Por Miguel Barnet
Me siento honrado al pronunciar estas breves palabras que dejan inaugurada la exposición CUBA EN POR ESTO! UN ESPACIO PARA LA VERDAD. Entre Cuba y México, y de modo particular, entre Mérida y La Habana existen vasos comunicantes forjados a lo largo de la historia con arraigo e intensidad, como si una arteria del corazón marcara la sístole diástole de ambas ciudades.
Los diarios que circulan en el Sureste mexicano bajo el nombre de POR ESTO! reflejan no sólo la realidad de los pobladores de esa región, la vida política y cultural, los avatares económicos y sociales y una extensa gama de diversa índole, que incluyen informaciones y análisis del panorama internacional.
Cuba cuenta, desde hace cinco lustros, con una ventana abierta en POR ESTO! para que se sepan verdades silenciadas por otros medios reproductores del modelo hegemónico de la prensa, la industria de la desinformación y los fake news.
No son pocos los intelectuales, periodistas y escritores cubanos que han hallado en las páginas del diario yucateco espacio para sus crónicas, artículos, reportajes y reflexiones.
Esa impronta tiene un nombre: Mario Renato Menéndez Rodríguez. Periodista de raza, ejemplar organizador editorial y combatiente irreductible, Mario encarna las virtudes de un diarismo que va siendo cada vez más raro en nuestro planeta, porque para defender las causas más justas y nobles, asumir responsabilidades cívicas y éticas, decir la verdad cueste lo que cueste y permanecer impoluto e incólume en medio de duras circunstancias, hace falta ser valiente, honesto, arrestado y consecuente con los principios. En Mario y sus publicaciones se respira la inspiración de José Martí y Benito Juárez, y la fidelidad y el respeto al legado latinoamericanista del comandante Che Guevara.
Yo siento legítimo orgullo de colaborar con POR ESTO!, paradigma de un periodismo digno y vertical; de compartir sus logros y de abogar por nuevas y más altas realizaciones.
Hacia Mario, que en estos momentos debe estar entregado como un soldado de primera fila en la preparación de la edición de mañana, y hacia Alicia, esta hermosa y gentil amiga, que complementa cabalmente la misión de Mario, vaya el más entrañable abrazo de sus hermanos cubanos.