México

Licitan primera etapa del Tren Maya

CIUDAD DE MEXICO, 10 de febrero (EFE / SinEmbargo).– El Fondo Nacional de Fomento al Turismo emitió la convocatoria de licitación para el proyecto, suministro de materiales y construcción de la plataforma y vía del Tren Maya en el primer tramo, que corresponde a Palenque-Escárcega.

Las bases para la participación en el concurso fueron publicadas la noche del viernes 7 de febrero en el portal público Compranet. La licitación para los primeros 228 kilómetros del proyecto prevén el ejercicio de 4 mil 699 millones 920 pesos en 2020.

Las bases contemplaron el calendario para el registro de las empresas participantes, que comprendió los días 10 y 11 de febrero, a través de la sala de licitaciones en la Fonatur. Además, una visita al sitio de la construcción, en la antigua estación de Palenque, el 17 de este mes.

“La contratación objeto de la Licitación se llevará a cabo bajo la modalidad de licitación pública presencial a través de juntas públicas, bajo la condición de pago mixto en términos de lo establecido por el artículo 45 fracción III de la LOPSRM”, indicó el documento.

La fecha límite para la presentación de dudas y aclaraciones a la convocatoria será el 19 de febrero y al día siguiente la junta de aclaraciones. Posterior a ello, las empresas deberán presentar sus propuestas el 17 de marzo, el fallo de la licitación se emitirá el 23 de ese mes y la firma del contrato se haría el 30 de abril.

Después de la contratación de la empresa, el Fonatur previó el inicio de la construcción del primer tramo del Tren Maya cuatro meses después, es decir en septiembre, aunque de contar con avances anteriores la empresa podrá presentarlos.

“Los Licitantes deberán cumplir con el porcentaje de contenido nacional del valor de los trabajos de 30 por ciento en materiales, maquinaria y equipo de instalación permanente, que serán utilizados en la ejecución de los trabajos”, afirmó la Fonatur.

El plazo para la construcción del tramo férreo, así como su mantenimiento, será de 28 dos años y cuatro meses. Además requerirá cinco viaductos, tramos elevados y nueve puentes; 53 pasos vehiculares, 13 pasos peatonales, 23 pasos de fauna para grandes mamíferos y 25 para pequeños vertebrados.

“La entidad contratante proporcionará materiales de instalación permanente consistentes en 29 mil 24 toneladas métricas de riel dureza intermedia, longitud de 80 pies” puntualizan las bases.

Empresas se apuntan

El Tren Maya, una obra con la que el Gobierno mexicano pretende revitalizar el sureste de México, avanza con la licitación del primer tramo físico y con el interés de firmas nacionales y extranjeras, entre ellas varias españolas, pese a la polémica generada en ciertos sectores.

Con una inversión pública de unos 120 mil millones de pesos (unos 6 mil 389 millones de dólares), la obra es impulsada por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ha remarcado en los últimos días la importancia de su construcción.

“El Tren Maya va”, dijo López Obrador el pasado jueves en su conferencia de todos los días, agregando que “la gente lo quiere” y apoya la obra.

El mandatario ha explicado en distintas ocasiones que la obra, cuya extensión es de mil 460 kilómetros, ayudará a reactivar la economía en cinco estados de México: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, en el sureste del país.

Dicha región, la más rezagada del país, cuenta con 12 millones de habitantes y un potencial de 17 millones de turistas al año, la mayoría viaja al polo de atracción que representa el balneario de Cancún y la Rivera Maya, en el Caribe mexicano.

La decisión de llevar a cabo la obra, que se contempla entre en operación en 2023, se dio mediante una consulta a todas las comunidades, a mediados de diciembre pasado, y según los resultados, la mayoría de la gente votó a favor de la construcción del Tren Maya.

Según el Gobierno mexicano, la obra cuenta con la supervisión de dos agencias de Naciones Unidas: ONU-Hábitat y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops).

Derecho de vía y medioambiente

De manera reiterada, López Obrador ha explicado que la inversión en el tren “no es crédito, ni deuda, sino ahorros por no permitir la corrupción” y que con la obra “no se afecta al medioambiente, al contrario, se mejora todo el ambiente”.

Además, señala que será beneficiosa para el medioambiente, contribuyendo “a una reducción de emisiones a la atmósfera del más del 50 por ciento” por ser menos contaminante que el transporte terrestre.

Los grupos y comunidades que se oponen a la construcción del tren, entre ellos el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), han acusado en distintas ocasiones al Ejecutivo de querer imponer la construcción del tren en las comunidades y de haber simulado las consultas a los pueblos indígenas, afectados por la obra.

Parte de este rechazo lo escenifican siete ONG -entre estas el Frente Peninsular por la Vida y la Selva o Ka Kuxtal Much’ Meyaj- quienes denunciaron en una misiva el pasado 16 de noviembre que el Presidente no busca construir “con nosotros los mayas” una relación directa, pues no dio la información pertinente y “regala migajas” a cambio de aceptar su proyecto.

Pero la visión de López Obrador es muy distinta: Tienen “ganas de afectarnos, de no aceptar que nuestro Gobierno cumpla con sus compromisos y que haya progreso y justicia para la gente. Así es el conservadurismo, aunque se disfracen de gente de izquierda o ambientalistas”, dijo recientemente el Presidente.

Acerca de las posibles afectaciones en las regiones por donde pasará, López Obrador dijo que “no se afecta en nada porque el derecho de vía se tiene desde los años 50 del siglo pasado (…) y en donde no hay vía es por la carretera”.

El mandatario ha explicado en varias ocasiones que ya existe un derecho de vía de más de 50 metros en buena parte del trayecto y el tren necesita 15 metros, de tal manera que “no se afecta nada, no se abre una montaña, no se tiran árboles, no se despoja a nadie de sus tierras, no hay contaminación”.