Residencia incautada a Zhenli Ye Gon acusa el paso del tiempo; autoridades cifran en 95 millones de pesos el valor del inmueble
En medio de una de las zonas residenciales más exclusivas del país, donde vive el millonario Carlos Slim y se encuentra la famosa Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, permanece al borde del abandono la mansión del empresario de origen chino Zhenli Ye Gon. Allí hay una habitación que nunca se abre: es “el cuarto del dinero”, el cuarto de los millones.
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El empresario era dueño de la farmacéutica United Pharm Chem cuando fue señalado por las autoridades mexicanas y estadounidenses de producir metanfetaminas para venderlas al narcotráfico y utilizar su empresa para blanquear los fondos obtenidos con esta venta. Aunque la Procuraduría General de la República (PGR) lo vinculó con el Cártel de Sinaloa y Los Zetas, ninguna autoridad ha logrado acreditar tal relación. Incluso, un juez federal de Washington, Estados Unidos, desestimó la acusación por narcotráfico en su contra, pues no se logró reunir evidencia contra él y tres de los testigos que tenía la fiscalía se retractaron de sus declaraciones.
El inmueble de mil 566 metros cuadrados construidos y mil 218 metros cuadrados de terreno sin construir, ubicado en Sierra Madre 5151, Lomas de Chapultepec, no ha vuelto a albergar a ningún inquilino desde 2007.
El paso del tiempo, el viento, la lluvia y el sol ya desgastaron su fachada, cuya reja negra recibe a los visitantes con un letrero del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) que advierte las consecuencias negativas de intentar invadir el predio. Cuatro imponentes columnas de color beige y cuatro balcones adornan la entrada principal de la casa, donde un luminoso recibidor da paso a la escalera doble que conduce hacia las habitaciones.
La residencia es conocida porque en marzo del año 2007 elementos de la Policía Federal arribaron en busca de Zhenli Ye Gon, y aunque no encontraron al empresario sí realizaron un histórico aseguramiento de 207 millones de dólares en efectivo que fueron hallados en la recámara principal, la cual desde entonces se mantiene cerrada.
El aseguramiento de esta casa, como parte de la Operación Dragón, dio inicio a la guerra contra el narcotráfico emprendida en el sexenio de Felipe Calderón En el marco de la próxima subasta de la residencia, el 11 de agosto, el SAE abrió las puertas del inmueble, con excepción de la del llamado “cuarto del dinero”.
La vivienda consta de cuatro plantas con 10 habitaciones, 14 baños, tres estancias, una alberca techada, un sauna, tres jacuzzis, un elevador y una imponente cava de madera y mármol que hoy permanece vacía y hundida en la oscuridad, puesto que más de la mitad de la residencia no tiene electricidad. La convocatoria para la subasta será emitida el 1 de agosto y únicamente los compradores que se registren tendrán la opción de acudir a recorrerla.
Las autoridades federales calculan que el precio comercial de la casa del empresario Ye Gon es de 95 millones de pesos, pero el SAE debe concluir los trámites y avalúos correspondientes para determinar en cuánto será vendida.
Aunque el deterioro de la propiedad es evidente, el precio puede variar. Tan sólo en la estancia de la planta baja la mitad del piso de duela está desprendido y una de las paredes de madera del sauna está quemada. Además, algunos de los cristales que protegían el domo-vitral que ilumina el recibidor se han roto.
Hay piezas de baño estropeadas y el agua que quedó estancada en los escusados ya se ennegreció. El SAE recibió la residencia en 2012 transferida por la PGR y casi inmediatamente el menaje hallado dentro fue subastado. A pesar de los daños evidentes, el salón principal ubicado en el segundo piso de la casa se conserva imponente y uno sólo puede imaginar las fiestas que se realizaron allí, pues está equipado con un bar de mármol y madera con baño de oro.
El sótano es una planta más de la casa donde los trabajadores del servicio doméstico tenían sus habitaciones. El pasillo exterior de éstas conduce al estacionamiento subterráneo, donde se encuentra la cava que alguna vez estuvo llena de finísimas botellas.
En la entrada principal de la casa, un luminoso recibidor da paso a la escalera doble que conduce hacia las habitaciones. En el jardín trasero están uno de los jacuzzis y la alberca, en la que sólo es posible imaginar lo apacible que fue en sus mejores épocas bajo el sol de verano. La historia de la casa de Zhenli Ye Gon aún no llega a su final... siempre será la residencia del “coopelas o cuello”. (SDP-noticias)