CIUDAD DE MEXICO, 4 de marzo (SinEmbargo).- El 98 por ciento del pescado y camarón que se vende en supermercados de México contiene hielo y glaseado que genera un aumento del 30 por ciento en el precio del producto, denunció la organización Oceana.
De acuerdo con un estudio de la organización sin fines de lucro, el consumidor pagar hasta un 57 por ciento más del costo real del producto, y sólo recibe entre el 70 y el 43 por ciento del pescado o camarón.
El glaseado es una capa de agua congelada que protege al pescado de las largas distancias que recorre para su distribución; sin embargo, este elemento no es descontado a la hora de determinar su precio, por lo que los usuarios terminaban pagando hasta el 30 por ciento más del precio real de los productos.
“Este engaño sucede con total impunidad e indica que no existen regulaciones ni autoridades cuidando a los consumidores de esta práctica fraudulenta que afecta los bolsillos de los mexicanos y genera una competencia desleal a los pescadores y acuicultores del país”, señaló la organización en un comunicado.
El estudio de Oceana arroja que por cada kilo de filetes y camarón congelado, el consumidor sólo recibe 700 gramos de carne; aunque en algunas ocasiones identificaron que el porcentaje de glaseado es superior al del producto.
La ONG añadió que los productos importados presentan más glaseado que los nacionales y aunque los extranjeros se venden a un menor precio “terminan costando más por la alta cantidad de agua congelada que nos venden“.
En este sentido, la organización detalló que los productos que mayor contenido de glaseado tiene son el pescado basa, tilapia y los camarones importados.
“El consumidor está pagando agua congelada sin saberlo, eso es un fraude, sin embargo, la técnica de glaseado no es ilegal, al contrario, es una práctica que mantiene la calidad del producto. Lo que sí es un engaño es que nos la cobren como productos del mar”, dijo la directora de campañas de transparencia de Oceana, Renata Terrazas.
Para determinar los resultados, la ONG recolectó 82 muestras de pescados y camarones congelados en 10 diferentes supermercados de la Ciudad de México.
“El peso neto de camarones y filetes de pescado congelados y glaseados se determinó al pesar el producto recién salido del empaque, después se le quitó la capa de hielo y volvió a pesarse inmediatamente, para determinar su peso real“, agregó.
En este sentido, dijo que la mojarra importada cuesta 133 pesos, pero el consumidor paga 163 por el peso del glaseado; para el caso del huachinango, el precio real es de 378, pero se paga 455; mientras el atún importado tiene un costo de 299, aunque se pagan 236 pesos.
Ante la problemática, Terrazas llamó a tener una política de trazabilidad de pescados y mariscos que permita rastrear el pescado del Baco al plato y que garantice que a los consumidores no se les dará “gato por liebre”.