CIUDAD DE MEXICO, 1 de marzo (SinEmbargo).- Las mujeres zapatistas anunciaron este día que se sumarán al Paro Nacional del 9 de marzo en protesta contra la violencia de género en México y aseguraron que la decisión fue unánime porque “no necesitamos pedir permiso para luchar por la vida”.
En un comunicado difundido por Enlace Zapatista, las mujeres indígenas zapatistas recordaron los casos de feminicidios y desapariciones de mexicanas.
“Ninguna mujer, de cualquier edad, clase social, militancia política, color, raza o creencia religiosa, está a salvo”, aseguraron. “Tal vez podríamos pensar que las mujeres ricas, las gobernantes y las famosas, que tienen cómo protegerse con sus guardias y policías, podrían decir que están seguras, pero ni ellas, porque no son pocas las veces que la violencia que nos desaparece, nos secuestra y nos asesina, viene de familiares, amistades y conocidos”.
Por esta razón, hicieron un llamado a manifestarse el día 8 de marzo para decirle a las autoridades “que no olvidamos a las desaparecidas y asesinadas en todos los Gobiernos, sean tricolores, azules, verdes, amarillos, guindas, naranjas, cafés o cualquiera que sea su color, porque son los mismos”.
Las zapatistas acordaron para el día 8 de marzo llevar una señal de color negro en sus ropas. “Porque estamos de luto por tanta matazón que hay de mujeres en todo el mundo”.
No necesitan permiso para luchar
Sobre el paro de mujeres el día 9 de marzo, las zapatistas expusieron sus razones para apoyar esta convocatoria del colectivo Brujas del Mar:
Primero: Nosotras saludamos su iniciativa. La miramos como algo valioso, bueno, noble, honesto y legítimo. Y la apoyaremos según nuestros modos. Porque cualquier mujer, sea una, o unas cuantas, o muchas, que luchen por la vida, deben saber que no están solas. Porque nuestro pensamiento es que, si las ausentes, las asesinadas, las desaparecidas y las encarceladas deben saber que no están solas, pues con mayor razón las vivas que luchan.
Pensamos que es buena idea, porque el día 8 de marzo, van a mirar y a sentir nuestros dolores y nuestras rabias. Y el día 9 los machistas patriarcales se van a preocupar de qué estamos pensando o planeando o sintiendo, porque no lo van a saber, no nos van a mirar. ¿Qué tal que nos organizamos más y mejor? Porque a veces, del dolor y la rabia nos sigue la desesperación o la resignación. Puede ser que siga la organización.
Segundo: Por eso, según nuestro modo, como mujeres indígenas zapatistas que somos, es que platicamos con nuestras demás compañeras zapatistas de las comunidades. Les preguntamos si es buena idea eso del Paro Nacional el 9 de marzo. Y si sí es buena idea, pues no sólo decir que es buena idea, sino de hacer algo para apoyarnos como mujeres que luchan que somos.
Y les propusimos la idea de que ese día 9 de marzo, las compañeras que tienen cargo, sea de autoridad autónoma, sea de mando organizativo o de mando militar o de comisiones de educación, salud, tercias y de todos los trabajos que hacemos como mujeres zapatistas que somos, pues nomás no nos presentemos a nuestros trabajos.
Y eso porque así será nuestro modo de decirles que apoyamos esa idea del 9 de marzo sin mujeres, como una iniciativa más de las mujeres que luchan por la vida. Y como las mujeres indígenas somos mayoría en la autonomía zapatista, pues ese día se va a parar la autonomía zapatista.
Lo pensamos y lo platicamos y salió que las compañeras de las diferentes zonas zapatistas estuvimos de acuerdo de sumarnos al paro del día 9 de marzo del 2020, convocado por las hermanas Brujas del Mar.
Tercero: El día 8 de marzo, miles de mujeres zapatistas nos reuniremos en nuestros caracoles y hablaremos de los dolores y las rabias que escuchamos en los dos encuentros de mujeres que hemos tenido, pero también hablaremos de luchas, de las nuestras y de las de ustedes, compañeras y hermanas que nos leen. Y llevaremos una señal de color negro en nuestras ropas.
Y el día 9 de marzo muchas no nos iremos a nuestros pueblos, sino que quedaremos y, en la madrugada de ese día 9 de marzo, encenderemos miles de luces. En los caracoles y en los pueblos zapatistas la luz de las mujeres brillará.
No sólo para que las mujeres que hagan ese día un día de lucha sepan que las miramos, que las admiramos, que las respetamos y que las saludamos. Que no están solas pues.
También para que, con esas luces, las hermanas ausentes, las asesinadas, las desaparecidas, las encarceladas, las migrantes, las violentadas, sepan que acá, en estas montañas en resistencia y rebeldía, hay quienes se preocupan por ellas y por sus familiares, por su dolor y por su rabia.
Cuarto: Por lo tanto, hacemos un llamado respetuoso a las hermanas y compañeras del Congreso Nacional Indígena-Consejo Indígena de Gobierno, de la Sexta Nacional e Internacional, y de las Redes en Resistencia y Rebeldía, a que analicen y discutan si está bien o mal esa propuesta de las hermanas brujas o si hay otras. Y si piensan que está bien, pues que le entren y sin pedir permiso. Y si piensan que está mal y que más mejor otra cosa, que sea otra iniciativa, pues a darle pues, y tampoco pedir permiso.
#UnDíaSinNosotras, #UnDíaSinMujeres o “El nueve nunca se mueve”, son algunas de las consignas con las que los colectivos están animando por redes sociales a las mujeres mexicanas a no acudir a su puesto de trabajo el día siguiente al Día Internacional de la Mujer.
Esta convocatoria llega en plena ola de indignación por el feminicidio de Ingrid Escamilla, una joven de 25 años descuartizada presuntamente por su pareja, y el polémico trato que dieron de la noticia algunos medios de comunicación al difundir imágenes del cadáver.
Posteriormente, el pasado 15 de febrero, fue hallado en el sur de la capital mexicana el cadáver de una niña de 7 años dentro de una bolsa de plástico tras ser secuestrada, violentada y asesinada.
Ambos crímenes han evidenciado la crisis feminicida que vive México, donde cada día diez mujeres son asesinadas.
La tibieza con la que ha condenado estos crímenes el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien llegó a culpar al neoliberalismo por los feminicidios, ha indignado todavía más a agrupaciones feministas y organizaciones sociales.