Su trabajo y el de sus compañeras tejedoras será expuesto en una de las capitales más importantes de la moda
(El Universal).- Alberto López Gómez , tejedor e indígena tzotzil, de 31 años ha luchado por romper los paradigmas en nuestro país y en especial en Chiapas, su lugar de origen.
Su labor con las comunidades indígenas es sobresaliente, y su necesidad por mostrar el trabajo textil de sus compañeras le ha costado mucho pero, gracias a las redes sociales y a un arduo trabajo en equipo, el hombre con huipil ha sido invitado por la Universidad de Harvard y la Fashion Week de Nueva York para exponer tejidos y prendas hechas por manos artesanas.
Originario de la comunidad tzotzil de Aldama, Chiapas, López presentará su trabajo como diseñador en una de las capitales más importantes de la industria de la moda.
Según el diario local Chiapas Paralelo, fue gracias a un video viral realizado por la Red Alemana para los Derechos Humanos en México, que el tejedor recibió la invitación por parte de estas dos instituciones.
https://youtu.be/5al-81ZBBOg
Cabe destacar que en el video, Alberto hace notar los grandes retos a los que él se ha enfrentado para aprender un oficio cuya actividad ha sido destinada y encasillada solo a mujeres. Actualmente, López coordina y trabaja con 150 mujeres tejedoras y juntos poseen una línea de ropa titulada “K'uxul Pok”.
En declaración para el diario local, Alberto expresó que se siente contento y emocionado de representar a Chiapas y a su pueblo. Asimismo, declaró que tanto la Universidad de Harvard en Boston como Fashion Week Nueva York cubrirán sus gastos. Él estará viajando a estos eventos el 6 y 7 de febrero, así lo comentó.
https://youtu.be/Ohyw8TElKhk
El Camino apenas comienza
Con este gran reconocimiento recibido desde el extranjero, Alberto busca con gran emoción construir un museo dedicado a los diseños textiles de Aldama. Esta importante misión busca crear un archivo de textiles y que tanto visitantes nacionales como extranjeros conozcan la extraordinaria labor que realizan sus compañeras tejedoras.
Adriana Pavón, empresaria y consultora empresarial en el rubro de la moda e innovación en Estados Unidos y México, se siente contenta por este éxito y menciona que es interesante que instituciones y personas en el extranjero valoren el trabajo de él y las artesanas por su calidad artística, sin embargo, aún falta apoyo de México para su visibilización.
En declaración para EL UNIVERSAL manifiesta que: “desgraciadamente, en México aún no nos hemos dado cuenta de tanto talento que tenemos y que potencialmente puede ser fuga de talento intelectual o patrimonial. Es importante crear vínculos binacionales con enfoque en el crecimiento y apoyo al talento local”. Asimismo, Pavón invita a los mexicanos a voltear a ver “las historias como Alberto, pues debemos ver nuestro propio talento para saber que somos un país riquísimo en muchos aspectos”.
López , por otra parte desea realizar pláticas con jóvenes, ya que busca abolir la falsa idea de que tejer en telar de cintura o incluso portar huipiles es solo una actividad para mujeres.
En un video de Facebook publicado hace unos días para celebrar las fiestas decembrinas, Alberto dejó claros sus objetivos:
“Mi meta es dar a conocer mi trabajo y el trabajo de mis compañeras, aunque la gente a veces sea envidiosa o te critica. Es un gran aprendizaje para mí para poder echarle más ganas”.
Asimismo, la maestra en Antropología Social, Karla Pérez Cánovas y fundadora del proyecto Malacate Taller Experimental Textil de Chiapas declara a EL UNIVERSAL que “el hecho de que Alberto pueda ir y dar a conocer el arte textil y conocimientos y saberes tradicionales de las tejedoras de su municipio, es importante por todo el complejo contexto que ha rodeado el camino y crecimiento no solo de Alberto sino de todas las maestras tejedoras del municipio de Magdalenas (Aldama)”.
La especialista, recalca que esta oportunidad es valiosa para la comunidad: “desde hace casi tres años, la región vive en un contexto de violencia, por tanto, esta oportunidad es valiosa en el sentido de no solo dar a conocer el arte textil de la región como algo bello, sino de las circunstancias en las cuales las maestras tejedoras crean sus obras de arte”.
A su vez, Karla Pérez hace hincapié en que “es importante difundir el arte textil y visibilizarlo de manera real y contextualizada para que el mundo comprenda la profundidad de este oficio en Los Altos de Chiapas.”
También subraya que el el reto o desafío principal es crear y mantener relaciones interculturales mismas que deben ser horizontales y de respeto: “La visibilización de las maestras artesanas es importante en los diferentes contextos, no solo al interior de sus comunidades y su región.” continúa y añade: “Por ello, difundir el arte textil así como a sus ejecutantes debe ser justa y honesta para que no solo el diseñador sea quien figure, sino que se mantenga la imagen de las maestras por igual”.
Para concluir, Karla Pérez espera que “la Universidad de Harvard y Fashion Week Nueva York puedan transmitir de la mejor manera, desde sus contextos y su cultura, el arte textil de Los Altos de Chiapas, escuchando realmente lo que los pueblos originarios de nuestro país desean decir y la voz que se escuche sea la de ellos”.
El trabajo de Alberto López y las tejedoras que lo acompañan es y seguirá siendo una pieza clave para que, nuestra industria de la moda, comience a mirar a los productores, diseñadores y artesanos indígenas. Este hecho no solo pone una base en una nueva visión de cómo se debe usar la ropa, sino que demuestra que las comunidades indígenas no son estáticas y que se adaptan a las tendencias económicas, sociales, culturales e incluso políticas, que suceden no solo en México sino en el mundo.
Actualmente, así como Alberto existen otros tejedores indígenas hombres que buscan no solo enaltecer este oficio artesanal, sino también persiguen una apertura a estas técnicas tradicionales a cualquier persona no importe cuál sea su género o condición física. Este abrir de puertas y lucha contra el estigma machista de la actividad textil permitirá, sin duda, que tanto mujeres como hombres indígenas compartan sus conocimientos ancestrales con otras personas.
Fotos: Facebook