo”, dijo López Obrador. “No, no, lo vamos a resolver”.
El sargazo no es sólo un problema para México, también afecta, en mayor o menor grado, a todas las islas del Caribe.
“Vemos un gran impacto en nuestros países, económica y socialmente”, dijo June Soomer, secretaria general de la Asociación de Estados del Caribe, sobre las llegadas masivas del alga. “Ahora están siendo consideradas emergencias nacionales” en algunos países caribeños como Barbados.