México

Más de 30 mil adolescentes, niñas y niños trabajan activamente en el crimen en México, calcula ONG

Cuatro niñas, niños y adolescentes mueren diario en México por la violencia, más que el promedio registrado en países de conflicto armado abierto como Palestina o Siria, según documentó Save the Children. Se estima que al menos 30 mil menores cooperan activamente con el crimen organizado.

La organización también documentó que solo en 2017 alrededor de 10 mil niñas entre 10 y 14 años fueron víctimas de abuso sexual que generó un embarazo forzado.

Ciudad de México, 23 de septiembre (SinEmbargo).- Un grupo de integrantes de Save the Children  guardó un minuto de silencio en el Hemiciclo a Juárez por las niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia  en México y en el mundo.

La directora general María Josefina Menéndez alertó sobre los menores que son víctimas del crimen organizado en el país y del incremento de la violencia de género contra las niñas.

Se estima que al menos 30 mil niñas, niños y adolescentes cooperan activamente con el crimen organizado expandido en México.

Las condiciones de extrema pobreza, dijo la organización citando a la CIDH, genera a los menores un equivocado modelo de superación a través del crimen.

“Las cifras son graves”, comentó en entrevista la directora general María Josefina Menéndez. “Es una enorme preocupación que no tengamos la capacidad de generar mejores condiciones de equidad, de ofrecer alternativas educativas, de fortalecer habilidades socioemocionales en contextos adversos de violencia como para que les resulte menos atractivo el modelo económico del crimen y lo que eso les significa en vez de construirse una vida productiva; la sociedad mexicana no les está ofreciendo esto”, concluyó.

De 2015 a septiembre de 2018, se registraron 225 feminicidios de menores de 18 años (solo los clasificados como ese delito). De los ocurridos dentro del hogar, la mayoría fue por ahorcamiento o con armas de fuego.

En el mismo periodo, documentó, se han registrado 13 mil 752 denuncias por lesiones dolosas hacia niñas menores de edad (lesiones intencionales con efectos graves).

En entrevista, Menéndez aseguró que hay que reforzar el mecanismo de Alerta de Género de los estados, revisarlo e incluirle presupuesto.

“No es solo la declaratoria, sino que hay que establecer un programa de desarrollo integral que influya cada vez más en la conciencia cultural de los hombres y las mujeres para cambiar las condiciones de las mujeres en este país”, dijo.

Hasta la fecha, por las deficiencias en su implementación, “la Alerta de Género no ha representado un proceso de construcción y transformación cultural en comunidades tradicionalmente más violentas; no ha representado instrumentar un enfoque de género en los modelos educativos de manera contundente; no ha parado la situación de violencia en las familias que son el seno fundamental del contexto de violencia contra las mujeres; y no hay atención y remediación funcionando”.

La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum dijo que acatará la decisión de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) en caso de que se declare la Alerta de Género en la capital mexicana, de la cual considera necesario “revisar” como una política integral.

Este lunes o mañana enviará al Congreso local una iniciativa para crear un banco de ADN para detectar a personas que cometen delitos sexuales, y se pondrán señalamientos sobre violencia de género en el transporte público.

Save the Children también documentó que solo en 2017 alrededor de 10 mil niñas entre 10 y 14 años fueron víctimas de abuso sexual que generó un embarazo forzado.

La directora general María Josefina Menéndez expuso a este diario que los DIF tienen la obligación y responsabilidad de recoger denuncias sobre abuso sexual a menores y canalizar a las Procuradurías de defensa de derechos de niñas y niños, e iniciar el mecanismo de protección.

El minuto de silencio incluyó a las cuatro niñas, niños y adolescentes que mueren diario en México por la violencia, más que el promedio registrado en países de conflicto armado abierto como Palestina o Siria.

Por Dulce Olvera