Wendy Janeth González Licón, 18 años, fue asesinada el pasado 19 de junio en el estado de Durango. Dos hombres –uno de ellos, el ex novio– fueron detenidos y vinculados a proceso como los presuntos responsables del crimen. La familia de la víctima pide que sean castigados con la pena máxima.
Ciudad de México, 21 de septiembre (SinEmbargo) .- Wendy Janet González Licón vestía toda de rosa. La chica de 18 años estaba tirada sobre la carretera libre de Gómez Palacios a Durango; su cuerpo yacía en un charco de sangre sobre el pavimento. Era la tarde del pasado 19 de junio. La habían asesinado con un disparo en la cabeza.
Un mes después, Benjamín , el ex novio y padre del hijo de la víctima, fue detenido junto con un taxista, Luis Andrés. Las investigaciones ministeriales arrojaban que Benjamín había cometido el crimen en complicidad del chofer, quien era su amigo.
La familia de Wendy lanzó un llamado y un clamor de justicia; exigió a las autoridades que la carpeta de investigación sea integrada de manera correcta y sin errores, –como es su obligación– para que los responsables sean castigados con la pena máxima.
No obstante, Isabel González, hermana de la víctima, denunció que las autoridades de Durango, si bien sí han mostrado avances con la detención de dos personas, el trato con los deudos se queda corto, pues aseguró que hasta el momento las autoridades no informan o notifican a la familia de ella sobre diligencias importantes, denunció la joven en entrevista con SinEmbargo .
El cuerpo de Wendy fue localizado la madrugada del 19 de junio. Foto: Especial.
“Desde lo ocurrido no nos han hablado absolutamente a nadie: ni a mi papá, ni a mi mamá, ni a mí […] el día que lo agarraron a él no nos avisaron, nada más salió en el Facebook, nos enteramos por el Face que ya estaba detenido él (Benjamín) y el taxista”, expresó la entrevistada”, explicó.
De enero a julio del presente año, al menos trece mujeres han sido asesinadas en el estado de Durango. De esos casos, seis fueron investigados y catalogados como feminicidios, de acuerdo a cifras presentadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
De esos crímenes que las autoridades reconocen como víctimas de feminicidio, cuatro fueron cometidos con arma blanca, sólo uno perpetrado con arma de fuego, y otro más en donde no se especifica el arma homicida.
EL EX NOVIO
Wendy era una joven de 18 años, madre de un bebé de dos años. Le gustaban las fiestas y divertirse como a la mayoría de las jóvenes, narró su hermana en entrevista con este medio.
La chica había dejado la escuela después de conocer a unas personas. “Agarró malas amistades y ya no quiso estudiar”, platicó su familiar.
A la edad de 15 años, aproximadamente, conoció a Benjamín, y tuvieron una relación, según comentó Isabel.
“Ella se había enamorado; me decía que lo quería, yo a ese hombre no lo traté no lo conocí en persona. Sé que ella se llegó a juntar con esa persona, quien era adicto”, agregó la familiar.
La relación concluyó cuando Wendy se embarazó y el hombre negó la paternidad.
“Mi hermana estuvo con él y después ella se embarazó, ella le dijo que estaba embarazada de ese hombre, pero él le dijo que cómo iba a saber que el niño era de él; la mandó a la fregada y no quiso reconocer al menor”, añadió.
La joven tenía 18 años, y era madre de un niño de dos años. Foto: Especial
Durante su relación con Benjamín, quien también es adicto, según aseguró Isabel, y las compañías erróneas llevaron a la chica a una condición de adicción con drogas sintéticas.
“Ella era muy alegre, era buena persona, tenía muchas amigas y amigos, era muy sociable”, contó.
La familia, amigos y allegados trataron de apoyarla para que atendiera su condición y se rehabilitara, sin embargo, ella tenía recaídas, añadió su familiar.
“Mis papás hicieron la lucha por ayudarla. La aconsejábamos mucho, mi papá le lloraba mucho para que superara su adicción incluso quería internarla, pero ella se resistía y temían que esa medida hubiese resultado peor”, detalló la hermana.
En algunas ocasiones trató de rehabilitarse, sin embargo, tenía recaídas. Isabel considera que Wendy veía a su ex pareja por su adicción.
ASESINADA EN LA CARRETERA
Wendy vivía con su hermana Isabel en la colonia fraccionamiento Santa Sofía de Gómez Palacio, Durango, sin embargo, la última semana en que su familia la vio con vida, ella se quedaba en casa de su madre.
El 18 de junio fue la última vez que un familiar la vio con vida, un primo del esposo de Isabel, cuñado de Wendy, estuvo con ella en casa de su hermana. La joven le comentó a su pariente político que había quedado de verse con Benjamín, su ex esposo, cerca de un Oxxo ubicado en la colonia.
“Mi hermana y el primo de mi esposo estuvieron platicando ese día, ella le decía que iba a ver a ‘Benji’, y ese día fue cuando ella habló con él por celular, después le dijo al primo de mi esposo que él ya venía a la colonia y que ya se iba a ir a ver él. El primo de mi esposo le decía que no fuera, pero ella le contestó que tenía que ir”, explicó.
La joven acudió al punto de encuentro “donde quedaron de verse. Y ahí, cerca del Oxxo, llegó él en un taxi rojo y se fue”, añadió la hermana.
La versión del pariente fue confirmaba por video de vigilancias de los comercios, en donde se captó cuando llegó el vehículo de alquiler con dos hombres y la joven se subió con ellos.
A la mañana siguiente, a muy temprana hora, fue localizado el cuerpo de Wendy en la carretera libre Gómez Palacio-Durango. La chica se encontraba en la rúa, a la altura del kilómetro 2.4, en el poblado Sapioriz, del municipio de Lerdo.
Los tatuajes que tenía la joven permitieron que fuera identificada de inmediato. Foto: Especial
Los tatuajes que tenía la joven, el nombre de Rosendo en la muñeca derecha, una flor en la mano izquierda y uno en forma de pluma con la leyenda “A Love”, que llevaba en el tórax, fueron una de las características que se incluyó en las noticias locales cuando se informó del hallazgo del cadáver. Ello permitió una identificación preliminar por parte de algunos familiares.
“Ese día, mi mamá me marcó como a las 8 de la mañana diciéndome que una tía le había dicho que encontraron a una mujer sin vida en una carretera y que tenía tatuajes, que coincidían con los tatuajes de mi hermana”, relató Isabel.
El padre de Wendy y otros familiares acudieron al SEMEFO para reconocer formalmente el cuerpo, sin embargo, –denunció Isabel– los agentes inicialmente no le permitieron ver el cadáver, solo le mostraban fotografías para que con ellas lo reconociera.
LA DETENCIÓN
Un mes después, el jueves 25 de julio, la Vicefiscalía de la Comarca Lagunera informó sobre la detención de Benjamín “N” y Luis Andrés “N”, de 28 y 22 años de edad, como los presuntos responsables del feminicidio de Wendy.
La dependencia confirmaba, en un boletín de prensa, que la madrugada del 19 de junio Wendy se había trasladado hacia el boulevard El Refugio para encontrarse con Benjamín, quien llegó a bordo de un taxi de la marca Nissan, línea March, color rojo, conducido por Luis Andrés.
“Posteriormente, la ahora occisa abordó el vehículo y se dirigieron por el periférico Ejército Mexicano hacia la localidad Sapioris, Lerdo, Dgo., y al llegar a la altura del kilómetro 2.4, detuvieron la unidad, donde Benjamín sacó de entre sus ropas un arma de fuego con la cual le disparó a Wendy Janeth, ya que días antes esta última le había enviado tres personas del sexo masculino a su domicilio para amenazarlo de muerte”, indicó la autoridad en el comunicado oficial.
Benjamín “N” y Luis “N” fueron vinculados a proceso por el delito de feminicidio. Actualmente el proceso penal contra los hombres se encuentra en etapa de investigación.
La Fiscalía de Durango abrió una carpeta de investigación por el delito de feminicidio, ya que el cuerpo de la joven fue abandonado y expuesto en lugar público, porque fue una muerte violenta y se presumía la participación de una persona que tuvo una relación de confianza.
Benjamín y Luis Andrés, los detenidos por el crimen. Foto: Fiscalía de Durango.
PIDE JUSTICIA
Isabel González pidió que las autoridades investiguen el delito como debe de ser, sin errores y sin criminalizar a la víctima o minimizar el caso.
La hermana teme lo anterior, pues denunció que las autoridades han tenido poco, casi un nulo acercamiento con la familia de la víctima.
“No nos han comunicado nada. Lo que yo sé lo sé por otras personas, y de la detención nos enteramos por las noticias. Desde lo ocurrido no han hablado absolutamente a nadie. Habían dicho que iba a ver una audiencia, pero jamás hemos se dijo nada o notificó de las audiencias”, expresó.
Y añadió “cuando mi papá fue a preguntar lo tuvieron tres horas esperando y nadie llegaba. después fui yo a la FGR, a preguntar por la denuncia y pasó lo mismo, y me traían de un lado a otro sin informarnos o explicarnos nada, o con quien deberíamos dirigirnos”, acusó.
La joven reiteró que la familia lo único que espera es justicia para Wendy, que los responsables sean castigados con todo el rigor y con la pena máxima que establezca la ley.
“Yo como su hermana, sí quiero tener una respuesta de todo lo que ha pasado, que me digan si la persona que la asesinó está encerrada, sí quiero saber qué le hicieron, y que esas personas tengan su condena como debe de ser, no quiero que salgan”, concluyó.