México

CIUDAD DE MEXICO, 14 de agosto (SinEmbargo).– Dos convenios implicados en el desvío multimillonario detectado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por el cual, Rosario Robles Berlanga fue vinculada a proceso y recluida en el penal femenil de Santa Martha Acatitla de la Ciudad de México, se efectuaron durante la gestión de José Antonio Meade Kuribreña en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), consta en los registros que dejaron ambos funcionarios de sus administraciones en el Portal de Obligaciones y Transparencia, así como Compranet.

Si bien fueron autorizados cuando Robles Berlanga era la titular de la Sedesol, parte de los servicios contratados a través de ambos convenios se efectuó entre agosto y diciembre de 2015, cuando en la silla principal de la dependencia se encontraba Meade Kuribreña, quien después fuera candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la campaña electoral por la Presidencia de la República en 2018.

Se trata de los convenios 102293 y 102294 con la Universidad Intercultural del Estado de México y la Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl, respectivamente. Ambos, fueron signados para “coordinar proyectos con otras instituciones académicas” en regiones vulnerables por carencia alimentaria justificados en la Cruzada Nacional contra el Hambre, el programa estelar para disminuir la miseria del Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018).

Los dos convenios, que suman 57 millones 298 mil 440 pesos, están mencionados en las carpetas de investigación que la Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía General de la República) abrió el año pasado, derivadas de 14 auditorías a la gestión de Rosario Robles en la Sedesol por el presunto desvío de 831 millones 141 mil 905 pesos.

De acuerdo con el informe “Denuncias Penales Presentadas por la ASF Cuentas Públicas 1998-2016, así como relacionados con la Simulación de Reintegros” de la ASF en 2015, estas universidades no cumplieron con los entregables acordados con la Sedesol en el marco de la Cruzada Nacional contra el Hambre.

Además, esas instituciones académicas se encuentran en el complejo esquema de triangulación para justificar recursos, detectado por la ASF en la Sedesol mientras se aplicaba la Cruzada. La dependencia convenía servicios con una universidad y esta contrataba a otras empresas. Así, tanto el dinero como los resultados de los servicios contratados se perdían en el último eslabón del mecanismo. El sitio informativo Animal Político localizó empresas fantasma en esta trama y desde entonces, el asunto es conocido como “la estafa maestra”.