CIUDAD DE MEXICO, 11 de abril (Infobae).- Desde que inició la emergencia sanitaria por el Covid-19, las autoridades han insistido en que las mujeres embarazadas forman parte de la población vulnerable en caso de contraer la enfermedad. El motivo por el cual estén dentro de este sector no es la posibilidad de que contagien al producto, sino por los efectos nocivos en la salud de la madre o el bebé que podrían tener los medicamentos para el tratamiento de este virus.
Así lo explica en entrevista con Infobae México la especialista en medicina interna, Ariana Canche, quien puntualiza que las embarazadas no tienen elementos que las hagan susceptibles a contraer el virus. El problema se halla en los requerimientos para su recuperación, pues no todas las medicinas son aptas para emplearse durante este proceso.
“No es que tengan las defensas bajas o no puedan defenderse, sino que si les da cualquier enfermedad, sea Covid-19 o no, debe pensarse en los efectos que podrían tener los fármacos sobre ellas y sobre el producto como posibles malformaciones o incluso la interrupción del embarazo”, comenta a través de una charla telefónica.
El 9 de abril, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, informó sobre el fallecimiento de dos mujeres embarazadas a causa del nuevo coronavirus. Según el funcionario, las dos pacientes sufrían comorbilidades, es decir, la presencia de otras enfermedades además del COVID-19.
Una de ellas tenía obesidad mórbida, mientras que la otra presentaba obesidad y diabetes gestacional, lo cual es de suma relevancia, apunta Canche, pues durante el embarazo, cada mujer puede presentar variaciones propias del proceso y todos esos elementos deben tomarse en cuenta para el tratamiento de un padecimiento.
A lo largo de este periodo, detalla, “aumentan los requerimientos nutricionales y tienen cambios tanto hormonales como en otros sectores”. Para ejemplificar esta situación menciona que en el séptimo mes, una mujer puede tener los leucocitos ligeramente altos. Eso, en cualquier otra persona, podría significar una infección, pero no en las embarazadas, pues se trata de un cambio propio de su proceso.
En este sentido, cuando se trata de la atención médica para embarazadas, cada procedimiento debe ser distinto. “Aun cuando se trata de una simple infección de vías urinarias, el tratamiento no puede ser igual al de la población en general porque lo que se busca es cuidar al producto, sobre todo en los dos primeros trimestres del embarazo que son los de formación y parte del desarrollo neuropsicomotriz” detalla.
El círculo vicioso de la diabetes
Otro de los sectores de la población que es vulnerable frente al nuevo coronavirus es el que padece enfermedades crónicas como diabetes, una enfermedad que, reconoce la especialista, a veces no duele a los pacientes, sino hasta que tiene los síntomas más graves y, por lo tanto, puede llegar a no diagnosticarse y a cuidarse debidamente.
Entonces, el paciente con diabetes, dice, puede tener niveles no recomendados de glucosa la sangre, lo cual debilita su sistema inmunológico y hace que sea susceptible a cualquier enfermedad, sin importar que sea viral o bacteriana.
De acuerdo con Josafat Camacho Arellano, presidente de la Federación Mexicana de Diabetes, cuando estos pacientes tienen este tipo de enfermedades entran a un círculo vicioso, pues la infección produce una descompensación en su glucosa, por lo que la persona padece de un sistema inmunológico débil y esto incrementa los estragos de la infección. Además, el decaimiento de las defensas dificulta el tratamiento del virus, alargando así el tiempo de recuperación.
Ante este tipo de panoramas, el paciente debe tener en cuenta llevar a cabo un monitoreo de la sangre a través de glucometrías más constantes, así como ajustar la dosis de insulina necesaria; sin embargo, también debe ser consciente que al realizar el segundo procedimiento, se corre el riesgo de que el nivel de azúcar disminuya.
“La infección desequilibra totalmente el buen control de las personas que están estables con su diabetes”, admite el doctor Camacho en una plática con Infobae México, por lo que es muy importante realizar todas estas medidas bajo la supervisión de un médico especialista, así como acudir con un nutriólogo para atender las fases de descompensación a través de los alimentos y, sobretodo, no automedicarse.
Uno de los fenómenos más comunes en relación a las enfermedades, y al mismo tiempo más perjudiciales, es la automedicación. En el caso del Covid-19, comenta la doctora Canche, esto es aún más peligroso, pues el virus es nuevo y todavía no se tiene una cura.
En el caso de que una persona decida suministrarse algún medicamento para aliviar los síntomas por cuenta propia corre el riesgo de no saber cómo reaccionará en su cuerpo. La gente “puede tener alteraciones tanto hepáticas como renales”, lo cual sería muy complicado en caso de contraer el virus, pues éste atacaría otras zonas y la atención tendría mayores dificultades.