Una serie de asesinatos de presuntos sicarios que se habrían separado del Cartel Jalisco Nueva Generación en Baja California han causado alarma durante las últimas semanas por la ola de violencia. Medios locales reportaron que el enfrentamiento entre Los Cabos y el CJNG ha generado una ola de violencia, con 16 muertos en Tecate, Baja California, en lo que va del año. En la ciudad de Tijuana, al menos dos de los 670 homicidios entre mayo y agosto serían consecuencia de los enfrentamientos.
Por otra parte, los enfrentamientos entre grupos criminales en Guerrero también han generado alerta entre la población, principalmente luego del hallazgo este mes de un tanque presuntamente construido para la protección de enfrentamientos armados, aunque un análisis hecho por InSight Crime apunta a que podría tratarse de un intento de intimidación entre rivales.
Por Javier Villalba y Juan Camilo Jaramillo
Ciudad de México, 29 de agosto (InSight Crime).- El alejamiento de una célula del CJNG en Baja California avivó las llamas de la violencia y subrayó problemas al interior de uno de los grupos criminales más poderosos de México.
Una serie de asesinatos de sicarios que presuntamente se habían separado del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el estado de Baja California levantaron alarma en las últimas semanas y generaron una ola de violencia, según reportó el portal Zeta Tijuana .
El portal explica que los sicarios eran parte del grupo “Los Cabos” , quienes se alejaron del CJNG presuntamente por discrepancias con la nueva estructura de mando. Al hacerlo, perdieron su “protección” frente al Cartel de Sinaloa , quien también tiene fuerte presencia en el área.
Medios locales reportaron que el enfrentamiento entre Los Cabos y el CJNG ha generado una ola de violencia, con 16 muertos en Tecate, Baja California, en lo que va del año. En la ciudad de Tijuana, al menos dos de los 670 homicidios entre mayo y agosto serían consecuencia de los enfrentamientos.
La lucha entre Los Cabos y el CJNG en Baja California es una nueva muestra de los problemas que el cartel está enfrentando a su interior, en zonas estratégicas para el tráfico de drogas.
La pugna al interior del CJNG comenzó cuando “Los Cabos” decidieron salirse de la organización por discrepancias con la nueva estructura del grupo desde la desaparición de su líder, Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’, quien tiene órdenes de captura de las autoridades de Estados Unidos y México.
Esta lucha dentro del CJNG se da en medio de una disputa de larga data entre esta organización y el Cartel de Sinaloa, uno de los grupos criminales más poderosos de México, por el control de una zona particularmente estratégicapara el tráfico de droga por su cercanía a la frontera con Estados Unidos. Las disputas entre narcotraficantes locales ha sido otra de las causas del aumento de la violencia en la zona, que hizo que Tijuana se convirtiera en una de las ciudades más violentas de México en 2018.
Esta no es la primera vez que el CJNG sufre una fragmentación. En 2018 tuvo problemas debido a la lucha interna contra el Cartel Nueva Plaza en Guadalajara, corazón del estado de Jalisco y ciudad de origen del CJNG.
El problema actual para el CJNG es que debe luchar en dos frentes: uno tratando de contener el segmento de Los Cabos que los está atacando en Tecate, Tijuana y Rosario, mientras que en el otro se enfrenta al Cartel de Sinaloa para controlar el movimiento de droga en Baja California y Baja California Sur.
NARCOTANQUE EN GUERRERO ¿INTIMIDACIÓN?
El hallazgo de un narcotanque en construcción en el estado de Guerrero en México, ha levantado las alarmas sobre la intensidad del enfrentamiento entre grupos criminales en la zona, aunque es probable que no sea más que un intento de intimidación entre rivales.
El 13 de agosto, miembros del Frente Unido de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero (FUPCEG), un grupo de autodefensas local, encontraron un camión en proceso de ser convertido en un tanque blindado, en el municipio de Heliodoro Castillo, reportó Vanguardia .
Este “Monstruo”, como se le conoce a estos vehículos en México, tiene pequeñas ventanas para que sus ocupantes puedan ver el exterior y sacar sus armas. También tiene espacios en el techo para colocar armamento pesado.
Según información reportada por medios locales, era propiedad de Santiago Mazari Hernández, alias “El Carrete”, quien fue detenido por las autoridades mexicanas el 1 de agosto en el municipio de Leonardo Bravo, en Guerrero.
Carrete es un curtido narcotraficante y cabecilla de la organización criminal conocida como “Los Rojos”. Este grupo está vinculado con actividades de extorsión, narcotráfico y secuestro en los estados de Guerrero y Morelos, donde se los niveles de violencia son intensos.
En los operativos que permitieron su arresto, la fuerza pública decomisó 47 armas largas y 14,000 cartuchos de diferentes calibres.
Aunque parezcan extraídos de una película de acción, esta no es la primera vez que se ven este tipo de vehículos en manos de organizaciones criminales en México.
Los primeros grupos en utilizarlos en este país fueron el Cartel del Golfo y los Zetas en el 2011. En ese entonces eran utilizados para proteger el trasiego de droga y las rutas de contrabando que estaban bajo su control. Sin embargo, su llamativa figura y su lenta marcha los convirtieron en objetivos vulnerables a las autoridades, según señala el Ejército.
En este caso, el camión iba a ser utilizado para trasladar al cabecilla de Los Rojos a través de corredor Filo de Caballos, un área que actualmente es controlado por el Frente Unido de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero (FUPCEG), según información de Vanguardia .
Los Rojos, es un grupo criminal que surgió tras la fragmentación de la Organización Beltrán Leyva en Guerrero. Su intento por expandir su control e influencia los ha impulsado a emplear indiscriminadamente tácticas de violencia como estrategia de visibilidad.
En ese sentido, la intención de utilizar un narcotanque, parece estar vinculado a una maniobra de intimidación y demostración de poderío frente a sus rivales más cercanos.
Guerrero ha sido durante mucho tiempo una de las regiones más violentas de México y la presencia de varias facciones armadas se relaciona con el control de corredores de droga y contrabando, como lo es Cuernavaca-Chilpancingo, vía que conecta a este estado con Morelos.
Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre enero y junio de 2019, este estado registró 919 asesinatos, quedando en el sexto lugar a nivel nacional, detrás de Guanajuato, Estado de México, Jalisco, Baja California y Chihuahua.
Por Redacción / Sin Embargo