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México

Rabia e indignación

COATZACOALCOS, Ver., 29 de agosto (Sayda Chiñas Córdova, corresponsal de POR ESTO!).- El cementerio municipal estuvo abarrotado de personas que acompañaban a los deudos de las víctimas del ataque al bar “El Caballo Blanco”. Las carrozas fúnebres aparcaban una atrás de otra mientras se recibía a los cuerpos en la pequeña capilla, ubicada a la entrada del panteón, para después proceder al sepelio.

El llanto, la indignación, el miedo y el dolor se podía sentir en cada una de las personas que llegaban a acompañar a 10 de las 29 familias que perdieron a sus familiares.

En los cortejos fúnebres se escuchaban voces aisladas de personas que reclamaban al Gobierno la situación de miedo que se vive en Coatzacoalcos y la violencia que ha ido escalando hasta este multihomicidio.

La indignación crecía entre las familias de las 29 personas que fallecieron cuando miembros de un grupo criminal prendieron fuego a un bar luego de bloquear las salidas. Se quejan de que los delincuentes están fuera de control y hacen imposible la vida en Coatzacoalcos, una ciudad petrolera del sur de México.

El comentario en común es que ya no se vive en Coatza, se sobrevive con miedo, y sobre cada ciudadano pesa una sentencia de muerte que no saben cuándo se va ejecutar. “Ya no se puede vivir aquí y el Gobierno no hace nada”, sentenció una ciudadana.

Los deudos avanzaban atrás de los féretros reconfortados por sus familiares y amigos, reviviendo con los paños de alcohol que les hacían oler y los tragos de agua que les daban para aguantar el agobiante calor.

Las autoridades municipales prepararon 10 espacios en las pocas áreas que acababan de liberar y los cajones que se armaron con block para recibir los féretros, aún estaban frescos y los trabajadores trabajaron a marchas forzadas para cerrar las lápidas.

La saturación de este panteón es muy grande y ya no están definidos los caminos de acceso, pues también ahí hay cuerpos.

Las personas que cargaron los féretros tenían que pasar encima de las lápidas y sortear los grandes árboles que las flanquean.

Las últimas horas para las familias fueron de mucha incertidumbre, pues los cuerpos empezaron a entregarse en la madrugada, los velaron unas horas y fueron inhumados.

Una de las personas que fue sepultada en este cementerio fue Xochilt Nayeli Irineo Gómez, una bailarina del bar que alternaba su trabajo con sus estudios universitarios; madre de una niña, buscaba salir de ese ambiente a través de las leyes.

Su padre, Abraham Irineo, se desplomó a la entrada del panteón, cuando empezó a dimensionar que la iba dejar en ese lugar. Repetía y repetía que su hija era una buena mujer, trabajadora y que buscaba sacar adelante a su pequeña hija. Era el sostén de la casa y ahora quedaban en el desamparo.

Erick Hernández Enríquez, conocido como el “DJ Bengala”, fue despedido entre aplausos, su esposa Vanesa Galindo dijo que su aspiración era ser una persona famosa y aunque le había pedido que se fueran de Coatza, él amaba este puerto.

Así lo demuestra una de las fotografías que le entregaron a la viuda, ahí se ve sonriente con su camiseta blanca que tenía por leyenda “l Love Coatza”.

Vanesa relató que apenas hace unas semanas había podido celebrar su cumpleaños 29 y tras 11 años de vivir juntos empezaban a planear su boda, los dos querían una boda grande con centros de mesa con girasoles.

La muerte le llegó en su lugar de trabajo, cuando se registró el ataque el empezó a salvar vidas pero la inhalación del humo le provocó anoxia y ya no pudo salvarse.

“Siempre le dije que pensara primero en sus hijos y en mí, pero él era una persona a la que le importaba la gente; se fue salvando vidas, me siento enojada y orgullosa a la vez, Dios le tiene un lugar especial”.

La ausencia de las autoridades estatales y federales fue evidente, este jueves fueron sepultadas 13 víctimas del atentado de “El Caballo Blanco” en Coatzacoalcos, otros fueron trasladados a Agua Dulce, Las Choapas y Jesús Carranza.

El Ayuntamiento de Coatzacoalcos estuvo apoyando en los gastos funerarios pero no hubo un pésame oficial de las autoridades del estado, ni tampoco se presentaron funcionarios para apoyar a los deudos, en su mayoría niños que quedaron en la orfandad.

Detienen a dos personas

Se investiga la participación de dos personas en el ataque al bar “El Caballo Blanco”, los cuales fueron detenidos en los límites de las colonias Teresa Morales y jardines de California, tenían armas largas y bombas molotov.

Las autoridades del estado confirmaron la aprehensión de dos personas, quienes tenían en su poder 23 bombas molotov, armas y droga y se presume que pertenecen a un grupo delictivos.

Anselmo “N”, menor de edad, y Jonatán “N”, de 23 años,

fueron detenidos la noche del miércoles en la calle Tula y Mayapan,

cuando realizaban algunas detonaciones, eso alarmó a la población y llamaron a la policía.

Debido a esto, los policías los comenzaron a seguir hasta una casa de seguridad donde estaban escondidos.

Se les encontró en su poder 23 bombas molotov de envases, un arma AK-47, pistola tipo escuadra calibre 380, así como una AR-15 calibre .223 todas con un cargador abastecido y una bolsa con marihuana y cristal.

Se está averiguando si estos dos presuntos sicarios tuvieron algo que ver en el ataque al bar, donde murieron 29 personas.

Las autoridades del estado están tomando la investigación en medio de mucho hermetismo, y la zona permanece acordonada.

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