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México

Emotivo adiós a paramédico

Con una guardia de honor, el himno y entre aplausos, familiares y amigos despidieron a Juan Andrés García González

CIUDAD JUÁREZ, Chihuahua, 9 de junio.- Con el uniforme de la Cruz Roja con el que por 14 años se dedicó a salvar vidas, Juan Andrés García González, el voluntario de la benemérita y enfermero del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), fue homenajeado esta tarde en ambas instituciones.

Después de ser velado en su casa, el ataúd con el cuerpo del juarense de 34 años, quien murió el domingo en Ciudad Juárez tras las afectaciones que el nuevo coronavirus (COVID-19) le provocó en los pulmones, llegó a bordo de una ambulancia hasta las instalaciones de la benemérita, donde directivos y compañeros desfilaron hasta el monumento a la Cruz Roja.

“Juan Andrés dio su vida por la de otros... Juan Andrés descansa en paz, misión cumplida”, fueron las palabras con las que lo despidió el presidente de la institución, Carlos Espinoza Cruz.

Con una guardia de honor, el himno y entre aplausos fue despedido por los paramédicos no solo de Cruz Roja, sino también de otras de instituciones, en la ceremonia encabezada por su hija de 10 años, Andrea Sofia y su madre, Berta Elena González.

Juan Andrés se desempeñó en la benemérita institución por 14 años, donde fungiendo como Técnico en Urgencias Médicas.

“Durante su labor, fue un ejemplo invaluable de entrega para compañeros y un aliciente para aquellas personas que logró salvar su vida”, recordaron sus compañeros.

El 26 de abril comenzó a tener síntomas de COVID-19, el 27 fue intentado en el Hospital General Regional (HGR) número 66 del IMSS, donde en la primera prueba dio positivo pero en la segunda realizada el 11 de mayo dio negativo, sin embargo el virus le provocó problemas en los pulmones, por los que perdió la vida, relató su hermana Adriana, quien también es enfermera.

“Mi hijo dio su vida por los demás”

“Mi hijo dio su vida por los demás”, lamentó entre lágrimas Berta Elena González frente al ataúd de Juan Andrés García González, el paramédico de la Cruz Roja y enfermero del IMSS que murió la noche del domingo en Ciudad Juárez tras las afectaciones que el COVID-19 le provocó en los pulmones.

Según datos oficiales dados a conocer por Arturo Valenzuela Zorrilla, director médico en la Zona Norte, hasta ayer sumaban 535 trabajadores de la salud contagiados en el estado, la mayoría del área de enfermería, donde se tenían registrados 295 casos, seguidos por 160 médicos y 80 trabajadores de otras áreas hospitalarias.

Rodeado de flores, familiares, amigos, compañeros y personal del Hospital General Regional 66 del IMSS, Juan Andrés fue velado el lunes en su casa, donde su hija Andrea Sofía, de 10 años, protegida con un cubrebocas mostró el dije de una camilla militar de la Cruz Roja que él le regaló.

“Tengamos cuidado, veamos que las cosas son reales, que esto está pasando en verdad. Mi hijo no tenía por qué haberse contaminado por gente que a lo mejor es necia y no quiere hacer caso de cuidarse y estar en casa. Mi hijo dio hasta su vida por los demás y aquí estamos llorando su pérdida, porque no puedo hacer otra cosa, no pudimos y es una impotencia muy grande no poder hacer algo por tu hijo”, dijo Berta frente al cuerpo de su hijo rodeado por héroes de la salud.

El próximo 22 de junio Andrés cumpliría 35 años, pero el COVID-19 le impidió celebrar en una alberca con música de banda, como él planeó desde hace un año.

“Era enfermero por pasión, somos enfermeros porque nos gusta. El 22 de abril llegó al trabajo con fiebre, con dolor de cabeza y con tos, y lo regresaron a la casa. El 27 él nos dijo que ya no soportaba, que no podía respirar, y lo internaron en el área COVID –del Hospital 66–”, recordó su hermana Adriana, quien desde hace 13 años es también enfermera del IMSS.

El lunes 18 le quitaron el tubo, se mantuvo y el domingo lo dieron de alta a mediodía, por lo que sus compañeros lo trasladaron a su casa, pero como a las 6 o 7 de la tarde se empezó a sentir mal nuevamente.

“Nos pidió que lo regresáramos a un hospital y lo llevé a una clínica particular… estando ahí se puso malito y murió a las 9 de la noche”, dijo su hermana, quien explicó que en la primera prueba que le realizaron en abril salió positivo al virus y en la segunda el 11 de mayo ya fue negativa, sin embargo le dejó secuelas.

“Él no murió de COVID, sí lo tuvo, sí lo padeció, pero falleció de complicaciones pulmonares”, las cuales fueron secuelas del mismo virus.

Toda la familia de Juan Andrés se contagió. El 7 de mayo murió su abuela de COVID-19, mientras que su hermana fue confirmada positiva pero logró recuperarse, al igual que su padrastro y su novia. Su mamá fue diagnosticada con neumonía atípica.

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