En la parte del sindicato las negociaciones han estado marcadas por un caos sin precedentes, ya que su presidente, Gary Jones, se enfrenta a cargos federales de corrupción por supuestamente haber usado dinero de la organización para alojarse en hoteles de lujo, comprar puros y jugar al golf.
Mientras, General Motors ha recibido continuos ataques del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha recriminado el traslado de una parte de la producción a México, así como el cierre de plantas de producción en Ohio y Michigan, dos estado que podrían ser claves para las elecciones de 2020.
Washington, 15 sep (EFE).– El sindicato United Auto Workers (UAW), el mayor del sector automotriz, convocó este domingo a la huelga a 48 mil trabajadores del gigante General Motors (GM ), por lo que enfrenta a la compañía a su primera huelga en todo Estados Unidos en 12 años.
“No nos tomamos esto a la ligera (…) Es nuestro último recurso”, aseguró Terry Dittes, el vicepresidente del sindicato y encargado de las relaciones con GM , durante una rueda de prensa en Detroit, la sede del que fuera el primer productor mundial de automóviles en el siglo XX.
Dittes anunció que la huelga comenzará pasada la medianoche del domingo, cuando expira un acuerdo laboral alcanzado hace cuatro años y cuya renovación estaba siendo negociada.
https://twitter.com/UAW/status/1173251185488400389
Desde que comenzaron las negociaciones, el sindicato ha estado intentando evitar que General Motors cierre dos plantas de producción ubicadas en los estados de Ohio y Michigan.
Entretanto, la empresa argumenta que es necesario cerrar esas plantas para responder a los cambios en el mercado automotriz y considera que el sindicato está siendo demasiado exigente con sus peticiones para incrementar salarios y garantizar varios beneficios laborales, como la cobertura médica.
En esta fotografía de archivo del 16 de julio de 2019, Gary Jones, presidente del sindicato United Auto Workers, habla durante la apertura de sus conversaciones con General Motors sobre el contrato colectivo en Detroit. Foto: Paul Sancya, archivo, AP “Los trabajadores hemos sido muy claros sobre lo que vamos a aceptar y lo que no vamos a aceptar”, subrayó Dittes en su rueda de prensa. “Nosotros -añadió- estamos defendiendo nuestros salarios, estamos defendiendo la posibilidad de tener una cobertura médica de calidad y que podamos pagar”.
En la parte del sindicato las negociaciones han estado marcadas por un caos sin precedentes, ya que su presidente, Gary Jones, se enfrenta a cargos federales de corrupción por supuestamente haber usado dinero de la organización para alojarse en hoteles de lujo, comprar puros y jugar al golf.
Mientras, General Motors ha recibido continuos ataques del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha recriminado el traslado de una parte de la producción a México, así como el cierre de plantas de producción en Ohio y Michigan, dos estado que podrían ser claves para las elecciones de 2020.
La huelga, convocada en todas las instalaciones de GM en Estados Unidos, será la mayor a la que se enfrenta la empresa en 12 años. En 2007, los trabajadores se ausentaron de sus puestos durante dos días.