El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que durante el sexenio de Felipe Calderón el Estado estaba infiltrado por grupos del narcotráfico, prueba de ello es el juicio en contra de Genaro García Luna en Estados Unidos, acusado de recibir dinero del Cártel de Sinaloa a cambio de protección.
El su conferencia matutina, el Presidente recordó el caso del secretario de Seguridad en el sexenio de Felipe Calderón, aseguró que este tema no ha sido suficientemente difundido en los medios de comunicación, y que incluso algunos siguen defendiendo a funcionarios de esa administración, por lo que hizo énfasis en las relaciones de García Luna con Joaquín El Chapo Guzmán, así como del operativo Rápido y Furioso que introdujo armas a México y por el cual se pretendía seguir el rastro de delincuentes, pero éste fracasó.
“Este acuerdo se hizo con la Procuraduría y se empezó a filtrar la información y claro que fracasó, porque como se dice coloquialmente, hubo pitazos, o para decirlo con más claridad, gobernaba el narco; la autoridad estaba al servicio del narco, entonces era algo muy grave, esto no ha pasado en ningún lugar del mundo en los últimos tiempos, y sin embargo, aquí aún hay defensores de estas personas; en cualquier otro país del mundo se hubiese convertido en un escándalo”, señaló el Presidente.
Ayer, Felipe Calderón, en entrevistas con medios, aseguró que él al menos no había saludado a la madre del El Chapo Guzmán, como lo hizo López Obrador durante una gira por Sinaloa, y acusó que el gobierno solo usa el caso de Emilio Lozoya para golpear a sus adversarios, pero que al final le van a hacer los mandados.
Ante esto, el Presidente aseguró que volvería saludar a la señora si se la encontrara, a la vez que le pidió a Calderón “serenarse”, pues si no se enteró durante 6 años de los tratos con el narco que tuvo García Luna no tiene nada qué temer.
“Ofrezco disculpa a los conservadores si se enojan, nomás les diría, ¿qué quieren, que me quede callado?, y les comendaría que se serenen, que esperan a ver en qué va a terminar el juicio de García Luna y el de Lozoya; si el que nada debe anda teme; si Calderón no tuvo nada qué ver, si García Luna actuaba por su cuenta, si en 6 años no se dio por enterado de lo que hacía García Luna pues qué se va a preocupar; debería estar tranquilo, pero que no me eche la culpa a mí; como decía el clásico, ‘¿Y yo por qué?’”.
JH