El día 7 de septiembre quedó grabado en la historia de México para siempre tras el poderoso sismo ocurrido en el 2017 que dejó afectaciones en diferentes estados del país, principalmente en aquellos ubicados al sur, como Oaxaca, Chiapas o Tabasco.
A las 23:49 horas de 7 de septiembre de 2017, la tierra se movió con tal fuerza que se registró un sismo de magnitud 8.2 localizado en el golfo de Tehuantepec, a 133 kilómetros al suroeste de Pijijiapan, Chiapas.
El temblor con mayor intensidad registrado en el país en casi 100 años. Dicho movimiento telúrico que tuvo una duración aproximada de 3 minutos, en Oaxaca, causó daños totales a 26 mil 811 viviendas y daños parciales den 36,411 hogares.
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De acuerdo a información otorgada por el Gobierno de México, apenas dos días se habían registrado 482 réplicas y 15 días después ya eran cuatro mil 326 los movimientos telúricos, además de la muerte de 99 personas
El movimiento telúrico incluso provocó que se activara una alerta de tsunami para México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Panamá y Honduras e incluso en las costas de Huatulco se presentó un aumento en los niveles del mar.
Para el 19 de septiembre, se registró un segundo sismo con una magnitud de 7.1, a las 13:14:40 horas, y el cual fue localizado entre los estados de Puebla y Morelos, a 12 km al sureste de Axochiapan, Morelos y a 120 km de la Ciudad de México.
Como cada año, el Gobierno de México organiza un macrosimulacro el 19 de septiembre, por lo que muchos mexicanos en 2017 ya se preparaban para el ejercicio cívico y preventivo. Porque para nadie es un secreto que nuestro país se ubica en una zona altamente sísmica.
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AR