México

Estamos contra el feminicidio

CIUDAD DE MEXICO, 14 de febrero (EL UNIVERSAL).- El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que ante los altos índices de feminicidios en el país, “no estoy metiendo la cabeza en la arena”, y su gobierno no impulsa “la política del avestruz”, por lo que, aseguró, no evade su responsabilidad, y garantizó que no se modificarán las leyes para aminorar castigo para feminicidas, además de declararse en contra del machismo.

En conferencia de prensa, el titular del Ejecutivo federal celebró el que las mujeres defiendan su derecho a manifestarse en contra de este delito, ante el cuestionamiento que la activista Frida Guerrera le hizo, además de las protestas de mujeres afuera del Palacio Nacional.

“Estamos contra del feminicidio, estamos haciendo cosas todos los días para garantizar la paz y la tranquilidad. A lo mejor si se tratara de otros gobiernos que se enteraban de los homicidios, de los feminicidios, de la violencia, por una tarjeta que les entregaban sus subalternos, pero no estoy metiendo la cabeza en la arena, no estoy evadiendo mi responsabilidad, no es la política del avestruz.

“Nosotros trabajamos todos los días para garantizar la paz, la tranquilidad para que no haya violencia, estamos atendiendo el problema de los feminicidios. Celebramos que las mujeres defiendan su derecho a la seguridad. No es nuestro propósito ofender a nadie, me pronuncio a favor de las mujeres, en contra del feminicidio, no se van a modificar las leyes para aminorar castigos, estoy en contra del machismo. Respeto a las mujeres, todos debemos respetar a las mujeres y no quiero que quede ninguna duda sobre esto”.

En conferencia de prensa, al mismo tiempo que grupos feministas se manifiestan en el Zócalo de la Ciudad de México contra las agresiones a mujeres, el mandatario enlistó 10 puntos de su lucha contra los feminicidios en México, donde se pronunció por el castigo a quien agreda a mujeres.

“Uno, estoy en contra de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones; dos, se debe de proteger la vida de hombres y de mujeres, de todos los seres humanos, es una cobardía agredir a las mujeres; cuatro, es un anacronismo, un acto de brutalidad el machismo; cinco, se tiene que respetar a las mujeres; seis, no agresiones a las mujeres; siete, no a crímenes de odio contra las mujeres.

“Ocho, castigo a los culpables de violencia contra las mujeres; nueve, el gobierno que represento se va a ocupar siempre de garantizar la seguridad y de las mujeres; diez, vamos a garantizar la paz y la tranquilidad en México”.

López Obrador aseguró que él proviene de la lucha social, “no soy fifí”, y recordó que lleva más de 40 años en la lucha social, por lo que no es insensible ante este problema. “No soy un presidente surgido de la élite, insensible, simulador. Estamos haciendo todo lo que nos corresponde, y se va seguir informando y deseo con toda mi alma de que se reduzca la violencia y que no se agreda a las mujeres, eso es lo que deseo”.

“Todos los días estoy atendiendo el problema y no estoy solo preocupado, estoy ocupado y no es el análisis de la realidad o administrar el conflicto, el problema, el sufrimiento en este caso de las mujeres, soy un transformador”.

Reportero interrumpe diálogo de feminicidio

En medio de las protestas de decenas de mujeres que se dieron cita frente a Palacio Nacional para exigir un alto a la violencia que padecen, inspiradas por el reciente feminicidio de Ingrid Escamilla, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dio su conferencia mañanera como cualquier otro día. Sin embargo, los reclamos de justicia cruzaron las puertas del Palacio Nacional de la mano de reporteras que cuestionaron al tabasqueño sin descanso. Justo cuando la discusión alcanzaba su climax, Carlos Domínguez, reportero de un medio digital, tomó la palabra y sin más cambió de tema, lo que justificó señalando que el Presidente “ya había hablado suficiente” del tema de los feminicidios.

De inmediato, una lluvia de rechiflas y reclamos cayó sobre el comunicador. Horas después el medio para el que labora se vio en la necesidad de ofrecer disculpas debido al comportamiento de su colaborador.