En el tiradero de basura en el Municipio de Nezahualcóyotl se trabajan 900 toneladas de basura y numerosos pepenadores asisten todos los días para revisar los desechos.
Debido a la contingencia sanitaria por COVID-19, empleados del municipio revisan la temperatura de los recolectores para así evitar posibles contagios de coronavirus.
A pesar de los cubrebocas y las medidas improvisadas para protegerse, los recolectores se exponen diariamente, ya que los desechos pueden ser transmisores de enfermedades, entre ellas, el coronavirus.