La idea de una nación independiente, donde los nacidos en el continente americano pudieron decidir el rumbo y destino de su gente surgió en 1908, haciendo eco entre la población criolla, indígena y castas que vivieron bajo opresión durante tres siglos, caracterizados por la esclavitud y la imposición religiosa y política, además de la explotación de los recursos naturales, generando riqueza y desarrollo sólo para los europeos.
La semilla de la lucha armada fue sembrada en las conspiraciones de 1810 en Querétaro. Con la avanzada el ejército de Hidalgo y Allende deja una estela de esperanza, fruto del hartazgo por la desigualdad y sed de justicia, que lejos de apagarse tras su captura y muerte, es regada y enciende una guerra que duró 11 años en el Norte y Sur por hombres y mujeres notables, dando frutos en 1821, al pactar un acuerdo mediante el Plan de Igual que dio paso al sueño de un país libre.
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JG