México

La verdadera historia del atentado del 15 de septiembre en Morelia

Existe evidencia de que este episodio bien pudo haber sido evitado.
FOTO: Cuartoscuro

El 15 de septiembre de 2008 ocurrió el más oscuro grito de Independencia de México. La celebración no fue sino tragedia en Morelia, Michoacán, cuando en medio de la ceremonia, granadas de fragmentación explotaron en la Plaza Melchor Ocampo de la entidad. Hubo muertos y al menos cien heridos de gravedad; los hechos fueron catalogados como atentado terrorista.

Comenzó como cualquier otro grito de Independencia; música, pirotecnia, baile... fiesta. La noche transcurría alegre y motivada por los colores vibrantes de la bandera, impregnados en la vestimenta de los partícipes, luces artificiales y decoraciones al por mayor. Nadie esperaba que aquella noche terminaría siendo la última de muchos de los presentes.

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Casi a las 12:00 p. m., una explosión provocó instantáneamente la muerte de los que, sin suerte, se encontraban más próximos a la detonación. Otros más fueron abatidos por la pólvora, miembros de cuerpos mutilados y heridas sangrantes provocaron el pánico de aquellos que ilesos corrieron buscando refugio, temiendo más ataques.

La conmoción trajo más heridos; hubo quienes terminaron pisados por los que huían, además de aquellos que en shock, no podían creer que acababan de perder a un ser querido frente a sus ojos.

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El conteo de víctimas no tardó en hacerse saber: 8 muertos y 132 heridos, entre ellos 20 de gravedad.

Durante días posteriores, la policía federal capturó a tres presuntos responsables, quienes fueron vinculados al Cártel de los Zetas. Duele saber ahora que siete años más tarde serían puestos en libertad por un juez qué determinó que en el caso hubo fabricación de pruebas, tortura y otras violaciones a los derechos humanos.

Tras el ataque, el secretario de Gobernación de ese momento, Juan Camilo Mouriño, declaró:

"Claramente un acto terrorista, según lo define nuestro propio marco legislativo […] y claramente tiene que ser referido como tal".

Se sabe que dos años atrás, se había iniciado la guerra contra el narcotráfico en Michoacán, encabezada por el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón.

Actualmente ha salido a la luz que el desenlace de ese trágico grito de Independencia pudo haber sido evitado.

“El lunes 15 de septiembre estén  atentos porque va a haber un desastre el día del Grito."

Fue un mensaje que días antes recibió el Centro de Comunicación, Comando, Cómputo y Control de Michoacán. La amenaza fue del conocimiento de las autoridades, quienes tomaron la decisión de sencillamente no darle importancia.

El mensaje no fue el único, en total se registraron cinco advertencias mandadas entre el primero y el doce de septiembre de 2008, a través del Servicio Telefónico de Emergencias. Las llamadas fueron transcritas y selladas en un sobre cerrado, para ser entregadas en persona a altos funcionarios de SEDENA, PFP, PGR, SEMAR y Protección Civil. Ninguno de ellos tomó cartas en el asunto.

La ex secretaria de Seguridad Pública de Michoacán, Citlalli Fernández González, fue notificada. También el ex director de la Policía Estatal, Mario Bautista Ramírez. Ninguno hizo nada para alertar a la ciudadanía.

A la lista de quienes ignoraron las amenazas se suman los delegados michoacanos de la PGR y del CISEN.

Quienes pagaron las consecuencias de haber dejado pasar las cinco oportunidades de alerta, fueron sólo los civiles michoacanos.

Quienes no fallecieron, sí tuvieron que despedirse de la vida que conocían hasta el momento, debido a que muchos se vieron forzados a adaptarse a las secuelas que dejó el ataque. Algunos perdieron su medio de trabajo por impedimentos físicos al ser amputados, otros perdieron la tranquilidad mental para continuar con la cotidianidad. 

El atentado tuvo lugar en el tiempo que el país todavía no contaba con un marco legal de atención a las víctimas, por lo que ninguno de los afectados recibió pensión vitalicia ni atención médica gratuita. Hasta la fecha no hay justicia para ellos, las investigaciones jamás dieron con responsables. El atentado no tiene otro rostro aparte del de las víctimas.

Hoy, a doce años del atentando, se llevó a cabo una ofrenda floral y guardia de honor para honrar la memoria de quienes murieron el 15 de septiembre de 2008. El titular de la Secretaría de Gobierno (Segob), Carlos Herrera Tello, se lamentó diciendo: 

“Sigue impune y sin claridad, sin información al respecto de que lo que pasó, quiénes fueron los responsables, bajo qué condiciones se realizó este atentado, a más de 10 años sigue sin responsables, ya que hoy no hay ninguna información, oficial, por supuesto, y obtenida por métodos legales y con respeto a los derechos humanos, que nos permita saber qué paso aquella terrible noche”.  

Por Redacción Digital Por Esto! MF