México

CIUDAD DE MÉXICO, agosto 22 (EL UNIVERSAL).- El gobierno debe afrontar el problema de la violencia “sin prejuicios”, a fin de establecer un diálogo con todos los grupos armados, con los del crimen organizado y no sólo con los de autodefensa, afirma Salvador Rangel Mendoza, obispo de Chilpancingo-Chilapa.

Luego de que este martes la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, señalara que han estado dialogando con grupos que quieren deponer, el prelado comenta a EL UNIVERSAL que se debe escuchar a todos los involucrados en la violencia, escuchar los motivos que los han llevado a delinquir.

El obispo, quien en ocasiones anteriores se ha pronunciado a favor de hablar con grupos criminales, resalta que la violencia se “dejó crecer”, con lo que el crimen organizado fue ganando terreno; considera el diálogo como un instrumento “de oro” para pacificar a México.

Para el prelado todos tienen una “partecita de bondad” que hay que buscar, con el objetivo de comprender las razones por las que forman parte de alguna banda criminal, no verlos como “enemigos”.

¿El gobierno debería dialogar con grupos criminales y no sólo con autodefensas?

— Como fraile franciscano, siempre he apoyado el diálogo. Se tiene que hablar con todo el mundo, ya sea con las autodefensas o con los grupos de narcotraficantes; es muy importante escuchar las razones de los demás. Ni el gobierno ni los grupos de autodefensa ni los narcotraficantes tienen toda la verdad.

Hace un mes estuve en la sierra platicando con un señor [a quien le dicen] El Teniente; incluso llegué a conversar con El Carrete y otras personas. Este muchacho [El Teniente] me decía: “Yo me metí porque mataron a mi padre y a mis tres hermanos”. Las autodefensas —no nos debemos engañar— están al servicio de los narcotraficantes; atrás de ellos están los jefes. Por eso se debe dialogar con las autodefensas y con los narcotraficantes, porque ellos también tienen algo que decir, también tienen sus razones.